Radiografía de un Gobierno de coalición en plena pandemia

Radiografía de un Gobierno de coalición en plena pandemia

Debates internos, fricciones entre sectores… pero sin crisis a la vista.

ConsejoMoncloa

España vive una pandemia sin precedentes. Días durísimos con miles de muertos y contagiados, con un país confinado, en pleno estado de alarma y sólo funcionando la actividad esencial desde esta semana. Y al frente de ello está el primer Gobierno de coalición en el país desde la II República.

Un Ejecutivo en el que conviven varias almas, sensibilidades y familias y que debe tomar decisiones cada día al límite. Además, es un Gobierno en el que por ahora hay hasta tres miembros infectados por el coronavirus: la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y las ministras de Igualdad, Irene Montero, y de Política Territorial, Carolina Darias.

Una delicadísima situación sanitaria, en la que todos rezan por frenar la curva, pero que tiene también un fuerte componente económico y social. El día de hoy es muy duro, pero las consecuencias lo serán también sobre meses y años en la vida del país. Es en esa salida de la crisis donde se producen los choques y los debates entre los miembros del Gobierno principalmente.

No se vislumbra crisis de Gobierno

Choques, fricciones, presiones… Pero no se avista una crisis de Gobierno, según fuentes conocedoras de la situación en el seno del Ejecutivo. Los socios saben que existen discrepancias desde que nació la coalición y que durarán toda la legislatura, pero entienden en ámbitos socialistas y de UP que una crisis de Gobierno solo le interesa a la derecha. Ni los ministros ni los dos partidos coaligados están por una ruptura. Y entienden, según fuentes de ambas formaciones, que los ciudadanos tampoco.

  Reunión en la que se aprobó el estado de alarmaEfe

Además, en estos días la relación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sigue siendo buena, según fuentes conocedoras. Hablan varias veces, se escuchan, se consultan. En unos momentos casi fantasmagóricos con la Moncloa casi vacía, en la que sólo están los imprescindibles. Son jornadas muy difíciles para un presidente del Gobierno, que además tiene a su mujer infectada.

La relación entre Sánchez e Iglesias sigue siendo buena

Los propios ministros apenas se ven. De hecho, las reuniones del Consejo de Ministros se hacen vía telemática. Solo unos pocos se juntan en el llamado búnker de La Moncloa: Pedro Sánchez junto a los ministros competentes en el estado de alarma Margarita Robles (Defensa), Fernando Grande-Marlaska (Interior), José Luis Ábalos (Transportes) y Salvador Illa (Sanidad). Además, en las últimas reuniones en ese espacio blindado ha estado la titular de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero.

En la sesión extraordinaria de este domingo, para paralizar la actividad no esencial, también fue convocada la encargada de Trabajo, Yolanda Díaz. El resto intervienen por videoconferencia a través de un sistema de líneas seguras y mallas verificadas diseñado por los servicios de inteligencia del CNI para que no haya filtraciones.

Los problemas "técnicos" del último BOE

Esa misma mañana de domingo se aprobaba el real decreto por el que se fijaban las actividades esenciales, una medida drástica que hasta el viernes negaba públicamente el Gobierno y que fue anunciada en una comparecencia sorpresa de Pedro Sánchez el sábado por la tarde. Lo que pasó durante la tarde del domingo hasta la medianoche desató los nervios de muchos ciudadanos: no se publicó la lista completa en el BOE hasta veinte minutos antes de la doce y se fijaba una moratoria de un día para que pudieran cerrar las empresas.

A pesar de este letargo, fuentes gubernamentales niegan que se produjera una pelea encarnizada entre sectores por la tarde, como sí había habido días atrás con los decretos de ayudas sociales y económicas. Fueron aspectos “técnicos”, argumentan desde el Departamento de Trabajo. Y es que una de las constantes durante los últimos Consejos es que se trata de decretos muy complicados sin precedentes y hay que ir afinando línea a línea en tiempos récord.

  SanchezEfe

Durante estas semanas se han ido perfilando varios bloques dentro del Gobierno. Con un debate de fondo: mayor gasto para medidas para los trabajadores y población con lo que se llama un “escudo social” frente a una visión más macroeconómica y mirando a la Unión Europea para el día después.

El último de estos bloques está liderado por la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, una ortodoxa que había desarrollado su vida política en las instituciones europeas antes de que la llamara Pedro Sánchez. Junto a ella se han alineado estos días la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la titular de Hacienda, María Jesús Montero. En el otro sector está el líder de UP, Pablo Iglesias, junto a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, pero también se han sumado durante algunos debates miembros del PSOE como José Luis Ábalos (Transportes), Reyes Maroto (Industria) e Isabel Celaá (Educación).

Una parte del Gobierno piensa en clave macroeconómica y otra apuesta por más endeudamiento para el escudo social

Y una cosa que ha llamado la atención a varios miembros del Gobierno es que se ha unido a este último grupo el titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que cada día gana más peso a la hora de ser escuchado por Pedro Sánchez. Él llegó como independiente, proveniente de la Airef y nombrado en su día por el Gobierno de Mariano Rajoy. Otro ‘halcón’ dentro del Gobierno, pero se ha posicionado durante estos días más en ese escudo social y además se ha levantado como contrapeso de Nadia Calviño.

La decisión sobre el decreto de actividades esenciales tuvo un debate interno entre los ministros días antes de que Sánchez adoptara finalmente su decisión. El presidente pregunta y consulta, ejerce como “árbitro”, según fuentes del Gobierno, y luego ya adopta una decisión final. Cuando la toma, lo hace con toda determinación como ha caracterizado su carrera política. Iglesias llevaba reclamándole esa paralización durante días. Una vez anunciado por el presidente ya no hubo objeciones y se empezó a trabajar rápidamente en el decreto.

  SanchezMoncloa

El jefe del Ejecutivo escucha estos días principalmente a su núcleo duro, en el que están Carmen Calvo, José Luis Ábalos y su jefe de gabinete, Iván Redondo. Pablo Iglesias a su vez trabaja muchas horas con sus dos secretarios de Estado: Nacho Álvarez para todo el tema de la logística de la protección social e Ione Belarra para diseñar las medidas que propone en el Consejo de Ministros. Uno de los logros de los que más se sienten orgullos en Podemos es de esa moratoria en las hipotecas y esperan avances en el tema de los alquileres.

Podemos ya pedía desde hace días la paralización de toda la actividad no esencial

Un debate que se ha abierto dentro del Gobierno y dentro del PSOE es el escenario que puede llegar a darse si Pedro Sánchez enferma -su mujer está contagiada- y con la vicepresidenta recuperándose en su casa. ¿Llegaría a ser Pablo Iglesias el presidente interino? En La Moncloa confían en que el presidente seguirá al frente y Calvo ya ha recibido el alta hospitalaria, por lo que está trabajando desde casa. Una de las cosas esenciales es seguir controlando la comisión de secretarios de Estado y de subsecretarios.

A raíz del caso de Calvo se han desinfectado varias zonas de La Moncloa ante el miedo al coronavirus. Otra preocupación es que también varios miembros del comité científico y de expertos han dado positivo: el doctor Fernando Simón y el director operativo adjunto de la Guardia Civil, Laurentino Ceña. Ellos dos han estado en contacto con el presidente en las reuniones que se hacen todas las mañanas a diario en La Moncloa.

  SEfe

Otro elemento que mantiene cohesionado también al Gobierno es la idea de que la Unión Europea debe ayudar de manera mancomunada y que debe hacer un Plan Marshall de reconstrucción. 

Un Gobierno en el que no se ha escuchado tampoco mucha autocrítica durante estos días, aunque desde las últimas horas hemos visto algunos gestos: Yolanda Díaz ha pedido perdón por la tardanza en la publicación del BOE y Margarita Robles ha reconocido algunos fallos. Sánchez, además en la videoconferencia con los presidentes autonómicos este domingo reconocía “cierto retraso”en el aprovisionamiento de material sanitario.