Qué hace la Cámara de Representantes de EEUU y qué implica que ahora tenga mayoría republicana

Qué hace la Cámara de Representantes de EEUU y qué implica que ahora tenga mayoría republicana

Hasta ahora, los demócratas mandaban en la Cámara Baja y el Senado, pero ahora los hemiciclos se reparten y la dificultad de aprobar leyes será mayor para Biden.

El Partido Republicano de Estados Unidos logró esta pasada noche la mayoría en la Cámara de Representantes, tras un escrutinio que se ha alargado durante más de una semana desde las elecciones que se celebraron el pasado 8 de noviembre.

Según las proyecciones de los canales televisivos CNN y NBC, los republicanos se han asegurado ya 218 de los 435 escaños, el mínimo necesario para garantizarse el poder en esa Cámara. Los demócratas, por su parte, cuentan de momento con 210 escaños y acumulan una pérdida neta de 11 asientos respecto a los anteriores comicios.

En las midterms de la semana pasada, entre otras cosas, se elegía la totalidad de los 435 escaños en la Cámara de Representantes. Los republicanos necesitaban ganar al menos cinco escaños adicionales a los que ta tenía para hacerse con su control y, sí, lo han logrado, pero los de Donald Trump lo han hecho por la mínima, por debajo de lo que auguraban las encuestas, y además su celebración se ve enfangada porque el Senado sigue en manos de los demócratas y porque tampoco ha habido ola roja en las elecciones a gobernadores de los estados.

Ya tenemos los resultados pero, ¿y para qué sirve esta Cámara? ¿Qué importancia tiene que haya pasado a manos conservadoras?

Qué hace

La Cámara de Representantes equivale a la Cámara Baja (la Alta es el Senado) y es parte del poder legislativo del Gobierno federal norteamericano. Los proyectos de ley de un Gobierno, en este caso, los de la Administración Biden, se originan en la Cámara de Representantes pero necesitan ser aprobados con la mayoría de votos de dos tercios del Senado para llegar a ser verdaderamente ley. Son, ambas, necesariamente complementarias no sólo para las nuevas normas, sino para derogar o reformar las antiguas.

La Cámara baja tiene varios poderes de uso exclusivo, como la autoridad para presentar proyectos de ley de ingresos, iniciar procesos de destitución en contra de funcionarios federales y elegir al presidente del país en caso de que haya un número igual de votos en el Colegio Electoral.

Quién lo compone

Tiene 435 representantes que sirven por un período de dos años. El número de representantes por cada estado se basa en la población de cada territorio. California, Texas, Florida y Nueva York son los que cuentan con el mayor número de representantes. Adicionalmente, hay 5 delegados sin voto -aunque sí poseen los mismos poderes que los demás miembros-, que representan el Distrito de Columbia (la ciudad de Washington), el Estado Libre Asociado de Puerto Rico y otros cuatro territorios más: Samoa Americana, Guam, las Islas Vírgenes de EEUU y la Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte.

El funcionario de mayor rango de la Cámara de Representantes es su presidente, quien es elegido por los representantes. Esta persona es la tercera en la línea de sucesión a la presidencia de Estados Unidos. Desde 2019, la demócrata Nancy Pelosi ostentaba el cargo de presidenta de la Cámara. Este jueves, la veterana y poderosa política dirá cuál es su futuro.

Cómo funciona

Una vez que algún representante presenta un proyecto de ley en la Cámara de Representantes, éste debe ser revisado por las diferentes comisiones y subcomisiones, donde pueden aceptarlo, modificarlo o rechazarlo por completo, antes de ser presentado al pleno de la Cámara para ser sometido ya a debate.

La Cámara de Representantes cuenta con 23 comisiones, cada una a cargo de un área política específica, y 104 subcomisiones, encargadas de materias más especializadas y concretas. Por ejemplo, la Comisión de Medios y Arbitrios de la cámara baja incluye, entre otros, las subcomisiones del Seguro Social y de Comercio.

Qué pasa ahora que mandan los republicanos

La victoria en la Cámara de Representantes otorgará a los conservadores la capacidad de dificultar sustancialmente la agenda legislativa del presidente Biden, a partir de enero -fecha en la que comienza la nueva legislatura- y durante los próximos dos años, la mitad del mandato presidencial.

La presidencia de la Cámara de Representantes la ostenta actualmente la demócrata Pelosi y el Partido Republicano ya nominó el martes al actual líder de la minoría, Kevin McCarthy, para sucederla a partir de enero. “Esta noche es oficial: Hemos despedido a Nancy Pelosi”, ha recalcado McCarthy en declaraciones a la cadena Fox, horas después de que su formación se hiciera con el escaño 218, que le otorga el control de la Cámara baja.

McCarthy nació en California, tiene 57 años y ha ocupado altos cargos en la Cámara baja del Congreso desde el año 2014. Tiene experiencia, pues. A partir de enero, será el republicano con más poder en Washington. Venció a Andy Biggs, integrante del grupo de extrema derecha Freedom Caucus, en una votación secreta del partido para elegir al presidente de la Cámara, por lo que no es del ala más extremista de su formación, pero sí que ha sido avalado por Trump, con quien ha tenido algunos choques.

Los progresistas lograron asegurarse el control de la Cámara Alta en las elecciones de medio mandato al ganar suficientes escaños para llegar a los 50 senadores sobre un total de 100, una cantidad suficiente porque el voto de desempate recae en manos de la vicepresidenta, Kamala Harris.

A partir de enero, por tanto, el Congreso de EEUU estará dividido, con los demócratas al frente del Senado -que desempeña un papel clave, por ejemplo, en la confirmación de cargos gubernamentales- y los republicanos liderando la Cámara de Representantes, que controla todo lo relativo a legislación fiscal y presupuesto.

Los demócratas, no obstante, esperan que no haya bloqueo legislativo, porque en EEUU no hay disciplina de partido, por lo que se puede convencer a seis, siete, ocho republicanos de 435 congresistas. También, porque se pueden sacar cosas adelante a base de negociar mucho más con el adversario, por lo que habrá que hacer proyectos más consensuados o rebajados. Y también los presidentes tienen la opción de los decretos presidenciales, que si bien no te garantizan la continuidad, permiten hacer cosas en ese tiempo de minoría.

Tras conocer la victoria de los republicanos en la Cámara de Representantes Biden, ha mostrado su disposición a trabajar con los republicanos en la Cámara Baja con el fin de obtener “resultados para las familias trabajadoras”. “Las elecciones de la semana pasada demostraron la fuerza y la resistencia de la democracia estadounidense. Hubo un fuerte rechazo a los negadores de las elecciones, a la violencia política y a la intimidación. Hubo una declaración enfática de que, en Estados Unidos, la voluntad del pueblo prevalece”, ha aseverado el mandatario estadounidense en un comunicado difundido por la Casa Blanca.