Por qué no deberías guardar el papel film en un cajón

Por qué no deberías guardar el papel film en un cajón

Hay un sitio mucho mejor.

Manipular el papel film no es sencillo. Lo más frecuente es que se den situaciones como esta.

Una esquina atrapa a la otra, el papel se arruga, se pega a sí mismo y al final resulta imposible recomponerlo para empezar de cero y poder usarlo.

Probablemente se deba a que lo estás guardando en el sitio menos indicado de la cocina: en el cajón junto al papel de aluminio. MAL. Si quieres poder manipularlo con destreza y que no se te haga bola (literal y metafóricamente hablando), el sitio correcto para almacenarlo es el congelador. Te permitirá vivir momentos tan placenteros como este.

Hay una explicación científica a todo esto. El papel film está hecho generalmente con cloruro de polivinilideno (PVC) o polietileno, que son materiales que tienden a atraer la electricidad estática y de ahí que se adhieran con tanta facilidad. A sí mismos y a otras superficies.

El frío del congelador elimina esa electricidad, por eso al sacarlo es tan fácil desenrollarlo sin que se pegue y así estirarlo sin problema.

La electricidad empieza a recuperarse un minuto después de haberlo sacado, ahí es cuando ya se puede adherir al vaso, taza o plato que se quiera cubrir.