Europa se blinda ante el coronavirus con restricciones: estas son las medidas de cada país

Europa se blinda ante el coronavirus con restricciones: estas son las medidas de cada país

Desde el cierre de discotecas de Francia al 'super certificado covid' de Italia. Así controlan la pandemia más allá de nuestras fronteras.

Agentes de los Carabinieri controlan que la población lleve el certificado covid en el transporte público italiano.Riccardo De Luca/Anadolu Agency via Getty Images

Europa se blinda ante una nueva ola del coronavirus. El alza de contagios a escala global ha llevado a los Gobiernos a tomar medidas de restricción destinadas a poner coto a una subida de los contagios a las puertas de la Navidad y en plenas celebraciones festivas.

Desde el reciente cerrojazo total a las discotecas galas al confinamiento de Austria. Desde el ‘super certificado covid’ italiano para controlar a la población no vacunada a la vuelta de la mascarilla en interiores en el Reino Unido. Estas son todas las medidas que están tomando nuestros vecinos europeos para plantar cara a un nuevo recrudecimiento de la pandemia, bajo la sombra de la incertidumbre que genera la variante ómicron.

Francia

El primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado este lunes una batería de nuevas restricciones en el marco de la quinta ola de coronavirus que vive Francia, entre ellas el cierre de discotecas y la recomendación de vacunar a los niños de entre 5 y 11 años.

Castex también ha indicado que se reforzará el protocolo que hasta ahora rige en las escuelas, ahora será obligatoria la mascarilla en primaria, mientras que desde la Administración recomiendan el teletrabajo siempre que sea posible.

El primer ministro ha insistido en que desde el Gobierno están evitando recurrir a medidas “desproporcionadas” para contener esta nueva ola, que actualmente está llevando a Francia a superar los 50.000 casos diarios de COVID-19. “No es el momento de poner límites a los visitantes, toques de queda o cierres. Eso sería desproporcionado”, ha insistido.

Reino Unido

El Ejecutivo de Boris Johnson fue uno de los primeros en tomar cartas en el asunto a la hora de plantar cara a la variante ómicron. El Gobierno de Reino Unido anunció el domingo que todos los viajeros que lleguen a Inglaterra a partir del martes tendrán que presentar un test negativo de COVID-19, un endurecimiento de las restricciones que las autoridades justifican por la expansión de la variante ómicron.

El Parlamento británico aprobó reintroducir el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y tiendas de Inglaterra, en el marco de un recrudecimiento de la situación de la pandemia en el país europeo y ante las preocupaciones que plantea la variante ómicron. Reino Unido suprimió el uso obligatorio de mascarilla, y el resto de las restricciones impuestas por la pandemia, el 19 de julio.

Alemania

En pleno cambio de Gobierno, Alemania también ha apostado por introducir nuevas medidas de control. El destacado epidemiólogo alemán Karl Lauterbach, diputado por el partido Socialdemócrata, desempeñará el cargo de ministro de Salud en el nuevo gobierno de coalición y a él le corresponderá definir con mayor detalle la estrategia en los próximos meses.

Hasta ahora las autoridades han decidido que las mascarillas serán obligatorias en todas las escuelas, mientras que las discotecas se cerrarán cuando la incidencia en siete días llegue a 350 casos por cada 100.000 habitantes. Asimismo, se restringirá el número de participantes en eventos deportivos, culturales y otros grandes eventos a un máximo del 30 o 50% del aforo.

También se ha implantado la prohibición de acceso a comercios y restaurantes, eventos culturales y actividades de ocio a aquellas personas que no estén vacunadas. Según las normas vigentes en Sajonia, uno de los estados más afectados por la cuarta ola de COVID-19 del país, están prohibidas las concentraciones de más de diez personas.

Italia

El Ejecutivo italiano de Mario Draghi ha apostado por el nuevo certificado sanitario reforzado, que restringe aún más las actividades a los no vacunados, además de aumentar los controles en autobuses, metro y zonas comerciales, principales focos de contagio en Navidad.

El nuevo certificado, en poder de los ciudadanos vacunados y de quienes hayan superado la enfermedad, será necesario para acceder al interior de bares, restaurantes, cines y teatros, pero también para entrar en eventos deportivos, discotecas, fiestas y ceremonias públicas, hasta el próximo 15 de enero.

El “super certificado verde”, como se le denomina en Italia, tiene una validez de nueve meses desde la última dosis para los vacunados y de seis meses para los que se hayan curado de la Covid-19.

La policía nacional, los carabineros (policía militarizada) y el personal de los organismos de gestión del transporte público local se encargarán de pedir el certificado sanitario a los viajeros de metro y autobús a partir de los 12 años, lo que ha generado polémica sobre el transporte escolar.

Los menores desde esa edad deberán mostrarlo en los autobuses escolares y las regiones ya han pedido una “moratoria” para “permitir a todos ir a la escuela”, una medida que será examinada por el Gobierno, que insiste en la necesidad de que los medios de transporte sean seguros.

El acceso a bares, restaurantes y otros lugares de ocio es controlado por agentes de la policía local y quien no dispone del certificado exigido para cada actividad se enfrenta a multas de entre 400 y 1.000 euros.

Austria

Desde el pasado 21 de noviembre, en Austria rige un confinamiento para frenar los contagios por coronavirus, con el cierre de restaurantes, hoteles, museos, eventos y el comercio no esencial, adoptado para frenar la cuarta oleada de la pandemia.

Las restricciones han comenzado a surtir efecto y la incidencia de contagios acumulados en siete días por cada 100.000 habitantes ha bajado hasta 667 casos, de los más de 1.000 que llegó a registrar a mediados de noviembre.

Portugal

El 1 de diciembre el país entró en “estado de calamidade” y exige test negativo, incluso a vacunados, para el ocio nocturno, las visitas a residencias y hospitales, los recintos deportivos y los grandes eventos. El Gobierno socialista también exige una prueba con resultado negativo en coronavirus para entrar al país, a bares y discotecas y grandes eventos deportivos.

Los certificados digitales son otra vez una constante en la vida diaria de los portugueses, ya que son necesarios para acceder a toda la restauración -a excepción de las terrazas-, los alojamientos turísticos, los eventos con asiento marcado, los gimnasios y los casinos y bingos.

Noruega

Todos los que lleguen a este país nórdico deberán realizarse un test de antígenos antes de 24 horas, estén o no vacunados. En el caso de que sea positivo, estarán obligados a hacer una PCR en un período máximo de un día.

En las zonas de alta incidencia se aplicarán restricciones más duras, como la obligación de llevar mascarillas en transporte público, tiendas y otros espacios interiores donde no se pueda guardar un metro de distancia, y se limitarán los aforos en eventos en locales alquilados o en el interior de lugares públicos.

Las autoridades también recomiendan mantener la distancia de seguridad, evitar los apretones de manos y recurrir parcialmente al trabajo a distancia. Con todo, Noruega es uno de los países menos afectados de Europa por la pandemia de coronavirus.

Grecia

Tras batir récord de contagios anual, el Gobierno heleno ha acortado de seis a tres meses el plazo para poder obtener la tercer vacuna. Se trata de un esfuerzo por reducir los contagios en un momento en que buena parte de la población inoculada ya ha perdido defensas y el índice de no vacunados sigue siendo muy elevado.

Tan solo alrededor del 62% de los 10,7 millones de griegos cuenta con la pauta completa, lo que ha llevado al Gobierno a hacer obligatoria la vacuna para los mayores de 60 años a partir de mediados de enero.