"Sea cual sea su opinión": Gabilondo pide a "todos los demócratas" que den las gracias a Sánchez por sacar a Franco del Valle

"Sea cual sea su opinión": Gabilondo pide a "todos los demócratas" que den las gracias a Sánchez por sacar a Franco del Valle

"Una situación inaceptable que se tragaron sin pestañear Suárez, Calvo Sotelo, González, Aznar, Zapatero, Rajoy..."

El periodista Iñaki GabilondoCADENA SER

“La decisión del Supremo no reabre una herida, cierra una indignidad”. El periodista Iñaki Gabilondo ha pedido a todos los demócratas agradecer al presidente Pedro Sánchez, “sea cual sea la opinión sobre él”, “que haya puesto fin a una situación inaceptable que se tragaron sin pestañear Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy y usted y yo”.

“La decisión del Supremo sobre los restos de Franco nos quita de encima una gran vergüenza colectiva”, ha considerado Gabilondo -en su comentario Punto y final a una indignidad, en la Cadena Ser-, quien opina que “hemos vivido durante 40 años con patológica naturalidad la anomalía que significaba” la tumba del dictador Franco en el Valle de los Caídos: “Ninguna democracia del mundo permitió que un dictador fuera enterrado en un mausoleo público y ninguna necesitó, por cierto, acudir a una ley de memoria histórica o algo parecido. A todos les fue suficiente con el sentido común”, ha argumentado.

Tampoco han faltado palabras de recuerdo por parte de Gabilondo hacia la familia del dictador, “ofendidísimos”: “Es de traca que los familiares de Franco, que se han paseado como celebrities por todos los escenarios de la popularidad nacional y han disfrutado sin reparos de las fortunas heredadas del dictador, se muestren ofendidísimos y hablen de dignidad para estirar la pelea hasta el límite”.

Punto final a una indignidad

La decisión del Supremo sobre los restos de Franco nos quita de encima una gran vergüenza colectiva. Hemos vivido durante 40 años con patológica naturalidad la anomalía que significaba su tumba en el Valle de los Caídos que ya es a su vez otra anomalía gigante. Ninguna democracia del mundo permitió que un dictador fuera enterrado en un mausoleo público y ninguna necesitó, por cierto, acudir a una ley de memoria histórica o algo parecido. A todos les fue suficiente con el sentido común.

Ya es de traca que los familiares de Franco, que se han paseado como celebrities por todos los escenarios de la popularidad nacional y han disfrutado sin reparos de las fortunas heredadas del dictador, se muestren ofendidísimos y hablen de dignidad para estirar la pelea hasta el límite. Como tantos años de aceptación de la vileza nos ha envilecido, tampoco hemos acompañado este proceso, que ha de conducir a la exhumación de los restos de Franco, con la seriedad que merecía la reparación de nuestro bochorno. Lo hemos seguido como quien asiste a un vodevil político y se divierte con el laberinto jurídico y los apuros del gobierno.

Todos los demócratas, sea cual sea la opinión sobre Sánchez, deberíamos agradecerle que haya puesto fin a una situación inaceptable que se tragaron sin pestañear Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy y usted y yo. Es decir, todos los que no tuvieron ni la voluntad ni los arrestos para meter la mano en este avispero y todos los que no tuvimos la conciencia cívica para exigírselo.

La decisión del Supremo no reabre una herida, cierra una indignidad. Ahora solo falta el visto bueno del juez Yusty que tiene que levantar el bloqueo que impide la obra de apertura de la tumba. Confiemos en que sus simpatías franquistas pesen menos que los argumentos del Supremo.