Tomarse la cultura en serio: un proyecto para la Comunidad de Madrid

Tomarse la cultura en serio: un proyecto para la Comunidad de Madrid

Aunque parezca increíble, es posible afirmar que no ha existido ninguna política cultural en la Comunidad, o más concretamente, que no ha existido una política cultural que piense en la cultura, en la gente y en sus profesionales. Al contrario, la cultura se ha utilizado para extraer beneficios económicos y políticos inmediatos.

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IMAGEN CEDIDA POR PODEMOS

Este artículo ha sido escrito conjuntamente con Jazmín Beirak, responsable de Cultura de Podemos en la Comunidad de Madrid y candidata a la Asamblea

Podemos se toma la cultura en serio. ¿Qué significa esto? ¿Acaso somos los únicos que lo hacen? En primer lugar, independientemente de cómo la definamos, la situación actual de la cultura en la Comunidad de Madrid es asfixiante. Es urgente una política cultural constructiva que fomente la sostenibilidad, la autonomía y la musculatura del tejido; que ofrezca las mejores condiciones materiales, los marcos legales, los recursos y los espacios que contribuyan a una proliferación de las experiencias, las prácticas y los productos culturales. Se fije uno en el Gobierno popular o en la oposición socialista, por primera vez en dos décadas, una fuerza política presenta un proyecto cultural integral para la Comunidad. No lo afirmamos con orgullo -que también, aunque sólo sea un poco-, sino con preocupación.

En segundo lugar, nos tomamos la cultura en serio porque tenemos la convicción de que no hay cambio político sin cambio cultural. Las transformaciones políticas duraderas son las que tocan el elemento cultural que sostiene nuestra vida en común. Todo cambio político está conectado con la cultura, y los cambios de lenguaje, de mirada, de los significados de las palabras o de las palabras mismas, son cambios políticos. También significa entender que todo cambio cultural tiene una dimensión política: cambia la manera de entender cómo hemos llegado hasta aquí, qué nos ocurre y hacia dónde queremos caminar. Darle importancia a esta relación también significa entender que el arte y la cultura comparten con la política la capacidad de abrir nuevos horizontes de lo posible.

El problema de esta relación es que la cultura siempre ha salido perdiendo. Ha sido un medio para un fin, y por tanto, ha sido relegada al servicio de la política. El proyecto cultural de Podemos plantea justamente lo contrario: una política cultural al servicio de la generación de un tejido cultural vivo. Aunque increíble, es posible afirmar que no ha existido ninguna política cultural en la Comunidad, o más concretamente, que no ha existido una política cultural que piense en la cultura, en la gente y en sus profesionales. Al contrario, la cultura se ha utilizado para extraer beneficios económicos y políticos inmediatos.

Para construir un ecosistema de la cultura que funcione mejor, se necesita un proyecto, un enfoque integral y un modelo para la región. Apostamos por fortalecer las escalas intermedias -que son las más sostenibles y las que llegan a más gente- para generar un tejido sólido que no aspire al pelotazo, pero que tampoco se conforme, por inercia, con el confort de lo invisible o minoritario. Si quisiéramos utilizar una metáfora deportiva, habría tres niveles: de base, profesional y de élite. Existe una cultura de base que es importante impulsar; por ejemplo, conservatorios que quizá no generen grandes músicos de renombre, o sí, pero que desde luego ofrecen la oportunidad de aprender música. En el nivel de la industria encontramos a muchos profesionales y técnicos indispensables para que la cultura sea materialmente posible. Por último, en la parte superior de esta escala imaginaria se hallan los grandes nombres, los grandes recipientes y los grandes eventos. Los tres niveles son necesarios, y deben estar conectados, pero no podemos hacer política cultural como si solamente existiera el tercero. La cultura no sucede una, dos o cinco veces al año, sino todos los días de la semana. La cultura sucede en todas partes, no solamente en uno o dos edificios singulares.

¿Qué medidas proponemos? En primer lugar, dotar de especificidad a la cultura en el organigrama de la Comunidad de Madrid. Desde su creación, en 1983, ha tenido estatuto propio durante apenas cinco años. En segundo lugar, un proyecto en torno a diferentes ejes de actuación: (1) accesibilidad; (2) sostenibilidad; (3) participación y gestión responsable; (4) igualdad. El programa completo puede consultarse aquí.

Entre las medidas más destacadas se hallan un plan de visibilización de la diversidad cultural y de la cultura producida en Madrid, un plan de sensibilización y formación de nuevos públicos (con énfasis en la coordinación de actividades educativas y culturales), y un tercero de rescate de espacios en desuso. También abordamos la financiación directa de la cultura, imprescindible para garantizar la viabilidad del tejido y la actividad profesional. A estos efectos, hemos calculado que con una buena gestión se podría aumentar un 20% el presupuesto destinado a cultura. Además, se apuesta por la inversión indirecta y por la colaboración público-privado (Ley de mecenazgo autonómica). Y como no existe un tejido sostenible sin dignidad profesional de los creadores, se pondrá en marcha un plan de apoyo a los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (como centro de un paquete de medidas contra la precariedad, la desprofesionalización y la autoexplotación en el sector cultural). Proponemos implantar un Código de Buenas Prácticas con medidas de transparencia y ejercicio responsable para terminar con la opacidad en la gestión de los recursos públicos. Asimismo, para garantizar la participación tanto de la ciudadanía como del sector profesional, se reformará el Consejo de Cultura y, con el objetivo de realizar un seguimiento de las políticas emprendidas, se creará un Observatorio Ciudadano de la Cultura.

Finalmente, la cuestión de la igualdad atraviesa todo el programa de Podemos para la Comunidad. Consideramos importante poner en marcha un conjunto de medidas para fomentar la presencia de las mujeres tanto en la parte visible como en la invisible de la gestión y las prácticas culturales. Asimismo, se pondrá en marcha un comité para la evaluación de las imágenes discriminatorias, sexistas u objetualizadoras de la mujer, y se pondrán los medios para evitar que las administraciones públicas contribuyan a la financiación y difusión de estos estereotipos.

Además de estas propuestas, se encuentran otras que abordan cuestiones como los Teatros del Canal, Telemadrid, los centros culturales y Museos dependientes de la Comunidad, la difusión de la música, el cine, el patrimonio histórico y el cultural y el ámbito de los libros y las bibliotecas. Todas y cada una de ellas se han desarrollado para alcanzar dos objetivos básicos que entendemos son prioritarios: garantizar el acceso a la cultura y garantizar el acceso a la creación y producción cultural. El programa de cultura de Podemos para la Comunidad de Madrid se propone alcanzarlos a corto, medio y largo plazo.