Lo que se sabe del séptimo paquete de sanciones contra Rusia: la UE, a por el oro 'de Moscú'

Lo que se sabe del séptimo paquete de sanciones contra Rusia: la UE, a por el oro 'de Moscú'

La semana que viene los Veintisiete debatirán una propuesta que ya les ha transmitido la Comisión Europea.

Putin, en una reciente reunión en su despachoMIKHAIL KLIMENTYEV via Getty Images

Pistoletazo de salida a una nueva tanda de sanciones comunitarias contra Rusia. La Comisión Europea ha planteado unas primeras líneas maestras de lo que sería el séptimo conjunto de restricciones a la economía, industria y poder internacional del régimen de Putin.

Este mismo viernes, la Comisión ha planteado prohibir las importaciones de oro ruso, a fin de alinearse con las medidas que ya adoptó el G7. Esta propuesta se debatirá la próxima semana, como ha explicado el vicepresidente del órgano, Maros Sefcovic.

La agenda de Bruselas recoge una reunión de los 27 ministros de Exteriores, pero la decisión, según Europa Press, se espera para días después, quizás el miércoles con otro encuentro comunitario a nivel de embajadores.

El corte a los negocios con el oro ‘de Moscú’ no es lo único que quiere incluir la UE en su propuesta. Los socios pretenden ampliar la lista de individuos sancionados por sus vínculos con Putin y su entorno. Además, estudian reforzar los controles en otras exportaciones, como las de tecnología avanzada y la conocida como de doble uso, aquella que puede ser usada con fines civiles y militares, como el software.

Más medidas... sin olvidar lo ya acordado

Pero el séptimo paquete quiere ir más allá de imponer nuevas sanciones. La intención de la UE es acordar una prórroga de las ya aprobadas hasta la próxima revisión, prevista a finales de enero de 2023. La importancia de consolidar lo ya firmado es una constante en el discurso del alto representante, Josep Borrell.

Desde que comenzó la guerra, la UE ya ha actuado contra el patrimonio del líder ruso y su entorno, el sistema financiero, bancario y las principales industrias y, especialmente, el carbón y el petróleo. Esto último fue un golpe que incluso el Kremlin reconoció que ‘dolería’.