Unos Globos de Oro sin brillo y con mucho zoom

Unos Globos de Oro sin brillo y con mucho zoom

La polémica ensombrece el hito de Chloé Zhao, la segunda mujer reconocida como Mejor directora en los 78 años de historia de los premios.

Un momento de los Globos de Oro 2021.Getty

El hito de que Chloé Zhao (Nomadland) haya sido la segunda mujer en ganar el Globo de Oro a la Mejor dirección en la historia de estos premios —en los que aparte de la cinta Nomadland han triunfado The Crown y Gambito de Dama en el apartado televisivo— ha quedado deslucido por la polémica.

Si por algo ha estado marcada realmente esta gala ha sido por las críticas a quien los concede, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA). Ninguno de los premiados ha olvidado agradecer a la organización el reconocimiento, pero eso no ha evitado que hayan llovido los comentarios irónicos por su falta de integrantes afroamericanos.

“Qué bien ser negro”, “periodistas no negros que van a los pases de prensa buscando una vida mejor” o, como la ha definido el actor Sacha Baron Cohen, “una asociación blanca y vieja”, han sido algunos de los chistes más afilados.

Las dos presentadoras de la noche, Amy Poehler y Tina Fey, presentaron una ceremonia a más de 4.000 kilómetros de distancia. La primera lo hizo desde Los Ángeles y la segunda desde Nueva York ante una limitada audiencia de trabajadores esenciales. Con la pantalla dividida en dos, las dos presentadoras consiguieron forjar una complicidad y frescura que no volvió a repetirse en el resto de la gala.

Hubo ganadores a los que no se escuchó, como Daniel Kaluuya; discursos que quedaron descafeinados como el de Mark Ruffalo, a pesar de su encendido alegato a favor de la diversidad; y escenas de absoluta confusión como el teléfono que sonaba mientras Catherine O’Hara agradecía su premio desde el salón.

Ni siquiera los propios invitados podían ocultar su extrañeza ante las circunstancias. Jane Levy decía “esto es tan raro” al resto de candidatas a mejor actriz de comedia, justo antes de entrar a publicidad. Luego, David Fincher se bebería un chupito ante la webcam tras perder en mejor dirección.

Críticas

Este año se ha cuestionado más que nunca a la HFPA. La industria no sólo ha puesto en entredicho su credibilidad por no tener ni un solo integrante afroamericano y por ser un grupo de 87 periodistas que no admite más miembros, sino que también se le ha tachado de tráfico de influencias. “Puedes ir a Hollywood Boulevard y tener un Globo de Oro”, se ha bromeado también en la gala.

Los chistes sobre la atípica celebración tampoco podían faltar. Este año, el hotel Beverly Hilton ha sufrido la ausencia de actores y directores, que se han convertido en protagonistas, esta vez, de videollamadas. Tampoco ha sido un drama, según las presentadoras Tina Fey y Amy Poehler, porque “estos premios con actores son un coñazo”: “Meryl Streep tan borracha que no sabe por qué película la han nominado y Oprah Winfrey escribiendo su nombre por todo el mantel...”.

Eso sí, la aparición de Jane Fonda no ha recibido crítica alguna, al contrario. La actriz, que ha recogido el Premio Cecil B. DeMille en honor a su trayectoria, ha criticado esa “historia” que “da miedo escuchar en esta industria, qué voces respetamos y cuáles ignoramos. A quién ofrecemos sitio a la mesa y a quiénes no” para reclamar diversidad.

Y con todo ello, ha sido una noche llena de sorpresas. La mejor actriz dramática no ha sido ni Viola Davis, ni Vanessa Kirby, ni Frances McDormand, ni Carey Mulligan. El bombazo lo ha dado Andra Day, por Los EEUU contra Billie Holliday.

Tampoco Jodie Foster se esperaba ganar su cuarto Globo de Oro a Mejor actriz de reparto por The Mauritanian ni el equipo de The Crown hacerse con cuatro premios, y seguramente David Fincher (Mank) no se veía con las manos vacías. Pero así se ha ido.

Y una vez más, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood ha vuelto a dejar sin galardón a Anthony Hopkins (El padre). El intérprete ha estado nominado en siete ocasiones, y a sus 83 años se ha quedado sin conseguir el récord de ser el Mejor actor de mayor edad en la historia de los premios. Su interpretación ha cedido frente al trabajo de Chadwick Boseman en La madre del blues, que ha recibido el galardón de manera póstuma. El intérprete murió el pasado 29 de agosto por un cáncer colorrectal.

Era un hito que tres mujeres apareciesen entre las cinco candidaturas a Mejor dirección y ha sido un hito que una de ellas gane —Chloé Zhao por Nomadland—. Han tenido que pasar 78 de historia de los Globos de Oro para que se reconozca a una segunda directora, después de que se hiciera con Barbra Streisand en 1984 por Yentl.

Nomadland era el único título de los nominados que representaba realmente a las salas de cine y no a las plataformas. Y esa ha sido otra de las bromas: la diferencia entre cine y series en una época en la que prácticamente todo se ha visto en streaming con las salas cerradas por la pandemia.

La traca final ha ido en esa línea y la ha dado Chloé Zhao nuevamente: su película ha sido la mejor frente a El padre, Mank, Una joven prometedora y El juicio de los 7 de Chicago, pese a los pronósticos y aunque el resto de anomalías le haya hecho sombra.