Por qué '1917' debe ganar el Oscar a la Mejor película y por qué no

Por qué '1917' debe ganar el Oscar a la Mejor película y por qué no

La película de Sam Mendes es una de las favoritas para hacerse con el título en esta edición.

George MacKay en '1917'.

Ha arrasado en los BAFTA, triunfó en los Globos de Oro y muchos le auguran el Oscar a la Mejor película. 1917 es uno de esos largometrajes que hay que ver, al menos para disfrutar del placer visual que provoca.

La película de Sam Mendes tiene truco, cierto. Aunque es uno de esos engaños que solo los magos del cine pueden permitirse. A pesar de que parece estar rodada en un solo plano secuencia, Mendes simplemente lo simuló. Para ello tuvo que rodar escenas muy largas para lograr que todas las tomas encajaran perfectamente. No, no filmó una película de dos horas del tirón.

Al final, lo de menos es que sea un falso plano secuencia o que esté rodada en una sola toma, porque el traveling consiguió la sensación de continuidad que el realizador buscaba y el resultado ha sido absolutamente rompedor. “El objetivo no es que la forma de filmarlo supere a la historia y su emoción”, explicó Sam Mendes en Cnet.

El abuelo del director fue quien le impulsó en la carrera hacia el Oscar. El británico ha llevado a la gran pantalla las historias que él le contaba sobre la Primera Guerra Mundial.

Ahora son actores más desconocidos internacionalmente quienes dan la cara para contarlas, George MacKay (El secreto de Marrowbone) y Dean-Charles Chapman (El pasajero), mientras que los mundialmente famosos —Colin Firth, Benedict Cumberbatch o Richard Madden— asumen los papeles más pequeños.

Sam Mendes ha logrado meter a un buen puñado de espectadores —que han desembolsado más de 60 millones de dólares a nivel mundial— en las trincheras de la que ya es una joya del cine bélico para muchos, y lo ha conseguido siguiendo a los actores con la cámara a su mismo nivel, para provocar tensión y claustrofobia en el espectador, que se siente encerrado en las zanjas defensivas de 1917.

  Una escena de '1917'.

El británico ya le tiene cogido el pulso a la Academia. El cineasta debutó en las salas a lo grande. Con su primera película, American Beauty (1999), ganó el Oscar y el Globo de Oro a Mejor director, entre otros. Ahora, con 1917 le ha dado a Hollywood el plato que más le gusta para una edición de los Oscar: una película bélica.

1. Porque el despliegue técnico y artístico es abrumador.

2. Consigue la implicación del espectador como si se tratara de un videojuego.

3. Porque el trabajo se les complicó y aun así pudieron solventarlo: la fotografía no pudo iluminar las interminables trincheras de manera artificial.

4. Porque el sonido y la banda sonora de la película no pasan desapercibidos.

5. Echando la vista atrás, es una película muy del gusto de la Academia. ‘Muy de Oscar’.

6. Porque es una película que reivindica que el cine se vea en gran pantalla. 1917 no se disfruta igual en televisión.

7. Porque ha engatusado al público con un falso plano secuencia que le ha salido muy bien.

  La escena más famosa de '1917'.

1. Porque el guión es tan flojo que incluso se podría decir que no lo tiene.

2. Porque no tiene presencia actoral en las nominaciones de los Oscar.