Teresa Rodríguez, la sultana anticapitalista

Teresa Rodríguez, la sultana anticapitalista

Así es la dirigente de Adelante Andalucía, en el ojo del huracán tras la explosión de la coalición de izquierdas.

Teresa Rodríguez, en Sevilla, el pasado 7 de noviembre de 2019.Getty Images

Teresa Rodríguez (Rota, 1981) es el alma irreverente de la izquierda a la izquierda del PSOE. Pasó su infancia en la ciudad donde EEUU tiene una de sus decenas de bases repartidas por medio planeta y puede que eso haya condicionado su visión del mundo. Desde muy joven peleó contra la presencia de los soldados estadounidenses en el seno del movimiento que busca el cierre de la fortaleza yanqui a orillas del Estrecho. En cierta manera, decidió torpedearla en el terreno de las ideas.

La anticapitalista, que este miércoles ha sido expulsada definitivamente por la Mesa del Parlamento andaluz de su grupo en la Cámara, ha pasado casi toda su vida en el activismo político. Y seguirá en él pase lo que pase. Es más, ya ha anunciado que recurrirá la decisión de la Cámara, que ha salido adelante con los votos del PSOE-A, Ciudadanos y Vox, y la abstención del PP-A.

Hace dos semanas, Rodríguez ganó algo de tiempo porque la Mesa pidió estudiar en profundidad su caso y el de otros 7 diputados tras su baja de Podemos, sobre los que ahora se ha colgado el cartel de tránsfugas en base a la aplicación de los criterios del Pacto Antitransfuguismo acordado en el Congreso.

Siempre me pareció que era una chica con mucha fuerza y garra y con una firmeza en sus convicciones muy grande
Raúl Camargo, anticapitalista y exdiputado de Podemos en la Asamblea de Madrid.

A Rodríguez, licenciada en Filología Árabe por las Universidades de Sevilla y Cádiz, siempre le ha gustado intentar cosas nuevas; iniciar nuevos proyectos y abrir espacios más allá de lo establecido. No se casa con nadie. Ya en la universidad fue la voz que convocó asambleas estudiantiles contra la Ley Orgánica de Universidades y el Plan Bolonia. Fue militante de Izquierda Unida y, con solo 18 años, entró en las listas del partido en las elecciones andaluzas de 2000. Tan solo ocho años después daría un portazo a la formación para impulsar la corriente interna Espacio Alternativo, embrión de Anticapitalistas.

“La conocí hace unos 20 años, en una reunión de Madrid, cuando estaba en la Unión de Juventudes Comunistas... en pleno movimiento estudiantil. Y luego la vi en Sevilla, cuando fuimos a crear el espacio anterior a Anticapitalistas. Al poco tiempo, en el año 2002, entró con nosotros en Espacio Alternativo. Siempre me pareció que era una chica con mucha fuerza y garra y con una firmeza en sus convicciones muy grande. Hemos hecho el camino juntos, salimos juntos de Izquierda Unida y nos montamos juntos en el camino Anticapitalista. Ha sido la trayectoria de muchos años. Ella es un ejemplo de coherencia, moralidad y fuerza”, cuenta su compañero de batallas, el también anticapitalista Raúl Camargo, exdiputado de Podemos en la Asamblea de Madrid.

Izquierda Anticapitalista, la fuerza en la que ha militado desde su salida de IU fue la llave que le permitió entrar en las instituciones. Primero, en el Parlamento Europeo y, después, en el Parlamento Andaluz de la mano de Podemos, que se abrió a cooperar con ellos. En el partido morado llegó a la secretaría general en Andalucía. Pero su divorcio amistoso con Pablo Iglesias ha terminado muy mal. “Confiaba en la palabra dada. Creí que lo conocía, habíamos compartido muchas horas de campaña, en Bruselas... Hoy es evidente que confié demasiado, claro”, cuenta Rodríguez a El HuffPost, quien reconoce que le ha afectado “mucho” la bronca. “Pero me recuperaré, porque la necesidad de construir una fuerza de obediencia andaluza nítidamente transformadora sigue vigente”, incide.

  Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, en un acto en Cádiz, en octubre de 2019.Europa Press News via Getty Images

Rodríguez abandonó en febrero el calor morado porque nunca vio con buenos ojos la coalición de Iglesias con el PSOE en Moncloa, pese a que las bases andaluzas dieron su bendición al pacto de Gobierno con Sánchez. Entre los socialistas de su tierra, Rodríguez no ha dejado un buen sabor de boca.

“Desde el primer momento ha sido una persona hosca y una persona con una animadversión al PSOE enorme. Eso es indiscutible”, cuentan fuentes del PSOE andaluz, que creen que su ‘no’ a los socialistas le ha perjudicado: “Le hizo mucho daño cuando dijo que con el PSOE ni muerta. Hay mucha gente de su entorno electoral, no sé si ideológico, pero sí electoral, que entiende que pueden ser críticos con el PSOE, pero con el PSOE ni muertos, no, porque en los tiempos que corren no se le puede cerrar la puerta al principal partido de la oposición, de Andalucía y de la Cámara”.

La anticapitalista tampoco logró que Iglesias diera a Podemos Andalucía una autonomía de gestión y decisión política que Rodríguez considera fundamental para una comunidad que accedió a la autonomía por la vía histórica, como Cataluña y País Vasco. La bandera verde de los omeyas tira mucho en la tierra de los olivos. Por eso, se lanzó a crear la marca Adelante Andalucía, que fundó ella misma con el excoordinador andaluz de IU Antonio Maíllo para las últimas elecciones autonómicas.

En estos meses, su hacha ha estado enterrada, pero el rifirrafe con Montero la ha desempolvado. “Este tiempo ha sido de paz con la dirección de Podemos, de respeto y de alivio tras el acuerdo de separación, pero también de un aumento de hostilidades progresivo con Izquierda Unida. Hoy sé que estaban de acuerdo para traicionarnos. A nosotras, la mayoría del grupo, pero sobre todo al programa y a los principios con que construimos Adelante Andalucía. Primero, vetando la posibilidad de presentar Adelante Andalucía a las elecciones generales para confederarnos con Unidas Podemos, como los Comunes, para conseguir una voz andaluza en Madrid como la que tienen catalanes, vascos, gallegas o canarios. Y, luego, ofreciéndose a Susana Díaz para reeditar el pacto de gobierno de 2012”, cuenta la dirigente andaluza.

Un voz propia de Andalucía

Lo cierto es que Teresa Rodríguez no se ha conformado nunca con ser una mera delegada de la dirección nacional morada más allá de Despeñaperros. Su auténtico anhelo siempre fue pilotar un proyecto propio, autónomo, que siguiera la estela de los Comunes de Jaume Asens y Ada Colau, a quienes tiene como referencia. El acuerdo amistoso de febrero, cristalizado en tuit, fue un pacto que implicaba que 11 diputados dejaban de estar bajo las directrices de Podemos frente a los 6 de IU.

Rodríguez, madre de dos hijos y pareja del alcalde de Cádiz, el también anticapitalista Jose María González, ‘Kichi’, siente la afronta de sus excompañeros de manera especial porque cree que han aprovechado su baja para cuidar de su segunda hija para expulsarla. IU, no obstante, le da la vuelta y lo justifica: pone el foco en el dinero, porque culpa a Rodríguez de dar un golpe de efecto y hacerse con las cuentas de Adelante Andalucía e impedir que lleguen fondos del Parlamento a Podemos y a IU, partidos que también forman parta de la coalición Adelante Andalucía junto a Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista.

Adelante Andalucía recibe de la Cámara autonómica 1,67 millones que se reparten así: un 65% para Podemos y un 35% para IU. Desde la ruptura, no ha sido transferido ni un euro al partido de Iglesias, que no ha podido contratar asesores. IU comprobó que Anticapitalistas revocó el acceso de su administrador a la cuenta. Y, Rodríguez, presidenta del grupo, comunicó al Parlamento el cambio a otra cuenta que manejan solo los suyos.

La maternidad me ha cambiado en casi todo
Teresa Rodríguez, líder de Anticapitalistas y presidenta del grupo Adelante Andalucía.

Ese es el motivo por el que los políticos creen que ha incurrido en transfuguismo. También los del PSOE y Vox, que se han puesto de acuerdo para aceptar su expulsión. “Hay que preguntar a IU y Podemos por qué la ultraderecha y el PSOE se han puesto de acuerdo. Habían acordado sus apoyos antes de la reunión de la mesa. Todos tienen motivos para no querernos mucho. Hemos dado mucho la lata con las dietas y los privilegios de los políticos. Me quieren convertir en la penúltima purga de un espacio que solo ha sido ganador cuando ha sido plural”, cuenta.

No obstante, sus rivales políticos difieren. “Ella realmente ha hecho una oposición muchísimo más dura al PSOE que a la derecha en Andalucía. Y a mi me consta que dentro de su propia formación no ya de Anticapitalistas, que también hay gente que piensa distinta a ella en este sentido, sino de Adelante Andalucía, y no solo la parte de IU ni mucho menos, esto de no acercarse al PSOE no les ha gustado nunca y ya está. Es una persona difícil, una persona con la que las sesiones de control al Gobierno en la anterior legislatura eran durísimas”, cuentan fuentes socialistas.

Por lo menos, ser madre otra vez vuelve a ser “lo mejor” que le ha pasado en la vida. “Es otra dimensión de lo que importa. Yo he militado siempre por una especie de solidaridad con los desconocidos, ese ‘sentir en lo más hondo cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo’ que decía el Che, que era la cualidad más linda del revolucionario. Ahora sigo militando por eso, pero muy concretamente por el futuro de mis hijas, porque tengan un planeta sano en el que vivir, porque no les corten las alas por haber nacido niñas, porque no las explote nadie ni vivan con apatía la explotación de nadie más. Me ha cambiado en casi todo”, dice.

¿Tendrá éxito Rodríguez si lo intentan por su cuenta? “Su liderazgo se circunscribía a nuestra comunidad autónoma. Entonces, tampoco ella tenía una proyección nacional como otros líderes de Podemos. Aquí hay una divergencia grande política entre Podemos lo que representaba dentro de Podemos Teresa Rodríguez hasta el punto de que se ha ido del partido. Los andaluces, como se presente en las próximas elecciones, ya veremos el aprecio que le tienen. Desde luego, en las encuestas, sale siempre bastante mal parada. Mi opinión es que si se presenta en solitario en las próximas elecciones tendrá un pésimo resultado”, aventuran socialistas andaluces de primer nivel. Mientras, la sultana anticapitalista batalla para que el sol no se ponga en su camino.