¿Qué escenarios se abren tras la decisión de Junts de salir del Govern?

¿Qué escenarios se abren tras la decisión de Junts de salir del Govern?

Casi el 80% de la militancia del partido ha participado en una consulta clave para el futuro político de la comunidad.

El president Pere Aragonès (ERC), durante el anuncio del cese de vicepresident Jordi Puigneró (JxCat).David Zorrakino/Europa Press via Getty Images

Las bases de Junts han hablado. El 55,73% de los votos de la consulta han sido a favor de romper con ERC frente al 42,39% que ha decidido mantener la coalición.

Así ha anunciado el propio partido, según los resultados provisionales, después de contabilizar los votos del 80% de los 6.465 militantes que estaban llamados a votación bajo la pregunta: ”¿Quieres que Junts continúe formando parte del actual Govern de la Generalitat de Cataluña?”.

Ahora, el Gobierno catalán se enfrenta a una serie de posibles escenarios que se irán esclareciendo en las próximas horas.

1. Renovación de medio gabinete

La victoria de la ruptura provoca, a priori, la salida inmediata de los seis consellers de JxCat que quedan, con carteras clave como Economía, Salud o Acción Exterior.

Para ERC no será tarea fácil encontrar suficientes cuadros para sustituir no solo a los consellers, sino también a centenares de altos cargos de JxCat, aunque Aragonès puede ofrecer algunos de ellos -por debajo del rango de secretarios generales- que continúen.

2. Geometría variable para sobrevivir a la inestabilidad

Con 33 diputados, lejos de la mayoría absoluta de 68, un Govern de ERC en minoría se caracterizará por su fragilidad e inestabilidad; por ello, se podría abrir la posibilidad de un acercamiento a los comunes -con los que se negocian los presupuestos y se comparte la apuesta por el diálogo e incluso por un referéndum a la canadiense- para que entraran en el Govern y, así, alcanzar los 41 diputados juntos.

El socialista Salvador Illa ha garantizado que seguirá tendiendo la mano al Govern para aprobar los próximos presupuestos; fuentes del PSC no descartan permitir la aprobación de las cuentas en un contexto de crisis energética y económica, aunque no contemplan que ese margen se extienda más allá de un año. Además, los socialistas necesitarán del apoyo de ERC a los presupuestos del Estado para 2023.

ERC, no obstante, quiere evitar quedar cautiva de los votos socialistas, confía en la “geometría variable” -pactos con distintos grupos en función del tema- e incluso espera lograr acuerdos puntuales con JxCat aunque esté en la oposición.

3. Golpe a los pragmáticos de JxCat

Las voces que más se han significado a favor de continuar en el Govern, como Giró, Alsina o dirigentes cercanos a Turull, quedarán descolocadas frente al empuje del sector rupturista -autodenominado a menudo “octubrista”, por sus reiteradas apelaciones a cumplir el “mandato del 1-O”-, que enarbola la bandera de la “confrontación” con el Estado, una estrategia que lidera el Consejo de la República.

JxCat podrá marcar perfil propio y presentarse al próximo ciclo electoral ofreciéndose como el independentismo irreductible frente a la “rendición” de ERC, pero buena parte de los cargos territoriales prefiere llegar a las elecciones municipales de 2023 desde el Govern y, además, podrá verse frustrada la operación para convencer a Xavier Trias para que se presente como alcaldable por Barcelona.

4. ¿Oportunidad para una alternativa moderada?

Desde que en 2020 rompió con JxCat, el PDeCAT se ha ido residualizando como fuerza del soberanismo moderado, ensayando una confluencia con otros grupúsculos, bajo el nombre de Centrem, que se ha acabado estrellando tras la dimisión en agosto de Àngels Chacón, que dejó la política harta de “luchas internas”.

Desde 2020, ha habido un trasvase de cargos y militantes de un cada vez más irrelevante PDeCAT hacia JxCat, pero la radicalización de Junts fuera del Govern abrirá una oportunidad para facilitar el viaje de vuelta de los perfiles más moderados.