¿Sabes qué es lo que más reciclamos en España? (Toda una sorpresa)

¿Sabes qué es lo que más reciclamos en España? (Toda una sorpresa)

Envases de plástico, latas, briks, papeles y cartones son los materiales que más se reciclan en nuestro país, aunque solo representan el 8% de los residuos que generamos.

curtoicurto via Getty Images

Gota a gota se puede formar un océano, y el reciclaje es una buena muestra de ello. Gracias a la constancia de todas las personas que cada día separan y depositan en los contenedores amarillo y azul los envases que utilizan, en España se logran reciclar cerca de 1,4 millones de toneladas de residuos, según datos de Ecoembes. Este tipo de envases de plástico, latas, briks, papeles y cartones que empleamos diariamente en el hogar son los materiales que más se reciclan en nuestro país. 

La recogida de este tipo de residuos es de gran importancia, ya que son los que impulsan las tasas reciclaje a nivel nacional: solo el 8% de los residuos que generamos son envases (15% sumando los envases de vidrio) y, sin embargo, son los que más se separan, representando casi un tercio del total de todos los residuos que se reciclan en España.

En las últimas dos décadas, España ha dado un paso de gigante en esta materia: en 1998, año en el que empezó su actividad Ecoembes, apenas se depositaban en el contenedor amarillo el 4,8% de los envases domésticos. Hoy, ese porcentaje es del 77,1%.

En 2017, año más reciente del que se tienen todos los datos, cada ciudadano depositó 13,9 kilos de envases de plástico, latas y briks en el contenedor amarillo, y 16,1 kilos de envases de papel y cartón en el azul. En total, 30 kilos de envases por habitante, en un país con una población de más de 46 millones de personas (y la tendencia mejora año tras año).

Esta titánica labor es posible gracias a una red de más de 591.124 puntos de reciclaje que consta de 378.272 contenedores amarillos y 212.852 contenedores azules repartidos por todo el territorio nacional y disponibles las 24 horas del día, de tal forma que toda la ciudadanía tiene la posibilidad de acceder a ellos.

Algunos residuos de otros tipos, como las pilas, neumáticos o aparatos electrónicos, son potencialmente muy contaminantes y también han de ser recogidos y transformados para tener un nuevo uso.

Por ejemplo, según Eurostat, en España se producen alrededor de un millón de toneladas de desechos electrónicos al año, de las que tres cuartas partes (750.000) son reciclables, pero de estas tan solo 250.000 se procesan adecuadamente, por lo que se trata de un sector en el que queda mucho trabajo por hacer.

En el caso de las pilas y baterías, no reciclarlas supone una gran irresponsabilidad porque son extremadamente contaminantes. En 2015 en España se consumieron en torno a 5.600 toneladas de estos productos, de las que se recicló el 45%, según Ecopilas. Para depositar pilas o baterías de forma segura y responsable para el medio ambiente existen más de 35.000 puntos de recogida y unos 40.000 contenedores en todo el Estado.

Los neumáticos son otro ejemplo dealgo que vemos todos los días y que ha de ser reciclado cuando acaba su vida útil. Su principal componente, el caucho, es altamente contaminante si no se procesa adecuadamente. En 2017, la organización Signus gestionó unas 186.000 toneladas de neumáticos fuera de uso a los que se extrajeron sus componentes reutilizables, fueron empleados para fabricar cemento, reconvertidos en neumáticos de ocasión o recauchutados, e incluso una parte sirvió para generar energía eléctrica.

Por sus características, este tipo de materiales tienen que ser depositados en puntos limpios o contenedores especiales.

Un esfuerzo en común

El esfuerzo en común es clave para alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea. Y es que para 2025, cada país europeo tendrá que reciclar el 55% de todos los residuos urbanos que produce. Actualmente, en nuestro país, según datos de Eurostat, solo se reciclan cerca del 33,90%, de modo que es imprescindible que los actores implicados en la cadena a todos los niveles, desde los individuos a las organizaciones, empresas y administraciones, se movilicen para que los residuos tengan una segunda vida.