Por qué Rodolfo Sancho tenía que volver a 'El Ministerio del Tiempo'

Por qué Rodolfo Sancho tenía que volver a 'El Ministerio del Tiempo'

Julián Martínez es mucho más que un agente. Julián Martínez somos todos.

Rodolfo Sancho es Julián Martínez en 'El ministerio del tiempo'TVE

Ha llegado el día. Tras dos años de larga espera, El Ministerio del Tiempo ha anunciado que volverá a abrir sus puertas en TVE durante 2020. Sus agentes van a seguir luchando para que la historia y el pasado no cambien.

Han sido 24 meses de súplicas de los ministéricos, que ansiaban la renovación de la serie creada por Pablo y Javier Olivares. Y justo cuando parecía que ya tenían que despedirse de ella, TVE ha decidido reanudar la ficción por una cuarta —y quizás última— temporada. Será, como ya venía anunciando Olivares desde hacía tiempo, con todos los actores que han pasado por la serie durante las tres temporadas anteriores.

El rodaje de los ocho episodios que compondrán esta cuarta temporada está ya en marcha y en ellos participarán Aura Garrido, Nacho Fresneda, Hugo Silva, Macarena García, Jaime Blanch, Cayetana Guillén Cuervo, Juan Gea y Rodolfo Sancho. Sí, Rodolfo Sancho.

Julián Martínez regresa porque lo necesitaba el equipo liderado por Salvador Martí —también regresa Aura Garrido que no estuvo en los últimos episodios emitidos— y porque la serie estaba huérfana tras su marcha. Nada había vuelto a ser lo mismo.

Julián somos todos

Hay varias razones por las que la vuelta de Rodolfo Sancho era más que necesaria pero la principal es que su personaje es el único actual de toda la serie y por tanto es el único que puede hacer guiños a lo que estamos viviendo ahora.

Con su marcha se perdieron esa visión y esas bromas, que volverán esta cuarta temporada. El presente y el pasado podrán conjugarse de nuevo en una misma escena como la ya mítica batalla de versos entre Lope de Vega y Rosendo Mercado.

El otro motivo por el que el regreso de Julián era primordial es la necesidad de cerrar su historia con Amelia Folch (Aura Garrido). Cabe recordar que la joven había encontrado una fotografía junto a su compañero vestida de novia y un bebé, lo que hacía indicar que los dos agentes acabarían casándose.

La marcha de Sancho dejó la trama abierta y sin explicación, lo que hizo que muchos fans se enfadaran. La tensión sexual no resuelta entre ambos fue, sin duda, una de las tramas que más dio de qué hablar durante la segunda temporada. Con la vuelta de Julián (y de la propia Amelia) se podrá al fin saber cómo termina la historia y si hubo o no boda.

Una cuestión de audiencia

Casualidad o no, lo cierto es que la marcha de Rodolfo Sancho se produjo en la temporada menos vista de las tres y hace pensar que pudo haber tenido que ver con la caída de audiencia: la serie perdió más de un millón de telespectadores.

Su regreso es una vuelta a los orígenes de la producción, que desde el principio (antes incluso de desvelarse la trama) se promocionaba como la nueva serie de Rodolfo Sancho y se hablaba de un Doctor Who a la española. Precisamente la cuarta temporada se vende también con su nombre y la vuelta de todos los personajes del Ministerio.

Rodolfo necesitaba una serie

Dejando la serie a un lado, el regreso de Rodolfo Sancho a la pequeña pantalla era algo necesario. El actor dejó la serie por una falta de entendimiento económico con la productora. En su momento prefirió mantenerse ligado a Antena 3 con Mar de plástico, ya que ganaba bastante más dinero que en TVE. “No hemos llegado a un acuerdo”, dijo el productor y creador tras su marcha.

Ahora las cosas han cambiado. Tres años después, a Sancho solo lo hemos podido ver en Mar de plástico, que terminó de emitirse en 2016, y en tres episodios de Los nuestros 2 (Telecinco). Nada más. Es evidente que al hijo de Sancho Gracia le viene que ni pintado esta cuarta temporada, que será su vuelta por todo lo alto a la televisión.

El doble reto: resucitar y vérselas con Pacino

Aunque ahora todos celebren que Rodolfo Sancho vuelve como agente a El Ministerio del Tiempo, muchos olvidan que Julián Martínez murió en el primer episodio de la tercera temporada, Con el tiempo en los talones, durante una misión en la Batalla de Teruel en 1936 para salvar al poeta Miguel Hernández.

¿Cómo hacer entonces para que no chirríe su resurrección? Teniendo en cuenta que sus compañeros asistieron a su funeral, el reto no parece fácil. Al fin y al cabo esto no es Estoy vivo, donde cualquier personaje puede volver a la tierra en otro cuerpo. Las opciones se reducen y solo dos parecen cobrar fuerza:

  1. Que el Ministerio se salte su normal principal y altere por una vez el rumbo de la historia.
  2. Que su muerte nunca existiese y todo fuese un montaje del Ministerio para salvaguarda la vida de Julián, lo que resulta un poco raro y harían falta muchas explicaciones.

El otro reto al que tendrán que enfrentarse los guionistas tiene que ver con otro personaje: Pacino, al que da vida Hugo Silva. El agente de los 80 entró para sustituir a Julián en varios episodios de la segunda temporada y caló tanto que los ministéricos quisieron que se quedase de forma definitiva. Lo consiguieron, aunque ahora toca saber cómo encajan los dos en la patrulla y cómo se desarrollará la relación de ambos con Amelia Folch. La complicidad entre Pacino y el personaje de Aura Garrido también es evidente.