Quiénes son los negacionistas antimascarilla de España

Quiénes son los negacionistas antimascarilla de España

Entre ellos hay abogados, curanderos, blogueros, marinos y hasta sanitarios

Una manifestante anti mascarilla, el pasado 16 de agosto, en la protesta de Madrid. JAVIER SORIANO via Getty Images

Ahora es Alemania la que está en el candelero por el intento de asalto del Reichstag, la sede del Parlamento nacional, a manos de unos negacionistas, ciegos ante la pandemia del coronavirus. En origen de ese movimiento está en grupos de ultraderecha y neonazis. Pero, ¿y de dónde vienen los de España?

Aquí hay una mezcla de orígenes, desde los puramente movidos por intereses políticos y económicos a nuevos guruses, abogados, curanderos, blogueros, exmilitares y hasta sanitarios que sostienen que hay una conspiración tramada contra el mundo para controlarlo y dominarlo y el Covid-19 no es más que un invento, el primer paso. Son pintorescos los orígenes de los impulsores de este movimiento. Así, si tomamos la manifestación de Colón que reunió a unas 2.500 personas hace dos semanas, la convocatoria venía firmada por Fernando Luis Vizcaíno Carles, un blogger valenciano que hace muchas otras cosas: es profesor de yoga, escritor y psicoterapeuta, psicólogo y astropsicólogo.

Su figura ha cobrado impulso sobre todo a través de su canal de Youtube, cerrado en estos momentos por los gestores de la red social. Tenía 6.000 seguidores. En sus vídeos, defendía por ejemplo que “la pandemia no existe y su implementación forma parte de un plan para recortar libertades y desarrollar un nuevo orden mundial”. Sostiene, no obstante, que no se manifiesta contra el coronavirus, sino contra la manipulación. Las autoridades, denuncia, “crean problemas de la nada o los exageran hasta hacernos creer que el mundo es del color que a ellos les interesa que creamos”.

Otro de los rostros destacados en este movimiento es el de Ricardo Delgado Martín. Muy seguido en redes sociales, también se ha apoyado en Youtube para transmitir sus mensajes, en un canal igualmente clausurado, llamado La Quinta Columna. En sus redes sociales indica que su actividad profesional estuvo o está relacionada con el fitness y dice también que es graduado en Estadística y que tiene un máster en Bioestadística. Su principal ataque es a los medios de comunicación, a los que califica de “terroristas” de forma habitual.

A ellos se suma Luis de Miguel Ortega. Inicialmente, según sus explicaciones, ejerció la enfermería, pero ahora su oficio es el de abogado. Dice que se dedica a luchar contra la supuesta “corrupción médica” y a denunciar “negligencias y abusos” a los pacientes de España. Por eso su discurso sobre las mascarillas y la pandemia tiene una ligazón, además, con los antivacunas. “Además de ser abogado de la Fundación de Terapias Naturales, ha creado plataformas en internet desde las que pide donaciones para impugnar las normas sobre el uso de la mascarilla”, añade La Vanguardia.

Posiblemente, arriba de este podio esté un agricultor jubilado catalán llamado Josep Pàmies, un gurú de las pseudoterapias, denunciado en numerosas ocasiones por la comunidad médica y científica. Ha llegado a afirmar que había relación entre las vacunas y el autismo o poner en duda la existencia del sida, sin ir más lejos. Suele insistir en que todo en fruto de una confabulación, sin más. Ante el coronavirus, Pàmies propone la cura milagrosa con la que asegura que también se puede afrontar el cáncer: el clorito sódico, una sustancia que, según los médicos de verdad, puede ser dañina para la salud. Los críticos lo llaman, incluso, “el embaucador de la lejía”, por defender esa mezcla. Ha sido multado varias veces ya por la Generalitat de Cataluña por promover terapias y tratamientos alternativos, sin aval médico, para el autismo, el cáncer, la malaria y otras dolencias.

El excapitán de la marina mercante y escritor Rafael Rosselló opta por Telegram para transmitir sus mensajes, sobre todo quejas sobre las multas, el mal uso de las mascarillas y las imposiciones de los políticos. Habla de la defenda de la libertad, frente a las supuestas imposiciones gubernamentales.

Y en grupo

También hay grupos, no sólo individuos. Como la plataforma Médicos por la verdad, presentada a inicios del verano en Madrid. Este colectivo defiende que ellos investigan y proclaman lo que las autoridades y los medios de comunicación desean ocultar. Según afirman, el uso de mascarillas -“bozales”, como les llaman los negacionistas- provoca enfermedades respiratorias y debería limitarse a “médicos, cuidadores, sanitarios y enfermos”. Igualmente, relacionan la vacuna contra la gripe con la Covid-19. Sus afirmaciones han sido verificadas incluso por la agencia AFP, y no salen bien paradas.

Entre los convocantes y simpatizantes figura también Resistencia Democrática, conocida como Movimiento Barrio Salamanca Núñez de Balboa, que se define como “transversal” aunque muchos de los mensajes de su líder son favorables a Vox, el partido de ultraderecha de Santiago Abascal. Fueron de los primeros en organizarse y salir a la calle, a principios de verano, sin mascarilla o con ellas rotas como señal de protesta.