El laboratorio andaluz: cómo el PP y el PSOE pueden alcanzar un acuerdo inédito en mitad de la polarización

El laboratorio andaluz: cómo el PP y el PSOE pueden alcanzar un acuerdo inédito en mitad de la polarización

Moreno y Espadas tantean un posible acuerdo de presupuestos.

Juanma Moreno y Juan EspadasEuropa Press News via Getty Images

El sur puede, de repente, marcar un nuevo norte inesperado. Estos días se abre la posibilidad de un gran pacto entre el PP y el PSOE para sacar los presupuestos andaluces para el próximo año. Algo impensable a nivel nacional y en la mayoría de comunidades, dentro de un cada vez más polarizado clima político instalado en el bibloquismo.

Andalucía es ahora mismo un gran laboratorio político. Allí fue donde apareció por primera vez Vox en un Parlamento autonómico, fue la comunidad neófita en gobiernos PP-Cs apoyados desde fuera por la ultraderecha… y será la próxima gran batalla electoral que iniciará un agotador ciclo de urnas en España en los dos próximos años.

Pero en esos giros que da la política ahora Juanma Moreno (PP) y Juan Espadas (PSOE) están explorando la posibilidad de sacar adelante las cuentas públicas de la mano para el próximo año, toda vez que Vox no está por la labor y presiona para adelantar las elecciones -previstas para diciembre de 2022-.

Y hay una razón por la que Moreno y Espadas se acercan cada día más: los dos dicen que no quieren elecciones adelantadas. El presidente andaluz se ha consolidado y en las encuestas aparece como el gran ganador, pero tendría un problema: el hundimiento de Cs y depender directamente de Vox, que podría exigir su entrada en la Junta. Moreno es uno de los barones más centrados del PP, no tiene nada que ver con Ayuso, y quiere mantener su imagen de moderado en una comunidad sociológicamente volcada hacia la izquierda. Por lo tanto, cree que no le penalizaría sacar las cuentas con los socialistas e, incluso, podría ensanchar su base de votantes.

  Sánchez, Moreno y EspadasEuropa Press News via Getty Images

A Espadas tampoco le interesan unas elecciones ya, acaba de coger este verano las riendas del PSOE andaluz, una federación muy tocada tras los años de Susana Díaz y cuyas perspectivas electorales no son buenas. Además, él necesita tiempo para darse a conocer por toda la comunidad. Es el alcalde de Sevilla y tiene que recorrer todavía muchos kilómetros para recuperar la confianza de los andaluces.

“Yo creo que sí puede salir”, cuenta a El HuffPost un miembro del Consejo del Gobierno andaluz. Fuentes de la Junta explican: “Estamos trabajando a tope”. Desde el Ejecutivo de Juanma Moreno explican que será un buen presupuesto y que puede aprobarlo perfectamente el PSOE como el resto de fuerzas políticas. “Lo podemos sacar”, ahondan las fuentes. La idea que manejan es aprobarlo en el Consejo a finales de este mes o a principios de noviembre, luego llegaría la difícil tramitación parlamentaria.

Un acuerdo que no tendría comparación en el resto de España, donde reina la polarización, especialmente en el Congreso de los Diputados. Una actitud muy diferente a la que muestran Pablo Casado y los suyos respecto a los presupuestos del Gobierno de coalición. En Génova 13 descartan en todo momento trasladar este espíritu a las cuentas elaboradas por La Moncloa para 2022 (incluso ya se ha avanzado que se llevará al Tribunal Constitucional la ley de Vivienda, parte del acuerdo de UP y el PSOE para los presupuestos).

  Moreno y CasadoEuropa Press News via Getty Images

Siempre teniendo en cuenta las derivadas internas que puedan surgir por este acercamiento. Dentro de los socialistas andaluces, una parte vinculada a Luis Ángel Hierro (el tercer aspirante en las primarias) está criticando la decisión de Espadas y reclaman que se haga una consulta entre las bases si se da el paso final de apoyar los presupuestos de Moreno Bonilla.

Pero la operación cuenta hasta el momento con el beneplácito de Ferraz, o por lo menos esa exploración. La portavoz del PSOE en el Senado, Eva Granados, apoyaba en rueda de prensa en la sede socialista que el sevillano tienda la mano al malagueño, pero dice que tienen que coincidir en prioridades para apoyarlo. Y por ahora esto, dicen, no pasa del todo.

Granados decía tras las Ejecutiva del PSOE que el partido es consciente de que Espadas sabe cuáles son los “intereses generales del conjunto de los andaluces” y está convencida de que “tomará las mejores decisiones en la negociación o no negociación”.

“Vamos en serio”, dicen desde el entorno de Juan Espadas. En el PSOE andaluz señalan que su ‘número uno’ es serio y formal, que no ha hecho esto por buscar titulares. “No busca el regate corto”, señalan, para recordar que ha sacado personalmente adelante los presupuestos del ayuntamiento en seis ocasiones pactando y no siempre con los mismos grupos.

  Sánchez y EspadasEuropa Press News via Getty Images

“Sabe muy bien lo que es negociar con voluntad de que salgan las cosas y también detecta fácilmente cuando no hay voluntad en la otra parte”, comentan fuentes socialistas. Y en los presupuestos “van en serio”, repiten constantemente. Espadas, dicen los suyos, ha impuesto un cambio de rumbo en el PSOE-A y quiere que se visualice la “fuerza” de ser el grupo mayoritario (aunque no gobierne) como “útil”.

“Y ahora ser útiles para la gente significa estar del lado de las soluciones. Andalucía necesita unos presupuestos para no sólo no perder el tren de los fondos europeos sino para engancharnos a la recuperación. Nos jugamos tener o no inversiones y en torno a 15.000 millones sin contar con los fondos europeos”, explican desde el núcleo duro de Espadas. Además, no ven bien que se prorroguen las actuales cuentas.

Espadas, señalan las fuentes, ha planteado un listado de temas en los que es posible ponerse de acuerdo con el PP: “No son líneas rojas. Ni asuntos ideologizados, sino temas muy razonables a los que un Gobierno no puede decir que no”.

Asimismo, esto ha supuesto romper el tablero andaluz. Según analizan en San Vicente, con este movimiento Vox deja de ser el que manda apoyando o amenazando con romper, Cs queda descubierto y hasta el PP “reconoce que el PSOE de ahora es más incómodo que el de antes”.