Un martes de agosto que ni hecho aposta

Un martes de agosto que ni hecho aposta

Las tres importantes citas políticas que confluirán el 3 de agosto.

Juan Carlos I y Felipe VI.Europa Press Entertainment via Getty Images

“Les deseo unas buenas vacaciones, que descansen, porque el mes de septiembre vendrá cargado de muchísima actualidad política, de muchísimas medidas”. Con estas palabras se despedía Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de los periodistas que asistieron este jueves a la rueda de prensa de balance del año que realizó desde el Palacio de La Moncloa.

Escuchándole, cualquiera podría pensar que hasta septiembre la actualidad política va a mermar tanto que casi va a desaparecer, dando paso a las clásicas ‘serpientes de verano’, esas noticias irrelevantes o sorprendentes que toman la iniciativa especialmente en agosto ante la falta de novedades política.

Y sí... pero no.

Porque es cierto que las previsiones informativas para estos próximos días andan escasas, pero los primeros días de agosto van a dar mucho juego político.

Para empezar, porque los reyes, como cada verano, se encuentran ya en Mallorca para disfrutar de sus vacaciones.

  Los reyes y sus hijas, el pasado año en Mallorca.picture alliance via Getty Images

Ya tienen los monarcas la agenda cargadita de actos: que si recibe a políticos, que si visitas culturales, que si regatas...

Desde primera hora de este lunes, Felipe VI recibe en audiencia a las distintas autoridades locales y regionales.

El miércoles, los reyes, sus hijas y la reina Sofía visitarán el paraje natural de la sierra de Tramontana y el Santuario de Lluc.

Y el sábado, el rey entrega los trofeos de la Copa del Rey de vela, otro clásico regio del verano.

Pero el plato fuerte viene este martes, cuando Felipe VI recibirá como cada año al presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez, en el Palacio de Marivent.

Y no por lo que vayan a departir entre ambos, que ya se han visto mucho en los últimos días, sino porque la visita del jefe del Gobierno al jefe del Estado coincide con el primer aniversario de la marcha a Abu Dabi del rey emérito, Juan Carlos I, por sus escándalos financieros.

Ni hecho aposta.

Aquel 3 de agosto de 2020, el anterior jefe del Estado anunciaba con una carta su “meditada decisión” de trasladarse, “en estos momentos, fuera de España” y explicaba que daba este paso “ante la repercusión pública que están teniendo ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”.

Desde marzo, se habían sucedido los titulares sobre sus presuntos negocios opacos y el Ejecutivo de Sánchez había dejado caer la necesidad de que su hijo tomara cartas en el asunto para desligar a la institución de los comportamientos de su progenitor.

En febrero de este año, el propio Pedro Sánchez reconoció que sentía “rechazo” frente a “estas conductas incívicas”. Lo decía después de que se conociera que el emérito había pagado más de cuatro millones de euros a Hacienda en una segunda regularización tras la que ya hiciera en diciembre.

Un año después, siguen apareciendo titulares que enturbian la imagen de Juan Carlos I. Las últimas informaciones apuntan a nuevas cuentas en Suiza.

Aun así, el Ejecutivo mantiene su apoyo a la Corona porque, como ya dijo Sánchez en febrero, las actitudes de Juan Carlos I no cuestionan la institución monárquica porque el actual rey, Felipe VI, ha puesto distancia frente a ellas.

No parece posible que Sánchez y el rey vayan a departir sobre este asunto, aunque de haber rueda de prensa del presidente, sí es probable que alguna pregunta sobre el tema tenga que contestar.

  El rey y Sánchez, en 2020 en Marivent.Carlos R. Alvarez via Getty Images

De lo que sí que hablarán será del Consejo de Ministros que se celebrará ese mismo martes, en el que el Gobierno tiene previsto aprobar la prórroga del llamado ‘escudo social’, que se extenderá hasta el próximo 31 de octubre.

Esta medida expiraba el 9 de agosto y con su extensión se amplía la prohibición de los procedimientos de desahucio en personas en situación de vulnerabilidad económica.

Además, se mantiene la posibilidad de solicitar el aplazamiento del pago del alquiler de vivienda habitual a las familias en situación de vulnerabilidad siempre que los arrendatarios sean grandes tenedores de viviendas (diez o más).

También se amplía el plazo para pedir una moratoria de tres meses en el pago de hipotecas y créditos. Se prohíbe, además, para primeras viviendas de las personas vulnerables el corte de suministros básicos, como son los de energía eléctrica, gas natural y agua y se amplía automáticamente la vigencia del bono social, el descuento directo en la factura dirigido a los consumidores vulnerables.

Esta medida lleva prorrogándose más de un año, desde que se aprobase por primera vez el 31 de marzo de 2020 tras la declaración del estado de alarma por el coronavirus.