"Sábanas con caca y sangre, pelos...": la realidad de varios hospitales madrileños

"Sábanas con caca y sangre, pelos...": la realidad de varios hospitales madrileños

"Se me cae la cara de vergüenza cuando tengo que preparar un quirófano con eso".

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha reconocido este jueves incidencias en algunos hospitales con la calidad de la limpieza de la ropa de camas, de pacientes y de empleados.

Así lo han reconocido a EFE fuentes de la Consejería en respuesta a una denuncia de los empleados de los hospitales públicos, de la que ha informado la cadena SER, y según la cual la ropa de cama, toallas o uniformes, muy escasa, vuelve de la lavandería sucia, rota o manchada.

En ese reportaje, la radio cita fuentes del Hospital Ramón y Cajal que hablan de falta de ropa de cama y prendas en mal estado. “Faltan camisones para los pacientes, ropa de cama, toallas... Te encuentras ropa sucia, por ejemplo, cuando vas a preparar un quirófano. A mí se me cae la cara de vergüenza al abrir una sábana y encontrar manchas de pis, de Betadine, o verla tan rota que no vale ni para trapos”.

Otra auxiliar consultada por SER asegura que ha llegado a encontrar “sábanas llenas de caca y con sangre. “Hubo dos días que no pudimos cambiar la ropa de los encamados porque no había sábanas en todo el hospital”, ha explicado.

Según las fuentes de Sanidad, no hay registrada a la fecha ninguna “incidencia específica global”, aunque sí reconocen que ha habido incidencias en algunos centros hospitalarios, como en el Ramón y Cajal.

Incidencias -dicen- que han sido comunicadas a la concesionaria, que ha aducido”’problemas puntuales en una de sus plantas que se están solucionando”.

Sanidad añade que, según sus auditorías, alguna cantidad de ropa hospitalaria regresa a los hospitales “defectuosa” o en estado “no adecuado” y que en esos casos es devuelta y sustituida.

La Consejería hace un “seguimiento permanente” de la ropa que llega a los hospitales y exigirá mejorar la calidad del servicio externalizado de lavandería en el contrato nuevo que licitará cuando venza el actual, en noviembre próximo, y en cuyos pliegos ya trabaja.