Preocupación por una plaga de langostas en varios pueblos de Badajoz

Preocupación por una plaga de langostas en varios pueblos de Badajoz

Denuncian focos masivos de langostas en la comarca extremeña de La Serena: "Se ha descontrolado y es una ruina".

Embalse de La Serena (Badajoz), en una imagen de febrero de 2022.  JAVIER PULPO/Europa Press via Getty Images

Agricultores, ganaderos y vecinos de varios municipios de la comarca pacense de La Serena están preocupados por la presencia de focos masivos de langostas y piden al Ejecutivo extremeño que ayude a controlar la presencia de estos insectos, perjudiciales para las explotaciones del campo e incómodos para la población en general.

El alcalde de Zarza Capilla (Badajoz), Rubén Muñoz, ha dicho a Efe que desde hace varios meses la presencia de estos insectos es muy numerosa.

“Es más vistoso que otros años, aunque también es cierto que se trata de algo cíclico y que se corresponde con el comportamiento gregario de estos animales”, ha explicado.

Se corresponde con el comportamiento gregario de estos animales

Ha manifestado que están en contacto con la Junta de Extremadura desde marzo pasado, cuando se les informó acerca de las acciones a tomar ante la presencia de estos insectos, que causan estragos en la ganadería y las plantaciones de la zona.

La Dirección General de Agricultura y Ganadería ha realizado tratamientos fitosanitarios en diversas zonas de la comarca, pero por el momento no parecen haber tenido el efecto deseado.

“Ahora se ha descontrolado y es una ruina”

“Es una plaga que existe desde siempre, pero ahora se ha descontrolado y es una ruina”, ha subrayado a Efe un ganadero de Cabeza del Buey, quien ha denunciado que las langostas han arrasado con más de 50 hectáreas de guisantes.

Ha indicado que, debido a los daños en los pastos, deben buscar una suplementación extra para los animales, lo que supone un encarecimiento de los costes de producción.

“Si ya de por sí está todo a un precio desorbitado, las langostas nos obligan a hacer un desembolso extra”, ha lamentado.

De no ser por las langostas habríamos tenido alimento para los animales durante todo el verano, pero lo han arrasado y estamos desesperados

Todo ello después en una primavera que se estaba desarrollando de manera positiva en términos climatológicos.

“De no ser por las langostas habríamos tenido alimento para los animales durante todo el verano, pero lo han arrasado y estamos desesperados”, han remarcado desde el sector.

Esta masiva presencia no afecta únicamente a los animales, ya que también dificulta a los trabajadores de las fincas agroganaderas el correcto desempeño de sus tareas.

Por ello, han pedido a la Junta que ayude a controlar la presencia de las langostas para evitar un mayor perjuicio económico en las actividades de la zona y evitar también las molestias para la población en general.

Las langostas han tomado una dirección de vuelo distinta, yendo hacia lugares donde no es tan habitual su presencia

El alcalde de Zarza Capilla ha señalado que la presencia de estos insectos “no es mayor que en otros años” y ha precisado que la principal diferencia respecto a años anteriores es que en 2022 las langostas han tomado una dirección de vuelo distinta, yendo hacia lugares donde no es tan habitual o su presencia suele ser menor.

Además, este año se dan las condiciones climatológicas idóneas para que estos insectos se reproduzcan en mayor medida

Ello, unido a las limitaciones de tratamientos fitosanitarios, sobre todo en tierras de ecológico, hacen un caldo de cultivo perfecto para la proliferación de estos insectos, que no son dañinos para el ganado, pero perjudican a cultivos de secano como los cereales o el olivar, entre otros, según ganaderos y alcaldes.

La langosta mediterránea puede causar daños muy graves en la agricultura, en especial cuando sufre el fenómeno conocido como gregarización, cuando se desplaza a decenas de kilómetros y puede arrasar cosechas en lugares muy alejados de su lugar de avivamiento.

Sus hábitats en la región se localizan en las comarcas de La Serena y los Llanos de Cáceres, Trujillo y Brozas, en unas 400.000 hectáreas potenciales, según la Junta de Extremadura.