Quique Royuela: "En 'Principia' seguiremos reivindicando la ciencia como parte de una única cultura"

Quique Royuela: "En 'Principia' seguiremos reivindicando la ciencia como parte de una única cultura"

"Lo peor de todo es que la mayoría de las personas que hablan de Cervantes y 'El Quijote' ni siquiera se lo han leído".

Quique Royuela.Por cortesía de Manuel Souto

Quique Royuela (Cuenca, 1976) es doctor en Microbiología, Fisiología y Genética. Desarrolló su carrera profesional como virólogo en el Centro Nacional de Microbiología y en el CIBERESP. Ha formado parte del grupo de Taxonomía y Nomenclatura Viral de la Organización Mundial de la Salud. Es cofundador, director y editor jefe de las publicaciones Principia, Principia Magazine y Principia Kids (Premios Bitácoras, Prismas y 20Blogs, entre otros). También es director, guionista y editor del podcast Míranos, comisario de la exposición Ciencia de acogida y profesor de narrativa aplicada a la comunicación y divulgación de la ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid y Universidad Carlos III.

¿Cómo y cuándo nace Principia?

Principia nace en noviembre de 2014 cuando lanzamos la versión online. Más tarde, en junio de 2015, sale el primer número de la revista impresa gracias a una exitosa campaña de crowdfunding en Verkami, consiguiendo el doble de aportaciones de las necesarias. Fue un éxito que nos sorprendió a todos porque había gente que ya había colaborado en un proyecto anterior. No daba un duro por esta nueva apuesta en la que nos habíamos empeñado: unir ciencias y letras en un formato ilustrado. Y encima en papel, en plena época digital. Después de ver el exitoso resultado de los crowdfunding (hicimos el de Principia Kids en diciembre de 2015) nos dimos cuenta de que era una locura compartida por mucha gente.

El lema principal de la revista Principia es ′Una única cultura’¿Todavía seguimos diferenciando entre una cultura de letras y de ciencias?

Sí, hay quien se empeña en hacer esa diferencia y seguirá haciéndose. Y más teniendo en cuenta que a nivel institucional se sigue eliminando la ciencia de la cultura. Parece que cualquier otra disciplina del conocimiento como historia, arte, literatura o arquitectura sí que forma parte de lo que se considera ‘tener una cultura general’, pero tener conocimientos de ciencias no es de cultura general, sino de frikis. De hecho, es muy significativo que en la convocatoria de las ayudas editoriales a las revistas culturales del ministerio de Cultura y Deporte no tengan en cuenta a la ciencia. Cito literalmente: “Se entenderán que son publicaciones pertenecientes al ámbito de la cultura (...) aquellas dedicadas a alguna de las siguientes materias: Literatura y lingüística; Artes plásticas, artes escénicas, música; Diseño, fotografía, creación audiovisual, cinematografía; Historia, geografía, arquitectura; Filosofía, ciencias sociales, jurídicas y políticas y crítica de la cultura”. ¿Ves a la ciencia por algún lado?

Es una pena, pero desde que Charles Percy Snow dio su archiconocida conferencia en 1959 hablando de las dos culturas, seguimos igual. Por nuestra parte, seguiremos reivindicando la ciencia como parte de la cultura y que no existen dos culturas, sino una única y necesaria.

Me hace mucha gracia cuando estás con gente y toca hacer la cuenta en algún restaurante, porque siempre hay alguien que te dice ‘hazla tú, que yo soy de letras’. Es algo que está muy arraigado y es complicado de vencer, pero se puede.

¿Y crees que está peor visto socialmente desconocer quién escribió El Quijote que los Principia?

Sin duda. En cualquier círculo o ámbito cultural se penalizaría más a quien no supiese de la autoría de El Ingenioso hidalgo... Sin embargo, saber que los Principia de Newton es una de las obras más importantes de la historia de la humanidad sería de frikis, de personas raras. Porque, al fin y al cabo, la literatura es cultura general y la ciencia no. Lo peor de todo es que la mayoría de las personas que hablan de Cervantes y El Quijote ni siquiera se lo han leído, y no saben lo que se pierden. Por el contrario, yo no me he leído los Principia, porque es una obra que no está al alcance de cualquiera. Pero es que una cosa no quita la otra.

¿Cómo crees que ha evolucionado la cultura científica en España en los últimos años?

Respecto al conocimiento científico en España, creo que se ha producido una explosión brutal en los últimos años. A nivel global quizás no lo sea tanto, pues al final uno se nutre de lo que le rodea y el ecosistema en el que vivo está rodeado de ciencia. Sin embargo, en Principia trabajamos mucho con el conocimiento en otras disciplinas, como la ilustración o filosofía, y notas que en muchas personas esa brecha entre las ciencias y las letras se va estrechando. Quizás porque en su día a día conviven en un medio mucho más rico, donde la ciencia cada vez forma más parte de su cotidianidad.

Además, personalmente, prefiero usar el término conocimiento científico que ‘cultura científica’, porque, entonces, sí que parece que hay varias culturas. Hay una cierta reivindicación detrás de no querer usar ese término. Dentro de la cultura, considero que existe el conocimiento científico, como lo hay literario, artístico, etc.

Una de vuestras líneas que más éxito está teniendo es Principia Kids pensada principalmente para los más pequeños, a pesar de que la recomendáis para niños de entre 0 y 99 años. ¿Cómo de importante es fomentar la cultura científica entre los más jóvenes?   

Es absolutamente esencial. Los jóvenes no son nuestro futuro, son nuestro presente. Son los que con sus acciones y decisiones crean la sociedad actual. Desde Principia Kids abordamos varios objetivos, además de la divulgación científica propiamente dicha. Por ejemplo, proporcionamos referentes distintos en los que todo tipo de personas se vean reflejadas ayudando a fomentar vocaciones científicas o fomentamos el pensamiento crítico, basado en evidencias, para ayudar a tomar mejores decisiones. Las personas de mi edad hemos crecido con el mismo tipo de referentes, entre los que era difícil que se colara alguna mujer o personas de otras etnias o con diversidad funcional o neurodiversidad. Hace treinta años esto era complicado, pero en la actualidad no podemos continuar perpetuando esos estereotipos. Es esencial que los y las peques crezcan con todo tipo de referentes, basados en la igualdad y la diversidad.

Otro proyecto que funcionó muy bien es la colección de cromos de científicos La Extraordinaria Liga de la Ciencia¿Creéis que los científicos pueden competir con los futbolistas como referentes entre los adolescentes?

¡Ya nos gustaría! (risas) Pero es complicado. La colección de cromos es un proyecto que nos encanta, pero competir con los futbolistas o las princesas Disney es muy complicado por una cuestión fundamentalmente económica. El fútbol genera muchísimo dinero y las empresas que lo explotan también lo generan. Quién sabe si alguna empresa de este tipo apostara por la ciencia hasta dónde podrían llegar todas esas referencias: Margarita Salas, Chien-Shiung Wu, Pío del Río Hortega, Nansie Sharpless... Con esto quiero decir que la competencia es muy desigual, porque en una parte se invierte mucho más dinero que en la otra. Quizás con presupuestos similares, los resultados no serían tan dispares…

También recientemente habéis lanzado una colección de puzzles sobre pioneras de la ciencia como Ada Lovelace, con el fin de cambiar referentes. 

Sí, uno de los objetivos principales en Principia es el de dar relevancia al papel de la mujer en la ciencia, históricamente ocultado e incluso denostado. Pretendemos, humildemente, dar visibilidad a científicas que pueden llegar a constituir referentes tanto en niños como en niñas. Ya sabes que de lo que no se habla, no existe. Así que somos muy pesados hablando (en este caso creando puzzles) de pioneras de las ciencias, para que existan. Más concretamente en el campo de la informática y las matemáticas, donde el número de mujeres que las estudian es mucho menor. Y no es porque no tengan la capacidad de hacerlo, sino porque muchas veces ni siquiera lo contemplan como una opción por, precisamente, la falta de referentes, una modelo en la que fijarse.

En vuestra última temporada habéis fusionado ciencia y el séptimo arte. ¿Hay más ciencia en las películas y series de lo que imaginamos?

¡Pues la verdad es que hay más ciencia de la que incluso yo había imaginado! El cine está hecho para disfrutar y entretenerse pero, ¿por qué no puede ser una fuente de conocimiento y reflexión? No pretendemos que la gente vaya al cine con un boli y un cuaderno para tomar notas, sino hacer pensar a la gente y hacer que disfruten más de una película en la que los conceptos científicos son bien tratados o que se echen unas risas con cuestiones inverosímiles.

Por último, ¿nos puedes adelantar alguno de vuestros futuros proyectos?

Algo en lo que estamos trabajando ahora mismo es en un cómic. Estoy haciendo el guion de un cómic sobre la química, farmacéutica y artista exiliada María Teresa Toral. Conseguí ‘engañar’ a la historiadora del arte y de la ciencia Elisa Garrido para que participara en esta aventura. No me costó mucho, porque se apuntó incluso antes de que terminara de contarle. Ella se está encargando de toda la historiografía y yo del guion. Además, tenemos la suerte de contar con una joven tremendamente talentosa para la ilustración y el cómic, Inma Martín Marín. Esperamos que pueda estar listo para mediados del año que viene, así que aquí estamos las tres trabajando duro en un cómic sobre una mujer asombrosa que todo el mundo debería conocer.