Soy la cuarta ola

Soy la cuarta ola

Luchas muy similares con un enemigo común: la exclusión social creada por un sistema que premia los alienados (que se creen burgueses).

Klaus Vedfelt via Getty Images

En un mundo en el que el odio al diferente llena nuestras crónicas y noticias no es de extrañar que muchos sean los que se sienten poco defendidos y rabiosos con una sociedad que siempre les va a marcar para intentar excluirlos. 

No podemos seguir dinámicas ni teorías de siglos pasados. Debemos empezar, nuestra generación, a crear nuevas formas de teoría y maneras de ver la vida. Entre todos. Unidos. Para que este mundo deje de ser el mundo de odio que generaciones anteriores han creado a través de sus reglas de impunidad si eres «normal». Y si eres «raro» o de cualquier minoría, por defecto, se te prejuzgues y seas la víctima inocente de un sistema caracterizado por la hegemonía heteropatriarcal, supremacía de la raza blanca, capitalista (o comunista) de las personas con alto nivel adquisitivo y colonial. 

No se trata de buenos o malos. Se trata de intentar crear un mundo mejor para todos. Frases como «la bandera del arcoíris solo representa a un colectivo», «the lifes black matters» o «¿seguro que dijiste no?» dejan en evidencia el mundo elitista, injusto y diferenciador que estamos creando. Cuando lo ideal es que tengamos todos una lucha común: la defensa de los derechos humanos, de todas las personas. Personas, única etiqueta que debe importar, y la única cualidad que debe de importar en un mundo que está, de forma permanente, en contra de sí mismo. 

#THUGLIFE es una palabra para describir a una persona con una vida violenta, sinvergüenza, vago, maleante... Sobre todo, era aplicado en los noventa en los guetos estadounidenses, sistemas urbanísticos que intentan marginar a ciertos colectivos a la exclusión social. Dejándolos a su albedrío, «criándolos en la violencia» y, parafraseando a Tomás Moro, para luego «justiciarlos». 2PAC creó de esa etiqueta, un acrónimo que empoderara a las personas pertenecientes a esos guetos: The Hate U Give Little Infants Fucks Everyboy (el odio que dais a los niños acaba jodiendo a todo el mundo). Un aviso de que en este mundo somos el odio que recibimos y el que luego, por habernos criado con él y llenado de dolor y odio, se lo devolvemos. 

Luchas muy similares con un enemigo común: la exclusión social creada por un sistema que premia los alienados (que se creen burgueses).

En los mismos años nació el movimiento de empoderamiento de la palabra queer (raro, referido especialmente a los maricas y a las bolleras), y empezaron a surgir teorías, hoy consagradas en las universidades, sobre la importancia de dar voz a las realidades oprimidas y acalladas para empoderarlas. Sobre todo, gracias a ACT UP, que actuaba aunando a todas las víctimas del sida sin importar la práctica de riesgo (hemofílicos, UDIs, gays, trabajadoras sexuales...). Sin importar su estado serológico, raza, sexo, religión... diferente a la actitud de MenHealht Group, grupo de homosexuales excluyentes, en su mayoría de buena posición social, que lo único que quería era quedar bien en la prensa y llegar a acuerdos con políticos para mantener su estatus social.

También en estos años, nació la tercera ola feminista gracias a una gran mujer afrodescendiente, Rebeca Walker. Este termino es muy importante porque aunó todos los frentes abiertos del feminismo, que en las anteriores olas solo se ocupó de los problemas de las mujeres blancas burguesas. Ahora, todas las luchas estaban abiertas para mujeres de otras etnias, de cualquier lugar del mundo, de cualquier condición social y sexual...

Como podemos comprobar, luchas muy similares con un enemigo común: la exclusión social creada por un sistema que premia los alienados (que se creen burgueses) en un mundo que cada vez está más en contra de sí mismo.

¿Y si todas estas luchas las unificamos? ¿Y si dentro de nuestras diferencias nos hacemos más fuerte apoyándonos unos con otros con fraternidad, feminismo, queerismo y globalidad?

Siendo un tsunami más grande que nuestro enemigo común a través de la unión y el trabajo en equipo. SEAMOS LA CUARTA OLA.