La ciencia explica por qué este momento de Isabel Pantoja en 'Supervivientes 2019' fue el más visto de la historia

La ciencia explica por qué este momento de Isabel Pantoja en 'Supervivientes 2019' fue el más visto de la historia

Desde su fichaje por Telecinco la tonadillera interesa más que nunca.

Telecinco

La historia se repite. Isabel Pantoja aparece en Telecinco y las audiencias se disparan. Supervivientes 2019 se estrenó este jueves con el mejor arranque histórico del reality. Más de cuatro millones de espectadores que le dieron al programa el 36,5% de share. El espacio ha sido siempre la gallina de los huevos de oro de Mediaset, algo que ahora supera con la tonadillera, que logró una vez más convertirse en la protagonista del minuto de oro. Fue su salto en helicóptero el que lo consiguió. En algún momento de la noche, 8,8 millones de personas siguieron la gala. ¿Por qué? La explicación es sociología pura y dura.

La Pantoja consigue ‘integrar’ a toda la población española. Crea sensación de comunidad. Todo el mundo conoce la vida de la tonadillera y gracias a ello pueden tener un tema de debate, según el sociólogo Antón Castromil, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Esto explicaría también que el personaje no deje a nadie indiferente: o se la idolatra o se la detesta.

Comentar el tema ‘Pantoja’ nos hace sentirnos parte de un grupo. “Todos los países tienen sus propios famosos, sus propios mundos de la farándula. Ellos coexionan a las diferentes sociedades”, explica el sociólogo a El HuffPost. La teoría, conocida también como el fenómeno ‘patio de vecinos’, también explica otras épocas de la historia.

En épocas premodernas, los temas de debate tenían que ver con experiencias directas de la gente. “Los cotilleos en torno a si el cura del pueblo tenía o no un hijo, los amoríos del terrateniente... Todo el mundo estaba al tanto y se chismorreaba en la plaza del pueblo, cuando se encontraban con un conocido”, relata. Responde a esa característica tan humana de no querer “ser el marginado”, porque cuando creemos que no tenemos nada de qué hablar con el resto del mundo y que no tenemos nada en común ni nada que compartir, “nos sentimos solos”, añade Castromil.

Con el salto de las sociedades premodernas a las sociedades de masas, lo que nos une, los chismorreos de pueblo, ya no existe porque ya no podemos conocerlos de manera directa. Conocemos los acontecimientos de segunda mano, a través de las redes sociales, los medios de comunicación, los programas de entretenimiento... Y la manera de sentirse parte del grupo también experimenta un cambio, por eso recurrimos a los personajes de la farándula, que nos permiten seguir simulando que estamos en la plaza del pueblo, aunque sea comentando en redes: la primera gala de Supervivientes fue el programa de televisión más comentado en Twitter este jueves, con 121.800 tuits. Durante la introducción del programa, apenas unos minutos, se registraron 36.700 comentarios.

La Pantoja cuenta con un añadido: el morbo. Su vida tiene todos los ingredientes necesarios para generar un interés desmedido. Una artista casada con un torero triunfador que fallece de manera trágica. Enviudó muy joven y pasó a convertirse en el objetivo de todos los medios, reapareció en los escenarios con canciones dedicadas a Paquirri, se la relacionó sentimental con una mujer (María del Monte) en los noventa, fue pareja del alcalde de Marbella (ciudad foco de famoseo), estuvo implicada en un caso de corrupción urbanística y ha estado en la cárcel. Este último dato plantea, incluso, “un debate casi ético”, según el sociólogo: la de que una cadena de televisión pague 80.000 euros semanales a alguien que ha estado condenada por blanqueo. Es también, según Antón Castromil, “historia del ladrillazo español”.

La tonadillera, que representa el mito de ser la última folclórica de España, es muy vendible por una razón más. La gente busca personajes que han sido grandes triunfadores y grandes perdedores. Las condiciones de éxito y fracaso juntas nos atraen, y mucho.

Un personaje con una trayectoria que parece no acabarse nunca, que ha pasado por muchas etapas y que “ha estado en las diferentes crestas de la ola”, señala el profesor de la UCM: “La Pantoja simboliza los últimos 20 años de la historia de España”. Y con ella, Telecinco ha conseguido su máximo de temporada con otra de sus etapas, la de concursante de un reality.