La Comunidad de Madrid negoció la compra de la vacuna rusa Sputnik

“Comunismo o libertad”. El lema de la campaña del PP de Isabel Díaz Ayuso ha adquirido un nuevo matiz de nostalgia postsoviética a la luz de la revelación que ha tenido lugar este martes en una exclusiva de ABC. El consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, mantuvo un encuentro en la que exploró la posibilidad de comprar la vacuna rusa Sputnik V, el pasado 11 de febrero.

Fuentes del Gobierno regional han confirmado a Europa Press que se trata de un movimiento realizado ante “la inoperancia del Gobierno”. Concretamente, se prujeron tres reuniones con intermediarios de la vacuna rusa, a petición de la firma, que estaba interesada en conocer cómo avanza el proceso de vacunación a escala nacional y autonómica.

Este producto está previsto que sea fabricado en una planta de Galicia. Y es que IberAtlantic tiene cerrado un contrato para su producción en el laboratorio Zendal, en O Porriño (Pontevedra). En la información aportada por ABC, citan fuentes que calculan una capacidad de fabricación superior a diez millones de dosis al mes.

El objetivo de los contactos, según han confirmado desde la Consejería de Sanidad de Madrid, era “explorar el mercado internacional y tener todas las posibilidades abiertas en el futuro en la lucha contra la pandemia, siempre dentro del marco nacional de vacunación”.

Un “preacuerdo” para todos los españoles

Con todo, la misión de dichas reuniones también pasaba por “facilitar un preacuerdo de compra beneficioso para todo el Sistema Nacional de Salud y en condiciones equitativas para todos los españoles”. Según las indicaciones realizadas desde el Ejecutivo madrileño, era “ganar tiempo de negociación” mientras no se produce la aprobación de la Sputnik V por la Agencia Europea de Medicamentos.

Asimismo, y según la exclusiva, toda la operación de compra estaría supeditada a la aprobación de la vacuna rusa por parte del organismo comunitario. De hecho, en ABC apuntan a que el Gobierno de la Comunidad de Madrid tendría previsto alcanzar el 100% del proceso de vacunación para el mes de septiembre, una cifra superior a la meta del 70% fijada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a final de verano.

Llama la atención que sea un organismo regional, la Consejería de Sanidad de Madrid, la que entable conversaciones de carácter comercial bajo el pretexto de lograr un preacuerdo para “todo el Sistema Nacional de Salud”.

El Partido Popular madrileño también ha salido al paso de las críticas generadas las en redes sociales. En este sentido, desde su cuenta oficial de Twitter han señalado que la Comunidad de Madrid se encuentra “sola frente al virus”.

Con todo, también han llegado las primeras declaraciones políticas comentando los encuentros mantenidos con representantes de la vacuna rusa. La candidata de Más Madrid, Mónica García, ha abordado la cuestión en una entrevista televisiva.

“La planificación de la vacunación en Madrid es una chapuza y eso no se soluciona comprando más vacunas”, sentenció García, quien mostró su malestar por tratar de hacerse con una inyección que todavía no está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento. Para ella el verdadero problema se encuentra en que “no se han aumentado los refuerzos en los centros de salud”.

¿Puede Madrid negociar la compra en solitario?

Inevitablemente, este caso trae a la memoria algunas escenas vistas al inicio de la pandemia cuando las comunidades autónomas trataron de negociar por su cuenta la adquisición de material sanitario como mascarillas o respiradores en el mercado internacional.

No obstante, el escenario para una vacuna es muy distinto, puesto que es el Ministerio de Sanidad el único que podría negociar y formalizar una adquisición de este tipo. Eso sí, siempre que haya recibido el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Además, el Gobierno de España deja en manos de la Comisión Europea la compra de vacunas en virtud de su compromiso con la estrategia comunitaria.