Por qué no llegas al orgasmo y cómo solucionarlo

Por qué no llegas al orgasmo y cómo solucionarlo

El placer es algo que tenemos que asumir como nuestra responsabilidad en vez de esperar a que otra persona nos lo provoque.

Llegar al orgasmo no siempre es tan sencillo o frecuente como te hacen creer en las películas. La realidad es que hay muchísimas personas a las que les cuesta alcanzar el clímax en el sexo.

Tranquilo, no hay nada mal en ti si nunca has llegado al orgasmo y, por suerte, es algo que tiene solución. La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con expertos de la salud para comprender por qué hay tanta gente con el mismo problema y cómo se puede solucionar.

¿Por qué te parece tan complicado? 

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Hay muchos motivos por los que a la gente le cuesta llegar al orgasmo, según la terapeuta sexual y psicóloga Aline Zoldbrod: “La razón más simple, una que muchos se niegan a creer, es que el sexo no es tan simple como parece”.

Holly Richmond, terapeuta sexual y psicóloga, dice que, para empezar, deberías hablar con un médico si te preocupa mucho tu incapacidad de llegar al orgasmo. Puede deberse a problemas psicológicos o emocionales relacionados con algún trauma, la sexualidad o la educación que recibiste.

“Con mis clientes de género no binario investigamos juntos para encontrar a algún médico en su zona con una mentalidad abierta en cuanto al sexo y que, por tanto, sea inclusivo a la hora de decidir el tratamiento. A muchos hombres y personas transgénero les da mucha vergüenza no llegar al orgasmo debido a las convenciones y expectativas sociales, de modo que hago lo posible por encontrar médicos que trabajen con ellos de un modo que no sientan esa vergüenza, que normalicen sus circunstancias y se esfuercen por mejorarlas”, expone.

También puede deberse simplemente a que aún no sabes qué le gusta a tu cuerpo, por lo que tomarte un tiempo para explorarlo es fundamental. El placer es una responsabilidad que tenemos que asumir como nuestra y no esperar que otra persona nos lo provoque. Ambas expertas recalcan lo importante que es que todo el mundo aprenda a darse placer y luego les comunique sus descubrimientos a sus parejas sexuales.

Además, los estudios demuestran que la ansiedad sexual es un problema real, tanto para hombres como para mujeres. La ansiedad generalizada también es un obstáculo para llegar al orgasmo. Zoldbrod asegura que a las personas que lidian con demasiado estrés les vendría bien un tratamiento contra la ansiedad para relajarse y “lograr centrarse en las sensaciones de sus cuerpos para llegar al orgasmo”.

Lo primero que Zoldbrod recomienda a sus pacientes es probar el mindfulness, “porque probablemente les va a calmar lo suficiente como para permitirles aprender a llegar al orgasmo”. Zolbrod asegura que muchas personas, sobre todo mujeres, tienen miedo de “dejarse llevar”, especialmente si están acostumbradas a tener el control.

A menudo se les enseña a muchas mujeres que el sexo no es más que una función biológica para tener hijos y reciben poca o nula educación sobre el placer"
 

Si la ansiedad te afecta en tu día a día, independientemente de tu sexo, por ejemplo, impidiéndote llegar al orgasmo, algunos expertos recetan medicamentos u ofrecen un tratamiento más personalizado para ayudar a superar el problema.

Otro obstáculo en el camino al orgasmo se encuentra en determinados tipos de educación. “En la educación sexual falta la pieza del placer”, explica Richmond en un vídeo sobre la experiencia de muchas mujeres a la hora de recibir este tipo de sesiones. “A muchas de nosotras nos da vergüenza por motivos religiosos o familiares”.

A menudo se les enseña a muchas mujeres que el sexo no es más que una función biológica para tener hijos y reciben poca o nula educación sobre el placer o sobre su derecho a sentir placer sexual.

“Pese a que se recurre a la idea del sexo para vender coches, maquillaje, vacaciones, comida y ropa, hay muchos sectores de la población y familias que piensan que las mujeres deberían ser asexuales para mantener su ’pureza”, comenta Zoldbrod. “Para tener un orgasmo, tienes que permitirte centrarte en tus genitales y dejarte llevar. Tienes que darte permiso para hacerlo, porque es posible que ni en tu iglesia ni en tu familia te lo concedan”.

Finalmente, hay que tener cuidado con ciertos problemas de salud, como un déficit de vitaminas o la testosterona baja, y medicamentos que quizás estén acabando con tu libido. Entre estos se encuentran algunos antidepresivos y medicamentos para la tensión arterial. Richmond recomienda que lo comentes con tu médico para valorar los posibles efectos adversos.

“Los médicos son, evidentemente, los expertos con los que hay que comentar las ventajas y desventajas de tomar medicamentos o dejar de tomarlos”, concluye.

¿Qué se puede hacer para alcanzar o mejorar el orgasmo?

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Tal y como comenta Zoldbrod, el mindfulness ayuda a controlar la ansiedad y a centrarte en las sensaciones de tu cuerpo. Hay muchos modos de practicar mindfulness: puedes empezar prestando atención a tu respiración para sentirte más presente.

Tanto Zoldbrod como Richmond hacen hincapié en la importancia de conocer tu propio cuerpo. “Para alcanzar mejores orgasmos, tienes que explorar tu propio cuerpo, tanto física como psicológicamente”, sostiene Richmond. “Yo animo a mis clientes a reflexionar sobre el deseo y la excitación; el deseo en cuanto a lo que les enciende y los aspectos mentales del placer, y la excitación en cuanto a cómo se lo hacen y los aspectos físicos del placer”.

Aunque quizás tengas unas nociones de lo que te “debería” encender basándote en lo que has oído o visto, Richmond asegura que no hay dos personas iguales en lo que al sexo y al placer respecta, “de modo que el modo en que practicamos sexo, incluida la masturbación, es muy diferente, una experiencia individual”.

Para alcanzar mejores orgasmos, tienes que explorar tu propio cuerpo, tanto física como psicológicamente”
 

Lo más importante es ser amable con uno mismo durante el proceso, según Zoldbrod. Una vez que ya sabes llegar al orgasmo masturbándote, hablar con tu pareja sexual es fundamental. “Conocerte y ser capaz de pedir lo que quieres es, de lejos, la mejor estrategia para iniciar una vida sexual más sana y empoderada”, insiste Richmond.

Si aun así te cuesta llegar, recuerda que no pasa nada, sobre todo en el caso de que sufras algún trauma sexual. En este caso es probable que necesites más tiempo para superarlo. Zoldbrod recomienda acudir a un terapeuta sexual o a un profesional de la salud mental para ayudarte a tratar y gestionar el trauma.

¿Pasa algo malo si aun así no llego al orgasmo?

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Los orgasmos son buenos para la salud, señala Richmond. Mejoran el sueño, el humor, el estrés, la ansiedad y la respuesta inmune. No obstante, hay que recordar que no todas las relaciones sexuales tienen que acabar en un orgasmo.

“Es esencial que no avergoncemos, culpemos o patologicemos a las personas que no pueden llegar al orgasmo (o que aún no lo han conseguido), porque no hay una edad límite para llegar al clímax”, sostiene Richmond.

Zoldbrod añade que mucha gente, sobre todo las mujeres, sienten “muchísmo placer sin llegar al orgasmo”. Y, como norma general, recuerda: “Si tú disfrutas, a tu pareja no le tiene por qué molestar que no llegues”.

Como sucede con todo, la comunicación es clave para que tu pareja sexual te ayude a alcanzar el orgasmo. Con un poco de paciencia y compasión, ya tienes una buena base para empezar.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.