Se mantiene el pesimismo en torno a la economía española

Se mantiene el pesimismo en torno a la economía española

El FMI pronostica para la economía española la mayor rebaja de crecimiento.

6 white piggy banks on inclined white surface, one falling over the edge, blue backgroundPM Images via Getty Images

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado, en el marco de la celebración del Foro anual de Davos -probablemente el encuentro más importante del año-, sus perspectivas sobre la economía mundial para los próximos años. Un informe que publica el organismo de forma trimestral, en el que se recogen las perspectivas sobre la evolución que vivirá la economía mundial, así como los distintos países en detalle. De acuerdo con las previsiones, pese a un leve repunte optimista, la economía mundial sigue presentando grandes riesgos que acechan al crecimiento.

Si observamos las previsiones que arroja el informe WEO (World Economic Outlook), podemos observar un leve crecimiento para la economía mundial, pero que, en contraste con las perspectivas de octubre, refuerza el pesimismo. Hablamos de que, mientras cerramos el ejercicio con un 2,9%, los crecimientos previstos para 2020 y 2021 se sitúan en el 3,3% y 3,4%, respectivamente. No obstante, los crecimientos que se pronosticaban en octubre situaban esas previsiones en el 3,4% para el 2020, mientras que para 2021 se situaban en el 3,6%. En otras palabras, una revisión a la baja para el crecimiento del PIB mundial.

Y esta rebaja, de acuerdo con la publicación del organismo multilateral, se debe principalmente al peor comportamiento experimentado por las economías emergentes. Unas economías que, en relación al desempeño experimentado, muestran ese desempeño deficitario que ha acabado provocando una mayor gradualidad en los crecimientos. Ese peor comportamiento, intensificándose en el último trimestre del año, ha acabado provocando ese reajuste a la baja, provocando esos reajustes en las perspectivas.

Sin embargo, a la misma vez que veíamos una desaceleración más intensa durante el cuarto trimestre del año, también fuimos testigos de una clara disipación de determinados riesgos y focos de incertidumbre que sacudían a las distintas economías del planeta. Ese menor deterioro del balance de riesgos a nivel global ha favorecido a una posible estabilización durante este año de las economías. Los avances en las negociaciones entre China y Estados Unidos, el descarte de un Brexit desestructurado, así como la resolución de otros focos de incertidumbre han propiciado un mejor escenario, más optimista, para el futuro de la economía.

Suprimir riesgos tan importantes como los mencionados anteriormente podría tener un impacto positivo en el consumo, así como en la inversión de las empresas. A su vez, la resolución de la disputa comercial podría reactivar el sector exterior, devolviendo la normalidad a los mercados y dinamizando las transacciones en el comercio global. Sin embargo, el FMI, entre sus avisos, destaca la posibilidad de que las perspectivas sufran variaciones a lo largo del año, pues las políticas que apliquen los distintos mandatarios tendrán una influencia directa, pudiendo provocar así, ante cualquier shock, cambios en las previsiones.

El fuerte deterioro de la demanda interna, así como el peor comportamiento de las exportaciones intensifican una desaceleración que se cebará con la economía española.

Mientras que para Europa, las previsiones que arroja el organismo muestran un mejor comportamiento, aunque leve, para los próximos años, los crecimientos podrían situarse en niveles del 1,3% en 2020, así como del 1,4% en 2021. Crecimientos que, como digo, se han revisado a la baja por el peor comportamiento de determinadas economías europeas, como Alemania, así como por ese efecto directo que tuvieron esos focos de incertidumbre, a los que a Europa sacudía de lleno; entre ellos, la caída de la demanda externa, provocando un gran lastre para la locomotora económica europea, así como el Brexit, en el que Europa jugaba un papel determinante.

En detalle, el organismo multilateral ha anunciado que algunas economías como Francia o Italia no sufrirán notables variaciones respecto a las previsiones que arrojaba el informe de octubre. Sin embargo, para Alemania o España si ha anunciado cambios respecto al informe predecesor. Como digo, en el caso de Alemania, ese peor comportamiento por el deterioro de sus exportaciones, dada la fuerte caída que ha vivido la demanda externa en un proceso en el que los mercado vivían una total anomalía, así como la consecuente caída de la actividad manufacturera han provocado un ajuste en las perspectivas para el país germano.

De acuerdo con el informe, éstas han pasado de prever un crecimiento del 1,2% para este año, así como un 1,4% para el próximo, a prever un 1,1% para este año, así como el mismo 1,2% para el 2021. Unos reajustes muy leves, pero que sí muestran esa variación negativa tras los malos resultados de fin de año. Para España, sin embargo, la situación es más preocupante. El fuerte deterioro de la demanda interna, así como el peor comportamiento de las exportaciones intensifican una desaceleración que se cebará con la economía española en los próximos años.

De acuerdo con las perspectivas de crecimiento, la economía española será la única economía europea analizada en el informe que sufrirá variaciones negativas en su crecimiento. Como digo, las previsiones arrojan crecimientos en el PIB español que sitúan a la economía española en el 1,6% para el año 2020, el cual se prorrogará en el 2021. Atendiendo al cierre del 2019, la economía española estaba creciendo a ritmos del 2%, lo que la sitúa como la economía que mayor rebaja ha sufrido en los crecimientos, dentro del marco de las economías desarrolladas.

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