Si no pactamos ahora, ¿cuándo?

Si no pactamos ahora, ¿cuándo?

¿De verdad vamos a decirle a los que han perdido su trabajo que en lugar de resolver sus problemas nos dedicamos a llamarnos “trifachito”, “bolivarianos” o “comunistas”?

Un operario iza la bandera regional madrileña a media asta en el Palacio de Correos. Handout via Getty Images

La pandemia del Covid-19 nos ha puesto contra las cuerdas. Si descontamos a unos pocos incívicos, podemos decir bien alto que la sociedad española ha cumplido y que gracias a ello hemos frenado la curva. Pero no nos engañemos: después de la crisis sanitaria, llega la económica. Por eso, es hora de que los representantes políticos dejemos de mirarnos el ombligo y pactemos para poner soluciones.

El pasado 29 de abril recordé a todos los diputados de la Asamblea de Madrid la cruda realidad: somos la comunidad autónoma que suma más muertos, con más de 8.000 fallecidos a causa del coronavirus. Y, francamente, si esto no nos hace replantearnos las cosas, no sé qué lo hará.

Los efectos económicos del confinamiento empiezan a notarse en nuestra economía. Aunque aguantamos mejor que otros, el paro ha subido un 10% de golpe en el mes de abril y alcanza a más de 400.000 madrileños. ¿De verdad vamos a decirle a los que han perdido su trabajo que en lugar de resolver sus problemas nos dedicamos a llamarnos “trifachito”, “bolivarianos” o “comunistas”? ¿En serio eso es todo lo que podemos ofrecer a los que han perdido a ser querido o a quienes se juegan la vida para sacarnos de esta?

Yo no lo creo. La realidad es que tenemos demasiados muertos encima de la mesa como para seguir así.  No se me ocurre razón más poderosa -ni más trágica al mismo tiempo- para ponernos manos a la obra y llegar a un pacto entre las tres fuerzas mayoritarias de la Cámara: Ciudadanos, PP y PSOE.

¿De verdad vamos a decirle a los que han perdido su trabajo que en lugar de resolver sus problemas nos dedicamos a llamarnos “trifachito”, “bolivarianos” o “comunistas”?

Tengo muy claro que nuestra obligación es mejorar la vida de los madrileños e impedir que nadie se quede atrás durante la recuperación. Estamos obligados ser útiles a todos, sin importar la ideología de cada uno, porque ni los que han muerto llevaban una papeleta en la boca ni los sanitarios les preguntaron a quién votaban antes de intentar salvarles la vida.

No podemos dar marcha atrás, pero sí podemos mirar hacia adelante. Pocas veces tendremos, como sociedad, una oportunidad como esta para reinventarnos, mejorar los cuidados o invertir en ciencia para prevenir futuras pandemias. Para lograrlo, los dirigentes políticos debemos volver a nuestra esencia, que no es otra que la de asegurar el bienestar de los ciudadanos. Tanto yo como mi partido estamos convencidos de que la mejor manera de honrar a quienes nos han dejado es legar una mejor sociedad a quienes continúan y nos perdurarán.

Las peleas ideológicas tienen que acabarse. Si la sociedad ha cambiado, los políticos debemos cambiar. Nos toca dar la cara y no podemos fallar, porque lo que está en juego no son nuestros escaños ni nuestros intereses partidistas, sino el presente y el futuro de las familias, los autónomos y las empresas. Si no somos capaces de hacerlo, los ciudadanos nos pondrán en nuestro sitio.

César Zafra (Salamanca, 1983). Licenciado en Derecho. Portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid y miembro del Comité ejecutivo Nacional de Ciudadanos.