Positivismo tóxico

Positivismo tóxico

El bienestar no es simplemente alegría. No hay que forzar la felicidad.

Javier Zayas Photography via Getty Images

¿Qué es la positividad tóxica?

La positividad tóxica es considerar que solo hay que poner el foco de nuestra atención en sentirnos siempre bien, aunque las circunstancias sean negativas. Tratando constantemente de no tener emociones, pensamientos y recuerdos negativos o/e incomodas de nuestra vida. Cosa que resulta ineficaz.

La felicidad continua no existe y quien lo afirma miente. Buscar el bienestar propio no quiere decir que nunca tengamos emociones negativas o incomodas, o que las circunstancias negativas nunca te derrumben. Para saber valorar nuestro bienestar, en ciertas ocasiones hay que transitar por el malestar. Esto es lo natural, es la realidad e incluso diría esto es lo más sano. Aceptar que en el día a día que tendrás periodos de malestar te generará mayor bienestar.

Lo que nos puede ocurrir si somos positivos en exceso

El problema de la llamada positividad tóxica es ignorar las emociones que sentimos en situaciones que nos produzca incomodidad o desagrado. Todas las emociones, incluidas las llamadas negativas o incomodas son necesarias para tomar decisiones y llevarlas a cabo.

Permitirse el sentir todas tus emociones fomenta la resiliencia, que es la capacidad de adaptarnos y superar las situaciones adversas. Negar continuamente todo lo negativo que sentimos en circunstancias difíciles es agotador y además hace que bloques las emociones. El problema es que a medio plazo tampoco sentirás las emociones positivas y te sentirás apático. No experimentas lo malo, pero tampoco lo bueno. Y la vida es sentir, lo contrario el sobrevivir.

Así nos afecta bloquear los sentimientos “negativos”

Bloquear las emociones llamadas negativas puede tener consecuencias desfavorables en la salud. Cuando fuerzas no sentir las emociones negativas, el cuerpo llama la atención sobre ese problema y somatiza. Estar constantemente reprimiendo las emociones es agotador física y mentalmente. No resulta saludable y no se puede mantener en el tiempo, es insostenible.

El bienestar no es simplemente alegría. No hay que forzar la felicidad.

Las emociones negativas como la tristeza son vitales para nuestro bienestar. Resulta beneficioso y sano “abrazar” con conciencia plena las emociones negativas o incomodas, en lugar de suprimirlas.

Ser positivos en todo momento nos aleja de la realidad

Lo idóneo es no llevar el ser optimista a lo superficial y extremo. La psicología positiva se ha distorsionado por los vendedores de hum” y/o coaches. Poner el foco de atención en los aspectos que la ciencia nos ha demostrado que nos hace tener mayor bienestar en nuestra vida, es conveniente y sano. Surge el problema cuando es llevado a cabo por aquellos que no son profesionales de la salud mental que pueden llegar a generar en la persona una baja capacidad de afrontar circunstancias adversas.

Negar las situaciones incomodas, duras, dolorosas y dañinas de la vida es como ver la realidad parcialmente como si nos faltara la visión en un ojo

La psicología positiva aplicada por psicólogos y correctamente es una herramienta junto con otras, muy útil. Aplicarla de forma incorrecta por no profesionales de la salud genera una visión muy simplista y parcial de la realidad que genera a medio plazo indefensión aprendida (impresión subjetiva de que haga lo que haga no sirve de nada), antesala de una posible depresión. No todo es cuestión de actitud y voluntad.

Claves para detectar si tienes positividad tóxica

Hay distintos indicadores que te avisaran de que tienes positividad tóxica:

· Refrenar o camuflar lo que sientes de verdad.

· Desatender y hacer por no sentir las emociones negativas o incomodas (tristeza, ira, enfado…).

· Creer que no tienes derecho a sentirte mal.

· Sacar siempre lo positivo de lo negativo que te pase —por ejemplo, pensar que la pandemia es una oportunidad: no es así, es una gran desgracia donde todos hemos perdido algo—.

· No aceptar, ni tolerar que las personas de tu entorno expresen sentimientos negativos o incómodos.

· Resignarse, que es muy distinto de aceptar las emociones negativas.

· Queres tener el control absoluto de tu bienestar, este no solo depende de ti hay un porcentaje muy significativo que no es tu responsabilidad.