Sí hay víctimas que lamentar

Sí hay víctimas que lamentar

Era su primer y último viaje: camino del matadero...

Cerdos muertos en el accidente. Igualdad Animal

“Afortunadamente no hay víctimas que lamentar”, decía el periodista que se encontraba a mi lado, mientras cubría en directo el accidente del camión en la carretera A6 este pasado lunes. Lo decía mientras los chillidos de los animales atrapados y encerrados en el camión nos estaban dejando el corazón helado a los activistas de Igualdad Animal que estábamos allí.  

Tras varias horas encerrados y atrapados en el camión sin que nadie hiciera nada, los chillidos de los cerdos iban apagándose. No te puedes imaginar la impotencia que sentimos, no nos dejaban acceder al lugar, tampoco a los periodistas. 

Finalmente llegó una grúa y empezó a sacar cadáveres del camión, y los pocos que quedaron con vida (murieron 130 cerdos) vimos cómo los metían en otro camión, dándoles patadas. 

Era la primera vez que sentían la luz del sol, después de una vida miserable hacinados en granjas. Era su primer y último viaje: camino del matadero. 

Sus chillidos en el camión durante horas no los vamos a olvidar.

Pero esta vez al menos estuvimos allí, haciéndolos visibles. Mi compañera Silvia entró en directo en varios medios y dio voz a los animales, consiguiendo que esos gritos fueran escuchados por millones de personas.

Tras estar allí, vinimos a la oficina. Era una mezcla de rabia, impotencia y tristeza lo que sentíamos. Aunque llevemos años documentando el horror que viven los animales, nunca te acostumbras a ello. Sus chillidos en el camión durante horas no los vamos a olvidar. Y por eso estuvimos trabajando sin descanso para enviar a todos los medios de comunicación las fotografías y los vídeos, y lo más importante, contar lo que había sucedido, que más de cien cerdos habían muerto tras agonizar durante 5 horas en un camión sin recibir ningún tipo de auxilio y que son necesarios protocolos para este tipo de casos.

Y conseguimos que multitud de medios hablaran de ello. Pusimos en el centro a las víctimas animales de las que nadie habla.

Porque sí, hubo víctimas que lamentar.