Un inspector del 1-O: se llevaban las urnas a sus casas en presencia de mossos

Un inspector del 1-O: se llevaban las urnas a sus casas en presencia de mossos

En su opinión, pone de manifiesto su papel activo a favor del referéndum en multitud de centros.

EFE

Un mosso con una mano en una urna y otra en la de su pareja, un sorteo para decidir el destino de urnas en presencia de policías autonómicos o ciudadanos metiendo urnas ante “la indolente mirada de mossos” son los ejemplos de dos agentes que demuestran la complicidad del Cuerpo con los votantes el 1-O.

Un inspector de Policía ha relatado ante el tribunal del “procés” cómo fue la actuación de mossos al término de la jornada que, en su opinión, pone de manifiesto su papel activo a favor del referéndum en multitud de centros electorales en el distrito de Nou Barris de Barcelona, de los cuales ha dado parte aunque no como testigo directo sino por las referencias de sus subordinados.

Como en la escuela Calderón de la Barca, donde una persona que aparentaba liderazgo y a la que se referían como “la jefa Lore” cogió las urnas y las llevó a un domicilio particular a unos 60 metros junto a otras personas e, incluso, se llegó a “realizar un sorteo” para decidir el destino de las urnas en presencia de mossos.

Igualmente, en el instituto Gineuta ha explicado que el recuento de votos se hizo ante la mirada de mossos y al terminar una persona dijo que “los votos se podían llevar a las casas particulares”.

Más anecdótico es lo que ocurrió en el Manuel Carrasco y Formiguera, donde el agente ha señalado que vieron a un mosso irse “con una urna en la mano y en la otra a su pareja”, o en el Pablo Ruiz Picasso, donde ocho personas entregaron urnas a los mossos “en un ambiente de cordialidad y con saludos”.

Un episodio que especialmente le llamó la atención ocurrió en el instituto Valldemossa donde vieron salir a unos mossos que introdujeron una caja con documentación, no con urnas, en un coche camuflado del departamento de Presidencia de la Generalitat.

Cuando los agentes volvieron al colegio, el coche arrancó y la Policía comenzó a seguirle hasta que se metió en un parque de bomberos, de donde salieron dos mossos con urnas que metieron en el Peugeot. Este coche se juntó con una furgoneta de mossos y una radiopatrulla y todos se dirigieron a la comisaría de Aiguablava.

Otro policía nacional ha dado cuenta de la colaboración de mossos cuando dos mujeres salieron del colegio Octavio Paz portando una urna cada una, que introdujeron en un coche particular “ante la indolente mirada de mossos” o “por lo menos con su consentimiento”.

Al margen de la colaboración de los mossos con el asunto de las urnas, el inspector ha relatado un episodio que se produjo a su llegada al CEIP Tomás Moro cuando vieron “un cable de acero atado de farola a farola” que cruzaba la carretera para impedir el paso de los vehículos, lo que, unido a los muros de contención en la entrada del centro, demuestra “sin duda” que la gente estaba organizada.

Junto a estos dos policías, esta mañana han declarado otro cinco agentes que han expuesto el escenario de violencia y hostigamiento en los colegios del 1-O que sus compañeros y los guardias civiles ya han manifestado a lo largo del juicio, así como la pasividad de la policía autonómica durante sus intervenciones.

Aunque por vez primera un agente ha dado cuenta de la presencia de observadores internacionales en un centro cuando, a su llegada, una persona “motu proprio” se acercó para preguntarles por su presencia y “llevaba colgada una acreditación que ponía de visitante internacional”.