¿Por qué debemos apostar por recuperar la Navidad?

¿Por qué debemos apostar por recuperar la Navidad?

La Navidad ha llegado. Ahora, la duda es si llegará el gasto y el empleo, así como ese soplo que representa la Navidad y que tanto precisa nuestra economía.

Un hombre haciendo compras navideñas en Sevilla. Europa Press News via Getty Images

La Navidad ha llegado y con ello el Gobierno ha puesto en marcha todos sus mecanismos para que, controlando el virus, podamos recuperar una de las temporadas del año más fructíferas para la economía española. El deterioro derivado de la covid-19 que han vivido muchos sectores, en un escenario en el que la Navidad se convierte en la última de las herramientas a las que acogerse, así como la más rentable, obliga al Gobierno, así como al conjunto de agentes económicos, a apostar por una Navidad muy necesaria. 

La incidencia del virus en el país, en un escenario en el que nuestra economía depende de sectores que requieren de contacto social y proximidad entre individuos, dificulta una recuperación que, como afirman numerosos expertos, prevé darse en forma de “K”. Sin embargo, la Navidad, como si de un soplo de aire fresco se tratara, pretende culminar el año con una inyección sustancial de recursos, teniendo en cuenta que, además, hablamos de sectores que siendo los más beneficiados en estas fechas, también son los más afectados por la pandemia.

Este es el caso de la hostelería, por ejemplo. El sector hostelero, atendiendo a sus cifras en condiciones normales, se juega cerca del 25% de su facturación anual en estas fechas; un nivel que hoy, ante las pérdidas registradas en meses pasados, se sitúa en niveles cercanos al 60%. Así pues, la Navidad, junto a todas las comidas y cenas asociadas a esta festividad, deja a los hosteleros una cuarta parte del ingreso anual, en tan solo un mes. Asimismo, el sector turístico, incluyendo aquí a los operadores y aerolíneas, recibe el 15% del gasto total que destinan los españoles para estas fechas, tal y como señala la patronal Exceltur. En resumen, un gasto que se reparte entre muchos sectores que, de forma directa e indirecta, se benefician de esta temporada tan rentable en su análisis.

Una festividad que además de llenar los corazones de alegría, también llena los bolsillos de aquellos comerciantes

Y es que, guste o no guste, las cifras que deja la Navidad en España muestran la necesidad de recuperar la tan esperada festividad. Una festividad que además de llenar los corazones de alegría, también llena los bolsillos de aquellos comerciantes que, desde principios de año, ven cómo sus ingresos registran mínimos históricos.

En este sentido, las cifras que muestra la consultora Deloitte sobre la pasada temporada dan una idea de la importancia que en estos primeros párrafos resaltamos. Por detrás de Reino Unido, España es el país en el que sus ciudadanos, con una media de gasto por hogar que supera los 500 euros, más gastan en Navidad. Debido a esto que comentamos, al finalizar la pasada temporada navideña, el gasto de los españoles se alzaba por encima de los 11.000 millones de euros; aproximadamente, un 1% del PIB en cuestión de un mes. Un gasto que, dicho sea de paso y aun pudiendo controlar el virus, no se materializará de la misma forma este año.

La Navidad representa un soplo de aire fresco para una economía que “no levanta cabeza” desde principios de año

Por otro lado, por el lado del empleo, la patronal de las agencias de empleo temporal cifra que la campaña navideña, para la economía española, deja en torno al millón de contratos. Es decir, durante la campaña navideña, debido a esa mayor afluencia de clientes y ese aumento en el consumo, los establecimientos necesitan reforzar sus plantillas en hasta un millón de personas. Pero no solo hablamos de contratación estacional, sino que hablamos de unos contratos que ganan relevancia en su análisis de conversión a indefinidos, la cual, de acuerdo con la misma patronal, se sitúa en el 25% al cierre de la campaña; es decir, 1 de cada 4 contratos se vuelve indefinido tras el cierre de campaña.

En resumen, los datos hablan por sí solos. La Navidad representa un soplo de aire fresco para una economía que “no levanta cabeza” desde principios de año, así como finales del pasado ejercicio. Así pues, teniendo en cuenta la destrucción de empleo registrada y derivada de la pandemia; el deterioro que nos lleva a tener un 30% de las empresas en situación de quiebra técnica en el país; que hablamos de un 70% de nuestro PIB concentrado en el sector servicios, así como un 77% del empleo en el país, hablamos de unas cifras que nos obligan a recuperar, sin excepción, la Navidad.