Salma Hayek se sincera sobre la "traumática" escena de sexo que tuvo que grabar con Antonio Banderas

Salma Hayek se sincera sobre la "traumática" escena de sexo que tuvo que grabar con Antonio Banderas

Ambos actores protagonizaron la cinta 'Desperado' en 1995.

Salma Hayek y Antonio Banderas en la escena de 'Desperado'.Columbia Pictures

A pesar de lo natural que se puedan ver las escenas de sexo en la gran pantalla, hay un importante trabajo detrás que a veces no es nada cómodo para los actores. Salma Hayek ha sido la última en sincerarse sobre este aspecto al hablar de la escena de sexo que tuvo que grabar con Antonio Banderas para la película Desperado (1995).

La intérprete mexicana ha confesado en el podcast Armchair Expert que el rodaje de esta secuencia fue uno de los momentos más “traumáticos” de su carrera. La cinta era la cuarta producción en la trayectoria Hayek, por lo que todavía no tenía la soltura suficiente para enfrentarse a una escena de este tipo que, además, no estaba en el guion inicial, tal y como ha recordado.

Según ha contado, las escenas fueron “solicitadas por el estudio al ver la química entre ambos” algo que le pilló totalmente de improviso pese a su buena relación con Banderas.

″Él es un tipo absolutamente encantador, todo un caballero, y nos hicimos muy amigos. Pero era muy ‘libre’. Y a mí me asustaba mucho eso y que, para él, no fuese nada. Nunca me había visto en semejante situación así que empecé a llorar y él me dijo: ‘Dios mío, me estás haciendo sentir fatal’. Me dio tanta vergüenza…”, ha recordado la actriz.

A falta de coordinadores de intimidad por aquel entonces, la mujer del director, Robert Rodríguez se metió en el set para tratar de calmarla. “Elizabeth Avellán, la mujer de Rodríguez en aquel momento, se convirtió en una gran amiga mía. Recuerdo que Robert cerró todo el set para que solo estuviéramos él, su mujer, Antonio y yo”, ha detallado.

Hayek ha señalado que, a pesar de dejar de llorar cuando sus compañeros trataban de tranquilizarla y hacerla reír, no podía evitar llorar de nuevo al quitarse la toalla. Según ha contado, este pudor se debía a lo que pudiesen pensar su padre y su hermano quienes la ayudaron a lanzar su carrera.

El montaje final de la escena se vio influenciado por este “mal rato” de la actriz. La secuencia tiene cortes muy rápidos por la incapacidad para concentrarse de Hayek por el malestar que le provocaba la situación.