Reposiciones, las obras que vuelven al teatro por Navidad

Reposiciones, las obras que vuelven al teatro por Navidad

La cartelera madrileña se ha llenado de obras que ya se han visto y obtuvieron su reconocimiento crítico.

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Será porque es Navidad, momento en el que tradicionalmente se suele ir o regalar teatro, o será porque no haya productos para arriesgar en la situación de incertidumbre actual. El caso es que la cartelera madrileña se ha llenado de obras que ya se han visto y obtuvieron su reconocimiento crítico, liderando rankings y ocupando espacio mediático y en redes sociales, y de público, agotando entradas. Obras que muchas personas aficionadas se perdieron y que ahora tienen la oportunidad de disfrutar.

El Teatro Kamikaze es el primer gran teatro que uno se encuentra una reposición de campanillas para estas navidades: Las canciones de Pablo Messiez. Ese aquelarre musical al que es invitado el espectador. Esa idea de buscar la energía que se esconde en su música y en sus letras cantándolas y que permitirá entrar en trance musical a toda aquella persona que acuda y se deje. En la que no hay solo un texto y una puesta en escena inteligentes sino un elenco sin el que esa puesta en escena no habría funcionado. Un elenco que capitanea Rebeca Hernández y que incluye al alma mater de Grumelot, Carlota Gaviño e Iñigo Rodríguez Claro, haciendo una inclasificable, pero típica, pareja.

Si ese espectáculo es la contemporaneidad más absoluta, popular porque agotó entradas en poco tiempo, Por los ojos de Raquel Meller de Hugo Pérez de la Pica en el Teatro Tribueñe, es la retro contemporaneidad que nadie se debería perder. Retro porque con su gran acervo cultural del teatro musical, las revistas, el café cantante, el folclor y vaya usted a saber que más, celebra la tradición musical española y homenajea a una de las grandes coplistas de la historia. Contemporáneo porque, aunque recupera y revisita números clásicos, no podría hacerlo como lo hace si su creador no fuera un hijo de este tiempo.

Obra que no fue capaz de brillar cuando pasó al teatro grande y comercial pero que cada vez que vuelve a esta pequeña sala, o gira por España, agota entradas y lleva ya muchos años volviendo y girando. El compromiso y entusiasmo de su elenco no es ajeno a este éxito. Buenos profesionales que saben cantar, bailar y estar presentes en escena. Una escena que con cada reposición se enriquece con mejores decorados y la recuperación de un bello vestuario de otra época. Los aficionados que ya saben que han vuelto están agotando entradas para volver a verla, más ahora que se anuncia, encima, renovada.

Si hubiera que buscar un puente entre las dos primeras y la segunda, no podría haber otro mejor que Las Princesas del Pacífico de José Troncoso. Una obra que se repone en el Teatro del Barrio para despedirse definitivamente, o eso dicen, de los escenarios después de varias reposiciones en la capital y una larga gira. Obra que descubrió al público la faceta de autor y director de Troncoso, que hasta entonces era conocido como un buen actor. Historia de dos mujeres pobres, una tía y su sobrina, que no pueden pagar ni la luz, a las que les toca un viaje de crucero por el Pacífico. Y allá que se van ellas dejando al denostado barrio y a sus amadas y odiadas vecinas atrás. 

Para aquellos que echen en falta entre estas reposiciones un musical al uso también hay una opción. Se trata de Un día cualquiera de Adam Gown

Una obra que tiene sus deudas con las de la Zaranda, de la que son una versión mucho más amable y divertida. Un dramma giocoso, pues sin duda es una obra con la que uno se ríe a gusto con estas mujeres, aunque la situación maldita la gracia que tiene. Dos mujeres que son inolvidables gracias al trabajo de las dos actrices que las interpretan: Alicia Rodríguez y Belén Ponce de León y lo bien que están dirigidas y puestas en escena.

También tiene un actorazo Un obús en el corazón que vuelve a los Teatros Luchana. Obra de uno de los mejores dramaturgos y directores que hay en la actualidad, Wajdi Mouawad, el autor de Incendios y de otras perlas que han pasado por España con la mejor respuesta de profesionales y público. El actorazo es Hovik Keuchkerian que lleva varios años paseando este monólogo por distintos teatros y haciendo llegar las hermosas palabras del autor con la precisión que necesitan, con la que se puede pensar que le hubiera pedido autor de haber dirigido este montaje. Una historia triste, sí, siempre hay algo melancólico en los textos de Mouawad, pero a la vez liberadora, de un hijo que se debate entre el amor a su madre y la sobrecarga y el fastidio que suponen atenderla estando separados por miles de kilómetros en medio de una situación de conflicto de un país en guerra.

Para aquellos que echen en falta entre estas reposiciones un musical al uso también hay una opción. Se trata de Un día cualquiera de Adam Gown que triunfó en Broadway y que vuelve donde se estrenó, a la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá. Historia protagonizada por unos jóvenes urbanitas que con un sencillo y eficaz decorado, un maestro repetidor y cuatro actores que saben cantar y actuar, hacen pasar unos buenos momentos con sus historias de amor y amistad.

Un musical de nuevo cuño que no sorprende por su vanguardia, sino por su clasicismo como musical, de calidad y honesto, pues da lo que promete, canciones que permiten el lucimiento de sus actores en una historia que tiene más enjundia de la que parece. Que debido a su formato mínimo no podrá ofrecer grandes números de baile o cambios de escenario, pero que no olvida, como ya se ha dicho, que un musical está hecho de buenas canciones con las que hacer avanzar y mover los sentidos y los sentimientos de los personajes y del público hasta llevar a estos últimos al aplauso.

El Teatro Abadía también repone. Lo hace siendo fiel al espíritu de su actual director artístico y sacando los pies del tiesto con su #TeatroConfinado. Ese teatro emitido en streaming por Zoom que se inventaron en pleno confinamiento y que permitió llevar el teatro en directo a las casas de los espectadores cuando estos no podían salir ni siquiera a la vuelta de la esquina.

Por si fuera poco, la Sala Teatro Cuarta Pared, merecidísimo Premio Nacional de Teatro de este año, reestrena el éxito de Sólo un metro de distancia

Todo empezó con Sea Wall, un monólogo que nos hace mirarnos a los ojos y a la cara desde la tragedia del personaje que lo protagoniza. Obra que se recupera junto a la controvertida Estación espacial de Álex Peña, Alberto Cortés y Rosa Romero que llevaba a los espectadores desde una bayeta de Mercadona a la Estación Espacial Internacional con la colaboración especial y espacial de la música de Bowie.

Un teatro que también permitió que los espectadores reflexionaran a partir de la sensualidad de sus propios cuerpos con Visita guiada a una sesión de BDSM Nº 26, osada, atrevida y compleja propuesta de la compañía de Vladimir Tzekov para espectadores poco pudorosos y algo voyeristas. A la que se añade el relato de Tras los pasos de Augusto Madeira Mendes con la que Los Bárbaros cruzan realidad y ficción inspirados por Borges, Rulfo y Piglia contando la historia de un verano en el que gracias a una beca acabaron en el ardiente Alentejo portugués para montar una obra basada en uno de los lugareños.

Por si fuera poco, la Sala Teatro Cuarta Pared, merecidísimo Premio Nacional de Teatro de este año, reestrena el éxito de Sólo un metro de distancia. Obra sobre la pederastia, que incide en cómo el abuso sexual de niños se ve facilitado porque niños y adultos convivan a solo un metro de distancia. Montaje que a pesar de su éxito pasó brevemente por este mismo teatro. De nuevo, una propuesta sin alaracas ni grandes despliegues escénicos. Una obra que parte de un buen texto, de Antonio C. Guijosa, el autor de Iphigenia en Vallecas, y de unas buenas actrices antes que recurrir a otra cosa o cualquier otro artificio.

Sí, hay bastantes reposiciones suficientemente buenas para ir al teatro o para verlo desde casa en vivo y en directo. Recuperar aquello que como efímero y momentáneo está condenado a desaparecer y quedar en la memoria y en el registro que harán los periodistas y los críticos. Para todas aquellas personas que prefieran la experiencia de primera mano, aquí están de nuevo este montón de obras que ya se ganaron a la crítica y al público, al que le vuelven a dar una oportunidad para que regresen por Navidad a esa su otra casa que es el teatro.

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Como el dramaturgo Anton Chejov, me dedico al teatro y a la medicina. Al teatro porque hago crítica teatral para El HuffPost, la Revista Actores&Actrices, The Theater Times, de ópera, danza y música escénica para Sulponticello, Frontera D y en mi página de FB: El teatro, la crítica y el espectador. Además, hago entrevistas a mujeres del teatro para la revista Woman's Soul y participo en los ranking teatrales de la revista Godot y de Tragycom. Como médico me dedico a la Medicina del Trabajo y a la Prevención de Riesgos Laborales. Aunque como curioso, todo me interesa.