Robles: "No dejaremos que la ultraderecha se quede con las FAS, con España y nuestros símbolos"

Robles: "No dejaremos que la ultraderecha se quede con las FAS, con España y nuestros símbolos"

La ministra de defensa denuncia que "causa vergüenza a los demócratas" el chat de militares jubilados, que "no merecían" haber llevado el uniforme.

Margarita Robles, el 25 de junio pasado, en la base de Retamares (Pozuelo de Alarcón, Madrid).Europa Press News via Getty Images

La ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles, ha dado esta mañana un puñetazo encima de la mesa. Le ha faltado decir literalmente “ya está bien”, pero a eso han sonado sus palabras en una entrevista en la Cadena SER, en la que no sólo ha defendido la labor de las Fuerzas Armadas españolas sino que ha dejado claro que la ultraderecha no las va a monopolizar ni va a patrimonializar ni su tarea ni sus símbolos. “No dejaremos que la ultraderecha se quede con las FAS, con España y nuestros símbolos”, ha enfatizado.

Ante la aparición de un chat de antiguos militares del Aire en el que se defendía el fusilamiento de quienes no piensan como ellos y se apoyaban los golpes de estado, Robles ha defendido que hoy los tres Ejércitos son cuerpos “modernos, preparados, que hacen un gran servicio a la sociedad”, y los participantes en ese grupo de WhatsApp poco tienen que ver con ellos, son “personas que se embozan en la condición que tuvieron en su día”, pero que ya “no son militares”.

Algunos, ha recordado, dejaron el uniforme para irse, por ejemplo, a trabajar como pilotos en compañías aéreas privadas, hace hasta 40 años, y ahora aparecen “atribuyéndose que son representantes no sé muy bien de qué, causándonos vergüenza a los demócratas, sin ningún derecho a empañar el nombre de las FAS” y hasta haciendo daño a la Corona.

La ministra sostiene que las Fuerzas Armadas sólo se sienten vinculadas a la Constitución española y por las obligaciones de Naciones Unidas, que están “al servicio de todos” y por eso se siente “muy orgullosa” de sus componentes. “Los demás son personas que no merecían haber llevado el uniforme de militares”, censura.

Algunas asociaciones profesionales han denunciado que quedan vestigios franquistas en las Fuerzas Armadas españolas, valores viejos que se notan en la formación, en las órdenes, pero Robles se mantiene en que “el único valor” que mueve hoy a los Ejércitos “es la Constitución española”. Se duele la ministra del “sambenito” de franquista que arrastran, cuando hay incluso muchos “jóvenes” en sus filas que ni saben bien quién fue Francisco Franco.

No ha detectado, dice, que haya intentos de convencer a los militares en activo de esta actitud poco democrática mostrada por los jubilados en el chat y sostiene que la posición de los militares en ejercicio es “clara y abiertamente” la constitucional.

Ante la pregunta de si está Vox tras este tipo de grupos, después de reconocer en el Congreso que estos exmilitares que escriben al rey son su “gente”, la ministra dice que no le corresponde señalar a nadie. Sólo remarca que “hace daño”, porque las FAS son “de todos y están al servicio de todos”. Por eso no dejará que la ultraderecha se quede con esa bandera.

Habrá personas que en su fuero interno podrán sentirse próximas a una línea política o a otra, pero en realización de su trabajo como servicio público, cuando han atendido las residencias, cuando han instalado carpas sanitarias, nadie ha preguntado si eran de izquierdas o de derechas

“Llegar a la simplificación de que un colectivo de 120.000 personas caracterizado por generosidad, con muertos en el extranjero...”, se lamenta, al tiempo que pide que se pongan en valor sus esfuerzos ante la pandemia, por ejemplo, antes que este tipo de situaciones coyunturales. No obstante, añade: “No hay que tener ningún tipo de complejos en decir que evidentemente habrá personas que en su fuero interno podrán sentirse próximas a una línea política o a otra, pero en realización de su trabajo como servicio público, cuando han atendido las residencias, cuando han instalado carpas sanitarias, nadie ha preguntado si eran de izquierdas o de derechas”, sentencia.

También ha habido quejas de asociaciones diciendo que avisaron a Defensa de este tipo de comportamientos. Robles se defiende, dice que se lee “todo” lo que le llega y que conoce bien cómo es la realidad de sus hombres y mujeres. “Llevo dos años y medio pateándome los cuarteles y creo que pulso la vida de los militares. Los militares saben que cojo el teléfono”, concluye.