Sexismo friki: el SyFy nos deja personajes femeninos odiosos

Sexismo friki: el SyFy nos deja personajes femeninos odiosos

La típica imagen del friki de la fantasía, el terror y la ciencia ficción como un recluso aterrado y rencoroso hacia las mujeres, que nunca han querido tener nada que ver con él, debería ser desterrada; pero sería más fácil sin que el colectivo produjera, exhibiera y jaleara obras que fomentan los peores estereotipos femeninos que existen.

El mundo friki ha protagonizado dos escándalos recientes de misoginia y sexismo, y esa corriente latente se ha podido sentir este fin de semana en el SyFy, la muestra de cine fantástico de Madrid.

En 2014 estalló en Internet el Gamergate, un movimiento preocupado por la corrección política y la compra de buenas críticas en el mundo de los videojuegos que acabó absorbido por un odio hacia las mujeres de la industria que desacreditó por completo la lucha.

El año pasado, un colectivo de fans de la ciencia ficción, preocupados por la deriva del género, se adueñó de los Premios Hugo, los galardones más prestigiosos en la ficción de este tipo. Se hacían llamar los Sad Puppies (cachorritos tristes) y protestaban porque, en su opinión, las obras de denuncia social han desplazado a historias más tradicionales, divertidas, pulp y masculinas. La facción más radical, los Rabid Puppies (cachorritos rabiosos), engulleron el movimiento con mensajes machistas, homófobos y racistas contra autores que antes no tenían cabida en el género (mujeres, LGTBI y no blancos ni anglosajones), a los que consideran culpables de esa deriva. Los Puppies consiguieron que autores y editores de su gusto fueran nominados, pero los organizadores de los Hugo prefirieron declararlos desiertos antes que dárselos.

Los fans de esos géneros, de los videojuegos, el terror, la ciencia ficción y la fantasía, son mayoritariamente hombres. También lo son los creadores de los juegos, libros y películas que consumen. Sin embargo, el terror es un género en el que las mujeres siempre han jugado un papel importante; normalmente como víctimas, pero más recientemente, como la última superviviente, la que al final debe rematar al villano (sea éste sobrenatural o simplemente humano, pero siempre varón).

En la fantasía, las mujeres han estado más relegadas a papeles secundarios, aunque sagas recientes como Los juegos del hambre o Juego de Tronos estén dando a las mujeres la oportunidad de ejercer de heroínas. En ciencia ficción, encontramos ejemplos de mujeres fuertes tan antiguos como Ripley (Alien) o Sarah Connor (Terminator), y más recientemente, Starbuck y Roslin en Battlestar Galactica y la Furiosa de Mad Max.

Si esto es así... ¿por qué los organizadores del SyFy no han sido capaces de encontrar una sola película en los dos días más potentes de exhibición en las que los personajes femeninos sean mínimamente interesantes? Es cierto que la mayor parte de la audiencia eran hombres; pero año tras año, más mujeres se suman a este tipo de eventos, y es muy difícil para ellas involucrarse en una película en la que todos los personajes femeninos son odiosos y traicioneros.

MUJERES TRAIDORAS, EGOÍSTAS Y ESTÚPIDAS

Hagamos un repaso a lo que se emitió el sábado en el cine Palacio de la Prensa en Callao.

Sonnim (El Flautista) es una versión siniestra del cuento clásico El flautista de Hamelín. Sólo hay un personaje femenino en la película, una mujer callada y sumisa de mirada huidiza, a la que el padre protagonista quiere como pareja y su hijo, como nueva madre. Al final los traiciona a los dos. Podría plantearse el argumento de que hay otra mujer, muy secundaria, que es fuerte, poderosa y buena, una chamana muerta. Pero en casi dos horas de duración, aparece menos de cuatro minutos y dice menos de cinco frases.

Listening (escuchando) es una historia sobre un invento para leer la mente. Hay dos personajes femeninos. La mujer de uno de los protagonistas, circunscrita casi exclusivamente al hogar y sólo preocupada por su matrimonio y su hija, decide pedir el divorcio pero se lo piensa mejor cuando ve la pedazo de casa que se ha podido comprar su marido. No vuelve a aparecer. La segunda es una científica que se hace pasar por universitaria para seducir a los protagonistas y enfrentarlos. Los traiciona, dado que era su plan desde el principio, aunque acaba trabajando a su lado y uno hasta le pide, absurdamente, que se case con él.

The Mind's Eye (el ojo de la mente) es una cinta sobre personajes telequinéticos. Sólo hay una chica, que no pinta mal al principio, aunque su labor es básicamente de víctima. Por supuesto, es la novia del protagonista, y el villano tiene una relación grimosa con ella. Tras un enfrentamiento muy breve en el que consigue derrotar a un enemigo previamente debilitado por dos hombres antes, queda fuera de juego el resto de la peli.

Bone Tomahawk es un western y hay dos personajes femeninos muy secundarios. Una es la esposa de uno de los héroes y se queda atrás a esperar su regreso después de hacerle la maleta. La otra también es esposa (de otro, afortunadamente) y es la víctima principal, su rescate es el objetivo de la película. Se dedica a cuidar de su marido lisiado.

The Rezort (Generation Z) es el peor ejemplo de todos. Es una película sobre un mundo postapocalíptico en que la humanidad superó una invasión zombie y ahora los ha recluido a todos los que quedan en una especie de safari donde la gente los caza por diversión y venganza. La premisa es muy prometedora para el público que atiende este tipo de eventos.

Hay tres personajes femeninos en la historia: uno es la jefa del safari, una empresaria sin escrúpulos que se aprovecha de los más débiles y los convierte en zombies para seguir aprovisionando el negocio. Otro es una activista tonta de un movimiento por los derechos de los zombies que provoca que la seguridad del safari colapse y todos mueran porque no sabía lo que la habían mandado hacer. Además de ese, su propósito es que los dos adolescentes quieran llevársela al huerto y ella se muestre despreciativa al principio y luego interesada, en cuanto les ve tristes.

El tercero es la protagonista: una mujer débil que no ha podido superar el pasado y es incapaz de matar zombies, ni siquiera para defenderse o proteger a otros. Se dedica a meter a todos en problemas, gritar, quejarse y criticar a todos los miembros de la expedición, mientras se niega expresamente a disparar un solo tiro en defensa de nadie. Por supuesto, además de interpretar el papel de víctima desagradecida, sus únicas relaciones importantes son con su padre y su marido.

Siguiendo los clichés del género, es la última en sobrevivir. Se entiende que los creadores de la historia pretenden que nos identifiquemos con ella, pues la película está muy lejos de acabar en un tono cómico. ¿Cómo pueden pensar que ese tipo de mujer es capaz de conectar con la audiencia? Como es lógico, el público clamó por su muerte desde antes de la mitad de la cinta.

Y ASÍ, LOS HOMBRES APRENDEN A ODIAR A LAS MUJERES

Lo importante no es si eres hombre o no; personajes así aburren a cualquier público. Un chico sentado a mi lado en la sala comentó: "Cosas como éstas hacen que luego muchos hombres odien a las mujeres". Es cierto. En una atmósfera llena de testosterona, se escuchan gritos que claman por la muerte de personajes femeninos indefendibles. Y todo ello sin ningún ejemplo que contraste, ninguna heroína, ninguna mujer sensata, buena ni divertida. Ninguna que no sirva para ser el ligue, la novia, la mujer, la hermana o la hija de alguien como principal papel en la trama.

La representación de la mujer es clave para acabar con los estereotipos, para que los hombres tengan otra visión de las mujeres y ellas un modelo que emular. En la segunda entrega de este blog repasaremos ejemplos aún peores vistos en la sesión del domingo.