Putin sigue con el hacha de guerra: ahora suspende las negociaciones de paz con Japón

Putin sigue con el hacha de guerra: ahora suspende las negociaciones de paz con Japón

Es la respuesta de Moscú a las sanciones por la guerra en Ucrania, una réplica "inaceptable", dice Tokio. Ambos se disputan la soberanía de las islas Kuriles del Sur.

Vladimir Putin y Shinzo Abe, reunidos en Moscú en enero de 2019.Mikhail Svetlov via Getty Images

Rusia ha anunciado que suspende las negociaciones de paz con Japón debido a las sanciones impuestas por Tokio en relación con la “operación militar especial” en Ucrania. “En las actuales condiciones la parte rusa no tiene intención de continuar las negociaciones con Japón sobre el tratado de paz”, informó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Moscú considera imposible abordar la firma de un documento con un país que ha adoptado “abiertamente” una postura “inamistosa” que busca dañar los intereses de este país. Además, se tomó la decisión de cesar la expedición, sin necesidad de visados, de permisos para los ciudadanos japoneses que quieran visitar las islas Kuriles por tratarse de su antiguo lugar de residencia. Otras medidas contra Tokio incluyen la renuncia al diálogo sobre explotación agrícola conjunta de las Kuriles, cuya soberanía reclama Japón.

“Toda la responsabilidad por el daño causado a la cooperación bilateral y a los intereses de Japón recae sobre Tokio, que ha optado conscientemente por una deriva antirrusa en vez de por el desarrollo de una cooperación y vecindad mutuamente beneficiosa”, señala la nota oficial.

El pasado 18 de marzo el Gobierno japonés anunció sanciones adicionales contra Rusia, que conllevan el bloqueo de los activos de 15 ciudadanos rusos más, principalmente altos cargos de Defensa, y de 9 corporaciones de la industria militar, naval y aeroespacial.

Desde el inicio de la intervención rusa en Ucrania, Tokio ha impuesto sanciones a una docena de organizaciones y corporaciones rusas, además de a 76 ciudadanos como el presidente, Vladímir Putin, así como a 12 bielorrusos, entre los que figura su homólogo Alexandr Lukashenko.

A principios de 2019 Putin y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se comprometieron a firmar el tratado de paz pendiente desde 1945.

Por qué tienen que negociar

Ambos se disputan la soberanía de las Kuriles del Sur (llamadas Territorios del Norte en Japón), un grupo de cuatro islas del Pacífico norte que administraba Japón y que la Unión Soviética invadió nada más terminar la II Guerra Mundial.

Tras años de acercamientos, Tokio y Moscú se comprometieron en 2018 a firmar el tratado de paz, aunque después se aprobaría una enmienda a la Constitución de Rusia en 2020 que impide la transferencia de cualquier parte de su territorio.

La titularidad de estas islas es el principal motivo por el cual ambos países no han firmado aún la paz tras el fin de la II Guerra Mundial en 1945. 

“Irracional e inaceptable”

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, consideró “extremadamente irracional y totalmente inaceptable” la decisión anunciada por Rusia. “La reacción de Rusia es extremadamente irracional y totalmente inaceptable”, dijo Kishida ante el Comité de Presupuestos de la Dieta (Parlamento) tras la decisión anunciada a última hora del lunes por Moscú.

Por su parte, el ministro portavoz, Hiokazu Matsuno, explicó en rueda de prensa que la Cancillería nipona ha transmitido una protesta al embajador ruso en Japón, Mikhail Galuzin.

“La invasión rusa a Ucrania es un intento unilateral de cambiar mediante la fuerza el statu quo (del territorio) y es un acto que afecta a la base del orden internacional. Claramente es una violación del derecho internacional e inaceptable”, añadió Matsuno.

Según Matsuno, la decisión de Rusia de detener las negociaciones de paz “ha sido provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ahora intenta darle la vuelta para condicionar la relación con Japón”.

“Esta medida es extremadamente injusta, jamás será aceptada y supone nuestra protesta más enérgica”, afirmó el ministro portavoz, que insistió en que para Tokio no hay cambios en la línea diplomática “básica” con Rusia, por la cual Japón busca solventar el problema territorial entre ambos países antes de firmar un tratado de paz.