El buen sexo en pareja pasa por saber tocarse a uno mismo con amor

El buen sexo en pareja pasa por saber tocarse a uno mismo con amor

Rut Nieves, autora del libro 'Naciste para disfrutar', apunta las tres claves principales para experimentar más placer y asegura que el hombre tiene también mucha tarea por hacer.

"Aprender a darse placer a una misma ayuda a reconectar con nuestro cuerpo y con el placer".

Disfrutar es gozar, sentir placer.

Así lo define el diccionario de la RAE, aunque para la autora Rut Nieves disfrutar es algo que “no hacemos lo suficiente”. 

Esta arquitecta de emociones, como se define en su web, defiende que nos han inculcado tanto ‘el tienes que trabajar duro para demostrar que vales’ que estamos dejando de lado los placeres de la vida. Preferimos ser el número 1 a relajarnos y disfrutar. “Y si empezamos a hacerlo, nos sentimos culpables”, asegura. 

De eso se dio cuenta en 2013 y decidió dar carpetazo a su carrera en Alemania como arquitecta y priorizarse. Entonces se convirtió en coach y plasmó su experiencia en tres exitosos libros —Cree en ti, Manual avanzado y El amor de tu vida—. El cuarto, Naciste para disfrutar (Editorial Planeta), llega ahora a las librerías con el foco puesto en el sexo, porque tampoco en la cama disfrutamos lo suficiente.

“En occidente nos han enseñado un tipo de sexualidad, la que hemos visto en las películas, de sexo rápido y salvaje. Cuanto más rápido y salvaje, mejor”, asegura la autora, que quiere descubrir al lector que “hay otra forma de disfrutar del sexo mucho más placentera”. 

El cine no es el único culpable de este déficit ni muchísimo menos. La culpa de todo la tiene la falta de educación sexual. “A la mayoría lo único que nos han dicho es: estos son los órganos sexuales, sirven para tener hijos, y estas son las enfermedades de las que te tienes que proteger. En ningún momento nos han contado que tenemos la capacidad y el derecho a disfrutar del placer y en ningún momento nos han enseñado cómo disfrutar plenamente de la sexualidad”, se lamenta la autora, para la que hay que tomar de ejemplo Oriente.

¿Cómo y cuándo llegaste a esa conclusión?

Hace tres años se me empezó a despertar la curiosidad por todo lo que no estaba disfrutando, empecé a investigar y a leer libros de tantra, de los taoístas, de la visión oriental de la sexualidad. Me pareció muy bonito el respeto y la conexión con la que hacen el amor y descubrí que al mismo tiempo eso les permite experimentar muchísimo más placer que en occidente donde tenemos relaciones sexuales a toda velocidad. Conectar con la otra persona, con los ojos, con la piel… permite expandir nuestra energía y conectar también con nuestro lado más divino. Entras en otra dimensión y eso no nos lo han explicado.

  Rut NievesPABLO LLACER

Habla de tantra y lo practica pero no cree que sea la única forma de disfrutar plenamente del sexo, según ella hay otras claves mucho más importantes.

¿Cuáles son esas claves?

Para disfrutar de la sexualidad lo más importante para mí es quererte a ti misma y a ti mismo tal como eres. Amar y aceptar tu cuerpo. Estar en paz con tu físico. Sentirte bien contigo mismo cuando estás desnudo. Eso es básico. Si no te aceptas y te sientes incómodo cuando estás desnudo no vas a disfrutar tanto porque vas a estar preocupado de lo que piense el otro. Y lo segundo es estar conectado con tu cuerpo. 

¿A qué te refieres con conectado?

A sentir tu cuerpo. Hay experiencias a lo largo de la vida, no siempre abusos, que pueden ser dolorosas y hacen que nos desconectemos de una parte del cuerpo. Cuando tenemos sexo brusco y las mujeres no paramos, hay zonas de la vagina que se insensibilizan para no sentir dolor. Las paredes de la vagina están diseñadas para experimentar mucho placer y el problema surge cuando no están suficientemente dilatadas y se acaba haciendo daño. Entonces se insensiblizan para el dolor pero también para el placer. Ahí es cuando hay que volver a conectar esa parte y recuperar la sensibilidad. 

Sentirte bien contigo mismo cuando estás desnudo es básico para disfrutar del sexo

¿Y cómo se hace eso?

Que las mujeres nos toquemos es superimportante para conectar con nuestros genitales y recuperar la sensibilidad que casi todas han perdido por esa forma brusca de practicar sexo. Aprender a darse placer a una misma con amor ayuda a reconectar con nuestro cuerpo y con el placer y a sentirse muchísimo más segura en las relaciones de pareja.

Hablas de mujeres, ¿pasa lo mismo en los hombres?

Claro. Para que un hombre pueda disfrutar plenamente de una relación sexual lo más importante es que crea en sí mismo, se quiera, se acepte y se respete. El autoamor, el autorrespeto, el autoconocimiento, que el hombre se toque con amor… Al fin y al cabo también tiene una gran responsabilidad en la relación sexual. Tiene que sentirse seguro. Si un hombre no se siente seguro de sí mismo no puede tener una relación con una mujer que le gusta. De lo que me he dado cuenta es que, para que un hombre se atreva a tener una relación con una mujer que le gusta, tiene que sentir que está a su altura, sino no se va a acercar a ella. En el libro digo que  la mujer es la que abre las puertas y que el hombre es el que se acerca. Si no se siente seguro, no lo va a hacer. Su autoestima también es superimportante. 

Si un hombre no se siente seguro de sí mismo no puede tener una relación con una mujer que le gusta

En el libro también hablas de la necesidad de hablar con la pareja para mejorar el sexo, ¿no se hace lo suficiente?

Hay mucha vergüenza y lo digo por mí. Antes ni se me pasaba por la cabeza contradecir al hombre. Luego leyendo a Mireia Darder, fundadora del Instituto Gestalt, que ha escrito varios libros de sexualidad, he visto que hay muchas mujeres con vergüenza o miedo a decir nada porque se nos ha educado en que tenemos que ser sumisas en la cama. Yo no era consciente hasta que no lo leí. Hay mucho miedo a decir algo: miedo a molestar a otro, a interrumpir su placer, a que se lo tome a mal… Pero me he dado cuenta de que son fantasmas, cuando lo dices se agradece la información.

De una u otra manera el sexo sigue siendo un tema tabú...

Sí. Yo lo hablo siempre que me apetece pero hay círculos en los que no se me ocurriría sacar el tema porque veo que hay personas con la mente muy cerrada. Alguna vez me he puesto a hablar en público de esto y cuando he levantado la cabeza he visto la vergüenza de las personas que estaban conmigo. ¿Qué pasa? ¿Que no puedo hablar de genitales en voz alta? Todavía hay mucha vergüenza.

¿Pero no será también porque es un tema íntimo, de la pareja? 

Son cosas diferentes. Puedes hablar de sexualidad sin compartir intimidad. Hay un tabú enorme por la educación distorsionada que hemos recibido. Todavía hay vergüenza a hablar. Es algo que es íntimo pero… 

¿Qué pasa? ¿Que no puedo hablar de genitales en voz alta? Todavía hay mucha vergüenza

A todas estas conclusiones, ha llegado a partir de su propia experiencia (en la que se incluyen episodios de abusos) y la de la gente cercana. “Por alguna razón mis amigos y amigas me lo han contado siempre, les ha encantado hablar de sus problemas de pareja”, asegura Rut Nieves, que también se ha formado leyendo a psicólogos, psiquiatras y sexólogos y que no pretende ser una intrusa en su campo. “Me siento muy en paz con lo que he escrito porque está basado en mi experiencia, comparto lo que para mí ha sido vital. No hablo de lo que no he vivido”, añade.

Entre todos esos libros que has leído están también los de tantra, ¿se puede aprender esta técnica solo con la lectura?

Yo empecé leyendo y luego lo experimenté por mi cuenta. Después hice algún curso. También es verdad que hago yoga y meditación y van de la mano del tantra. Ambas te ayudan a respirar, a estar en tu cuerpo, a liberar emociones, a que fluya la energía… 

¿Y es necesario que los dos miembros de la pareja sepan tantra para practicarlo?

No, si la otra persona quiere experimentarlo se puede hacer. Es compatible no conocerlo pero los dos tienen que querer. Yo la primera vez que hice tantra, el chico no lo conocía. Le dije ‘he leído esto, me ha encantado y me gustaría experimentarlo contigo’, entonces un día simplemente fluyó. El tantra lo que en realidad dice es ‘deja de hacer tú y permite que el amor que vive en ti mueva tu cuerpo’. Es un dejarse llevar. Es permitir ser.  

Pero en cierto modo en el sexo también es dejarse llevar.

Sí, pero de una forma mucho más consciente, sin perseguir el orgasmo. Es simplemente el deseo de experimentar la conexión con el otro. La diferencia es perseguir o no el orgasmo y la velocidad. El tantra es un sexo mucho más lento, y se experimenta mucho más placer. 

Si una relación tiene sexo de sin calidad, rutinario, la relación empieza a marchitarse

Con o sin tantra, ¿estar cómodo con tu sexualidad es la clave para una pareja? 

No es la única pero es un factor muy importante para que la relación siga viva. A una relación de pareja le quitas la sexualidad o tiene sexo sin calidad, rutinario, y la relación empieza a marchitarse. Es como la alegría de la relación. Hay autores que la llaman el pegamento de la relación, a mí me gusta más decir que es la alegría de la relación, el aire fresco. No tiene por qué terminar la relación pero puede apagarse, convertirse en dos compañeros de piso, en una amistad.