Qué sube y qué baja: así cambiaron los precios por producto en agosto

Qué sube y qué baja: así cambiaron los precios por producto en agosto

La gasolina baja un 10,9%, el gasóleo un 6,4%, aunque acumulan una subida anual de más del 9% y el 23%. La electricidad sube un 15,9% y los paquetes turísticos nacionales, un 13,3%.

Combustibles.filo via Getty Images

Nueva entrega de datos sobre la inflación en agosto. Sí, ha vuelto a subir, de hecho, se ha corregido sobre las previsiones del adelanto que hizo el Instituto Nacional de Estadística (INE) y aumenta una décima más de lo esperado, hasta el 10,5% de variación anual. Sin embargo, mirando al detalle con respecto a Julio, destaca una caída en el precio de los carburantes, con la gasolina reduciendo su precio un 10,9% y el gasóleo un 6,4%.

Un ligero respiro que explica la reducción de tres décimas, a pesar de la corrección al alza con respecto al adelanto. La bajada de los combustibles ha tirado para abajo también los costes globales de los transportes más de un 4,5%, según informa el INE en su nota de prensa.

Los alivios no dan para mucho más. Los alimentos suben tres décimas su escalada y ya se sitúa en el 13,8% anual. Destacan, entre otros, la carne de ave, con una subida del 17,6%; los huevos, un 22,4%; o la pasta, un 30,3%.

Esta escalada dramática en los precios de los alimentos son las que han motivado que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, propusiera la semana pasada una cesta de la compra con productos básicos para los consumidores cuyo precio no se fuera de madre. Quizás sea el momento de plantearse mejorar la dieta hacia otra más saludable y, de paso, económica. Las frutas frescas bajan un 2% mensual.

La bestia negra, la electricidad, no ha quedado fuera de la fiesta alcista. Sube un 15,9% en agosto, más que en 2021, y acumula una desorbitante subida anual del 60,6%. Esto, como indica el INE, arrastra los costes asociados a la vivienda, que aumenta su escalada anual en casi dos puntos hasta el 24,8%.

Estos aumentos, que ya eran palpables en el verano de 2021, se han disparado desde que empezó la guerra de Ucrania, en la cual la energía se ha convertido en un arma más que el régimen de Vladimir Putin utiliza para presionar a la Unión Europea para que cese su apoyo a Ucrania. La UE, por su parte, ha pedido a los socios que se pongan manos a la obra y ahorren.

En esa línea, y con el fin de aliviar los precios, el Gobierno ya ha puesto en marcha medidas de ahorro energético, y este lunes por fin se conocieron las medidas que propone la oposición, encarnada en el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo.

A pesar de semejantes nubarrones y ruido político, hay subidas de precios que van ligadas a algunas islas de bonanza económica. La recuperación meteórica del turismo este verano, que ha alcanzado e incluso superado en algunos casos los niveles prepandémicos de 2019, también ha empujado en agosto, y con fuerza, el precio de los paquetes turísticos nacionales. Concretamente un 13,3%, y arrastra también otros índices que suben ligeramente como los precios ligados al ocio, un 1%, y a los de los hoteles, cafés y restaurantes un 0,4%.

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta tres décimas, hasta el 6,4%. Es la más alta desde 1993.

Se prevé un otoño caliente en España y en buena parte de Europa debido a la subida de los precios y el aumento del coste de la vida. Hoy la inflación, el termómetro que mide la fiebre de los precios, baja tres décimas, pero tiene que bajar mucho más para que desaparezcan los delirios que estrangulan las cuentas familiares desde hace ya muchos meses.