Sánchez asegura que le "encantaría" viajar a Argelia

Sánchez asegura que le "encantaría" viajar a Argelia

El país magrebí es objeto en los últimos meses de un creciente interés por parte de la UE por su potencial en materia de hidrocarburos. La afirmación del presidente del Gobierno llega tras las fricciones con Argel por el cambio de postura sobre el Sáhara.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido este martes que le “encantaría” poder viajar a Argelia en un momento en que sigue abierta la crisis diplomática suscitada por su decisión de respaldar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara.

“Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia”, ha comentado Sánchez durante la rueda de prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz, tras participar en una reunión del Gobierno germano en el castillo de Meserberg, a las afueras de Berlín.

Sánchez respondía así a la pregunta de si él o Scholz tienen previsto viajar próximamente al país magrebí, que visitó la semana pasada el presidente francés, Emmanuel Macron.

Argelia es objeto en los últimos meses de un creciente interés por parte de la UE y sus estados miembro por su potencial en materia de hidrocarburos en un momento en que los europeos están buscando alternativas al gas y el petróleo que hasta ahora les suministraba Rusia.

Además de Macron, por Argel también ha pasado en los últimos meses el primer ministro italiano, Mario Draghi, quien cerró un acuerdo para incrementar el suministro de gas argelino a Italia a través del gasoducto existente entre los dos países.

El choque con Argelia por el Sáhara y Marruecos

En el caso de España, Argelia era hasta hace unos meses el principal suministrador de gas pero tras la crisis que estalló en marzo esta tendencia se ha revertido.

El Gobierno argelino procedió a llamar a consultas a su embajador en Madrid el 19 de marzo, un día después de que Marruecos diera a conocer la carta de Sánchez a Mohamed VI en la que este señalaba que el plan de autonomía presentado en 2007 era “la base más sólida” para una solución al conflicto del Sáhara.

Argelia fue un paso más allá y el pasado junio suspendió el Tratado de Amistad, al tiempo que también se anunció la congelación de las operaciones comerciales, medida esta última que se habría revocado a finales de julio, si bien los exportadores españoles aún siguen encontrándose con trabas para hacer llegar sus productos al país magrebí.

En este tiempo, tanto Sánchez como el resto del Gobierno han repetido cada vez que se les ha preguntado su deseo de tener “las mejores relaciones” con Argelia y han dejado que no es excluyente mantener una buena relación de amistad y vecindad con Marruecos para tenerla también con Argel.