Reino Unido sigue al alza (en lo malo, pero al alza)
En estas semanas, el plan de Boris Johnson para reducir la Covid-19 se parece mucho a aquel plan inicial de “inmunidad de rebaño”.
Reino Unido sigue al alza. En lo malo, pero al alza.
Boris Johnson ha desaparecido durante semanas y a su vuelta al candelabro, que decía Mazagatos, no ha tomado decisiones ni levantado el país como el líder indiscutible que constató el resultado electoral de diciembre.
Recién vuelto tras pasar el coronavirus… pero pronto se irá otras dos semanas tras ser padre por enésima vez (no se sabe el número, así que rellenemos huecos), o quizás prefiera dar mas importancia a su trabajo que a su recién nacido.
En estas semanas, su plan para reducir la Covid-19 se parece mucho a aquel plan inicial de “inmunidad de rebaño”. Este plan se desestimó cuando se supo que había pacientes que se habían curado y reinfectado de nuevo, pero los pasos para llevarnos a que nos aislemos son cuanto menos muy parecidos a lo que está pasando en España con el desconfinamiento.
En Reino Unido los niños podían salir a la calle sin impedimentos. Los mayores tampoco debían dar muchas explicaciones, y ya te aleccionaban bien para dar multitud de excusas válidas, y con multas irrisorias.
La semana pasada fue el verano de 2020 para Reino Unido (ya está, se acabó) y hordas de ciudadanos en grupos medianos, grandes, inmensos, salían de sus casas con jardín para salir del confinamiento light.
Policías a caballo pasaban por delante de grupos de ciudadanos aglomerados y ni agua a presión, ni porras, ni malos gestos… la policía castigaba a estos ciudadanos con sus sonrisas y sus “good morning”, implacables en su lucha contra el coronavirus.
Que el referéndum del Brexit lo cambió la injerencia rusa y usaron más dinero del que podía usarse en campaña… nada. Que no era un referéndum vinculante… nada. Que el Gobierno ha expulsado a ciudadanos que llevaban mas de 40 años trabajando en el país con el ‘caso Windrush’… nada.
Aquí en Reino Unido parece que la mala leche y las faltas de educación se guardan solo para sacarlas en un campo de fútbol.
Por no haber no hay ni un “Cojo Manteca” rompiendo farolas ni uno de esos políticos de oposición que gritan, insultan, menosprecian e invitan a golpes de estado… mucho más aburrido aquí con partidos que no hacen leña de árboles caído ni restan cuando hay que sumar.
Los datos a día de hoy son malos, intuimos que son malos, pero no sabemos realmente cuánto de malos son, pero cuando un ministro por primera vez reconoce que seguramente sea el país en Europa con peor pronóstico, da la pista de que estamos en aguas turbulentas.
Boris, sin temblarle el pulso, volvió triunfantemente al podio de los oradores el pasado jueves lo hizo a lo grande. Tenía que ser él quien diera la noticia de que ha pasado lo peor… aunque no sea verdad. Con sus grandes balls de líder supremo liberal y como dios manda ha dicho “We have succeeded in avoiding the tragedy we saw in other parts of the world”... es decir, que a pesar de ser el segundo país ya en mortalidad en el mundo tras los EEUU, y casi triplicar en muertes diarias a España, dice que Reino Unido “ha tenido éxito en evitar la tragedia que se ha visto en otros lugares del mundo”.
La mentira fácilmente destruida con datos queda. Hay titulares en todos los tabloides diciendo que ya está todo bien, y a los ciudadanos españoles aún hoy nos preguntan con pena “¿qué tal la familia en España?”, ignorando el problema en su propio país.
La táctica funciona y la gente ve el virus en otros países como una catástrofe mientras en Reino Unido ya esta superado… la paja en el ojo ajeno y todo eso, bah, y el imperio.
Las noticias ya nos las rellenan con niños dibujando arco iris y con el capitán, perdón ahora coronel Tom, andando jardín arriba y abajo antes de cumplir 100 años invitando a que se done para el NHS, y van 30 millones de libras.
Este capítulo no es una anécdota más sino una forma de manipular la psique colectiva y demostrar que la caridad y solidaridad pueden estar donde los impuestos y presupuestos generales no llegan. La gente dando al botoncito de su móvil manda 5 libras de donación y limpia su conciencia, en el caso de que haya algo que limpiar, y así se sigue sin dar la importancia debida a la maltrecha sanidad.
Precedente gravísimo y que en la misma rueda de prensa de Boris Johnson dejó claro cuando al preguntarle por la salud mental habló de la multitud de organizaciones benéficas que trabajan en esta área… balones fuera… dejemos que el Estado se ocupe de cuanto menos mejor.
Todo entra perfectamente cual pieza de puzzle en el Brexit duro soñado por los descerebrados brexiteers. El coronavirus ha ayudado a recortar meses de negociación y nos acercamos al precipicio de salida con portazo, amenazando los derechos de ciudadanos europeo, y discriminándonos ya en la paga de ayudas durante esta crisis.
Estos meses de parón, ni retrasan ni paran el reloj, y mientras la UE muestra su preocupación, en Reino Unido no se ve más que menosprecio al bloque europeo. Por ejemplo, semanas atrás prefirieron no entrar en el programa de aprovisionamiento para la Covid-10 desde Europa, e incluso lo ocultaron diciendo que ellos no tuvieron ninguna información… benditos funcionarios que de vez en cuando filtran las malas praxis de Boris y secuaces.
El capitán Tom es ahora coronel. Su gran labor no han sido los 30 millones recaudados, sino las horas de entretenimiento y noticias que se han usado en hablar de su gesta mientras no entraban en la expansión del coronavirus y la inmunidad de rebaño impuesta a través de la negligencia, mirar a otro lado y participación cómplice en el plan de los ciudadano, cual rebaño, sí. A ver si va a tener razón con buscar inmunidad de rebaño para... este rebaño.
