Sánchez prepara el decreto para poner orden al 'mogollón' de ministerios

Sánchez prepara el decreto para poner orden al 'mogollón' de ministerios

Objetivo: evitar fuegos dentro del Gobierno.

Imagen de archivo del primer Consejo de Ministros del Gobierno de coalición.EFE

Pedro Sanchez sigue dándole vueltas a la organización del macro Gobierno que ha tenido que montar. Y para que nadie le coma terreno al compañero ni se atribuya lo que no le corresponde y acabe en lío entre ministros, tratará de solucionarlo vía Consejo de Ministros.

Se aprovechará la creación de las comisiones delegadas que se aprueban al inicio de cada legislatura para aclarar bajo el ala de cuál de las cuatro vicepresidencias cuelga cada uno de los otros 18 ministerios. “Ya me gustaría a mí saber cómo se organiza esto”, responde entre bromas uno de los actuales ministros, que cree que el tradicional decreto arrojará un poco más de luz: “En serio, a través de las nuevas comisiones delegadas se pondrá orden con sutileza”.

Irene Montero ha sido una de las primeras en padecer el desbarajuste. Ayer, mientras la entrevistaban en un programa de televisión, el ministro de Sanidad acudía a un acto sobre violencia de género con la reina Letizia, siendo Montero la titular de Igualdad.

Cuanto más fracturas competencias, más difícil es la coordinación. Cuantas más comisiones delegadas, peor

En el ámbito del Gobierno, sin embargo, no todos ven positiva la fórmula. “Cuanto más fracturas competencias, más difícil es la coordinación. Cuantas más comisiones delegadas, peor. Ha habido legislaturas con 10 u 11 comisiones delegadas, que acababan complicando más las cosas”, dice una fuente conocedora del funcionamiento gubernamental. Que los ministros se pasen enredados en reuniones horas y horas es uno de los peligros derivados de abultar tanto el consejo de ministros.

Otro de los problemas que pueden surgir se localiza en la famosa reunión de subsecretarios. En círculos de Moncloa se comenta que los cuatro vicepresidentes podrían ser el filtro de los ministerios en la cita de secretarios y subsecretarios de Estado. En esta una reunión previa al Consejo de Ministros en la que se cierran los asuntos que se aprobarán los martes, irán todos los ministerios, pero antes se habrá consensuado el contenido con el ‘vice’ del que dependas. Algo que nunca había pasado. “Si sucede esto, habrá conflicto porque los ministros no aceptarán que otro que no sea el presidente ‘valore’ los asuntos que van al Consejo de Ministros”, asegura un reciente ex secretario de estado.

 La pelea por la comunicación

“Si para diluir a Podemos, te diluyes tú, mal negocio”, apunta un socialista bregado en varios gobiernos. Y es que la sombra de Podemos y su poder de comunicación sobrevuela sobre Pedro Sánchez.

Los manuales que manejan los gobiernos, las grandes corporaciones mundiales, los spin doctor , jefes de gabinete, o coach de famosos y poderosos del planeta—ojo, no es lo mismo— añaden al poder de la información, la publicidad, la identidad corporativa, las relaciones con la comunidad y la comunicación interna. Son las cinco bases de manual que debe controlar un Gobierno si quiere funcionar.

  Iglesias y Montero en el debate de investidura.EFE

Y los socialistas saben que Pedro Sanchez tiene la información, pero la capacidad de comunicación, dar publicidad a sus ideas y relacionarse con la gente es la baza más poderosa de Pablo Iglesias y de Irene Montero. Aunque haya sido pactado con el todopoderoso “quinto vicepresidente”, Iván Redondo, el secretario de Estado del gobierno que seguramente más papel ha necesitado para recoger todas sus funciones y tareas—las mismas que los anteriores pero con más neones—, lo cierto es que Pablo Iglesias ha protagonizado la parte más abierta y fresca . “Tanto Irene como Pablo son mucho mejores comunicadores que el presidente, eso está claro. Pedro Sánchez tendrá virtudes, pero la suya no es la empatía con la prensa” reconocen fuentes cercanas al presidente, aunque aseguran estar tranquilos porque “ha pasado poco tiempo para hacer juicios”.

“Nuestros ministros son estupendos, técnicos de renombre, pero es obvio que frente a la pareja Iglesias-Montero, que comunican tan bien, son unos bisoños y si Podemos gana la batalla de la comunicación, la cosa se complica. Comunicación y redes son todo, por encima incluso de la verdadera acción de Gobierno que a veces cuesta mucho que penetre en la sociedad” explica un militante que ha disfrutado de varios cargos en la sede socialista de Ferraz.

La comunicación interna, el quinto pilar que debería ser la base del Gobierno, es el termómetro de cada día para verificar su funcionamiento, más aún cuando este Ejecutivo es un experimento. El primer Gobierno de coalición, forzado por las circunstancias electorales, y habiendo tenido que enterrar en semanas la enconada antipatía entre sus dos principales líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. “Va a ser Carmen Calvo, sin duda, quien coordine la acción de Gobierno y gestiones la comunicación interna, junto con Iván Redondo. Pero es que las líneas son tan finas, que será difícil establecerlas. La descoordinación va a saltar en multitud de ocasiones, por más que se esfuercen y hasta que eso se engrase. Porque también hay reticencias entre los ministros con respecto al papel de Redondo, y eso que el presidente ha escenificado que seguía confiando en él, precisamente para evitar la más mínima duda. Pese a todo, veremos” explica un asesor del presidente, que ha dado un paso un paso atrás.

Más elementos para el control de la comunicación interna. ¿Quién habla directamente con el presidente? Carmen Calvo e Iván Redondo. Pero ¿Y María Jesús Montero, la ministra de Hacienda y ahora portavoz cada martes, del Gobierno, en el Consejo de ministros? ¿Y Pablo Iglesias? A Sánchez, hay temporadas que coger el teléfono le cansa. “Y además, un presidente tiene que delegar. No puede estar a las minucias” comenta otro asesor socialista. El tiempo lo dirá. Como siempre.