Un error de cálculo obliga a tirar decenas de dosis de Pfizer en Asturias

Un error de cálculo obliga a tirar decenas de dosis de Pfizer en Asturias

Los sanitarios ya tenían 'montadas' las jeringas, pero los citados no se presentaron. No les dejaron llamar a otras personas, y tuvieron que tirar a la basura las vacunas.

Un sanitario prepara una vacuna de Pfizer contra el covid en el Hospital de Getafe (Madrid).Marta Fernandez Jara/Europa Press via Getty Images

El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) desechó el pasado viernes, 30 de abril, casi un centenar de dosis de la vacuna anticovid de Pfizer por un error de previsión, según ha admitido la Consejería de Salud. 

Concretamente, ese fallo de cálculo se produjo al sobreestimar las personas que iban a asistir al Palacio de Deportes de Gijón para vacunarse. 

Por la tarde, cuando se esperaba que acudieran 2.100 personas, “los coordinadores ordenaron ir ‘montando’ vacunas a partir de los viales”, según explican a El Comercio fuentes próximas al dispositivo.

Sin embargo, decenas de personas no se presentaron a su cita, y aproximadamente cien de las dosis que estaban preparadas —y que sólo aguantan seis horas fuera del vial— tuvieron que tirarse a la basura, ante el malestar de los propios sanitarios que conformaban el dispositivo. 

Vino un chico de unos treinta años enfermo de cáncer que pidió que lo vacunáramos. Como no figuraba en el listado, le dijimos que no podía ser

“Todos los del grupo que se vacunaba estaban citados y no hubo margen para llamar a nadie”, ha reconocido la Consejería en declaraciones al diario asturiano El Comercio. Estas mismas fuentes aseguran que este incidente “no se había dado nunca”, y que a partir de ahora sólo se ‘montarán’ las jeringuillas necesarias en cada momento.   

Los sanitarios, que se vieron con las manos atadas, no pudieron más que expresar su rabia por no tener permiso para vacunar a otras personas que no estuvieran en la lista inicial. “Vino un chico de unos treinta y tantos años y enfermo de cáncer y que pidió que lo vacunáramos. Como no figuraba en el listado, le dijimos que no podía ser. Hubo quien propuso que se llamara a personas de actividades esenciales, pero no se permitió”, declaró un sanitario a El Periódico.