Sánchez en América Latina: política, economía, cooperación y más perfil internacional

Sánchez en América Latina: política, economía, cooperación y más perfil internacional

El presidente visita Colombia, Ecuador y Honduras para reforzar lazos y preparar una reunión con Latinoamérica, el Caribe y la UE en la presidencia comunitaria de 2023.

Pedro Sánchez, el pasado junio, en la cumbre de la OTAN en Madrid.Bernat Armangue via AP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia este miércoles su gira latinoamericana, que le llevará a Colombia, Ecuador y Honduras. Es un viaje con componente político pero, sobre todo, económico, que busca robustecer los lazos al otro lado del Atlántico y recuperar el impulso de España en la zona, haciendo a la vez de punta de lanza para la Unión Europea. Tres días de estancia con los que el socialista, ademas, refuerza su perfil internacional.

Sánchez presidió ayer martes la primera reunión del Consejo de Ministros tras el paréntesis vacacional y después emprendió viaje a la capital colombiana, Bogotá, su primera parada. Va acompañado de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y una quincena de empresarios con intereses en la región latinoamericana.

El Gobierno resalta la necesidad de que los Veintisiete refuercen su relación con América Latina, más aún en el contexto geopolítico y actual, con China y con Rusia intentando aumentar de forma notable su presencia en esta región, como se está viendo a través de financiación, tecnología, infraestructuras o vacunas contra el coronavirus, pero también en algo más sutil como los intercambios académicos.

España le hará de avanzadilla en este viaje para inocular este mensaje de “aquí estamos, contad con nosotros”, y también, de paso, para ir armando una cumbre de líderes de la Unión Europea, América Latina y el Caribe que tendría lugar en el segundo semestre de 2023. Será entonces cuando España ostentará la presidencia de turno de la Unión Europea. La cumbre iberoamericana que se celebrará en Santo Domingo los días 24 y 25 de marzo del próximo año tendrá que dar una forma más precisa a dicha cumbre, pero Sánchez ya pretende, con su viaje, ir tanteando el terreno.

Las reuniones entre líderes de la UE y de América Latina comenzaron en 1999, cuando se citaron en Río de Janeiro, y la última celebrada hasta ahora (la octava) fue la de Bruselas de 2015. España ya ha albergado dos de ellas, las celebradas en Madrid en 2002 y 2010 coincidiendo también con sendos turnos de presidencia de la Unión Europea.

Fuentes del Gobierno han informado a EFE de que Sánchez ya ha hablado con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que es quien tiene que convocar formalmente la reunión, para ir organizado los pasos. Michel habría aceptado ya la convocatoria, por lo que se está trabajando para fijar la fecha concreta de esa cumbre. Cada país, cuando ostenta la presidencia temporal de la Unión, intenta organizar eventos que refuercen sus prioridades políticas y es evidente que, pese a desencuentros y vaivenes, nadie como España aún para hacer de puente con el otro lado del charco.

Justo en paralelo al viaje del presidente español, otros cuatro eurodiputados españoles y portugueses del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo esta semana una gira por Brasil, Chile y Argentina para mantener encuentros con líderes progresistas de estos países, con el fin mismo fin de reforzar la cooperación del grupo con esta región. La misión la lidera la española Iratxe García, socialista y presidenta del grupo socialdemócrata en la Cámara comunitaria.

En 2018, Sánchez ya hizo una gira latinoamericana con visitas a Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica y República Dominicana, año en que visitó igualmente Cuba, Guatemala y Argentina para reuniones y cumbres. En 2019 volvió a viajar a República Dominicana, luego los viajes se cortaron en seco por el covid-19 y en 2021 regresó a Argentina y Costa Rica.

La agenda

Bogotá será la primera etapa del viaje, donde Sánchez se reunirá con el recién elegido presidente colombiano, Gustavo Petro, que se ha convertido en el primer jefe de Estado de izquierdas del país. Ante la reanudación del diálogo entre el Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Sánchez transmitirá a Petro que España está dispuesta a colaborar en ese proceso en lo que las partes puedan pedir, informan fuentes de Moncloa.

El Ejecutivo respalda ese diálogo y recuerda que España ha acompañado desde el principio el proceso de paz en Colombia y como un gesto para refrendar esa mano tendida, Sánchez visitará también en el Museo Centro Nacional de la Memoria Paz y Reconciliación.

Se espera, afirma EFE, que otro asunto que esté presente en la conversación con el presidente colombiano sea la relación con Venezuela, ante la que Petro pretende dar un giro a la posición de su predecesor, Iván Duque. Y está por ver si, en algún acto, debe enfrentarse a preguntas sobre la reciente polémica del rey Felipe VI en el país, cuando se quedó sentado al paso de la espada del libertador Simón Bolívar en la toma de posesión de Petro.

Ya en Quito, además de reunirse con el presidente Guillermo Lasso (liberal conservador), Sánchez visitará el centro histórico de la capital ecuatoriana para comprobar sobre el terreno los trabajos de reconstrucción y rehabilitación realizados gracias a la cooperación española. También la cooperación será el eje central de la estancia del presidente en Tegucigalpa donde visitará una escuela-taller de formación para jóvenes, además obviamente de entrevistarse con Xiomara Castro, la actual presidenta, otro de los rostros de la nueva izquierda latinoamericana, en plena efervescencia, con quien ideológicamente Sánchez debe tener más conexión, al igual que con Petro.

En Honduras, el socialista pretende también poner en valor el acuerdo de migración circular por el que 250 trabajadores -cifra que se prevé duplicar hasta los 500- son seleccionados para campañas específicas en España, como las de recogida de fruta, y que, a su término, regresan a su país. Además, en las tres capitales que visitará, Sánchez mantendrá sendas reuniones con representantes de la comunidad española que viven en ellas.

Hacía 20 años, desde la época de José María Aznar (PP), que un presidente español no visitaba Ecuador y Honduras.

El capítulo económico tendrá una especial relevancia en la gira que hoy arranca, ya que habrá sendos foros empresariales en Bogotá y Quito en los que intervendrá el presidente del Gobierno, quien mantendrá también una reunión en Tegucigalpa con representantes de empresas españolas presentes en Honduras. Los ejes de debate serán la transición energética, las energías renovables o la construcción de nuevas infraestructuras como el ferrocarril, porque todas ellas brindan un campo de inversión notable para las empresas españolas.

La intención del jefe del Gobierno es reiterar en los tres países el compromiso de las empresas españolas con Latinoamérica, que el Ejecutivo considera que contribuye a la estabilidad de la región y permite a España ser “punta de lanza” en las relaciones entre la UE y esta zona del continente americano, indican desde su gabinete.

En esta ocasión se ha rodeado de un grupo de empresarios y entidades que son muy fuertes en toda América Latina, que quieren afianzar esa imagen y explorar nuevas apuestas. Se trata de Indra, Ohla, Sacyr, Navantia, Airbus España, Idom, Llorente y Cuenca, el Grupo Proeduca-UNIR, Hispasat o el Grupo Urbas, Redeia (Grupo Red Eléctrica), más la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Cámara de Comercio de España.

Según los datos que maneja el Gobierno y conocidos al hilo de esta gira, por ejemplo en Colombia ya hay presencia de más de 800 compañías españolas, con un stock de inversión de unos 26.000 millones de euros. Datos que evidencian la necesidad de estar sobre el terreno, y de estar pronto, justo cuando acaba de producirse un cambio de Gobierno, a priori más en sintonía con La Moncloa.

Petro ha sido víctima de una feroz campaña en su contra desde los sectores más conservadores de su país, augurando una quiebra económica con su llegada, por culpa de las políticas sociales prometidas. España, en cambio, entiende que hay señales que dan “tranquilidad” y “certidumbre” en sus primeras medidas, como el nombramiento al cargo de Hacienda de un especialista de enorme respeto como José Antonio Ocampo.

Sánchez, pasada la pandemia y superado el gran reto de celebrar la cumbre de la OTAN en Madrid, en junio pasado, está apostando ahora por reforzar su imagen internacional. En esa línea se interpreta su reciente visita a los Balcanes y en la misma hay que leer la nueva expedición por Latinoamérica.