Una periodista de Telecinco y su cámara, atacados al término de la manifestación de Barcelona

Una periodista de Telecinco y su cámara, atacados al término de la manifestación de Barcelona

Finalmente, han tenido que abandonar el lugar.

Laila Jiménez, atacada en BarcelonaTWITTER

La periodista Laila Jiménez y su cámara, de Informativos Telecinco, han sido atacados al término de la manifestación por el aniversario del 1-O en Barcelona.

Como recogen el periodista Alfonso Congostrina y su colega francesa Elise Gazengel, los dos miembros del equipo han recibido insultos y empujones, entre gritos de “mentirosos”, “por qué no os vais de aquí” y constantes zarandeos.

Dentro de los manifestantes se han llegado a producir, incluso, enfrentamientos entre los más agresivos y quienes consideraban que esa actitud no era apropiada.

En una de las imágenes, se observa como la periodista necesita limpiarse las manos y el pelo con un pañuelo de lo que podría ser el líquido de una botella, como apuntan algunas fuentes.

Finalmente, Laila y cámara han tenido que abandonar el lugar donde se habían emplazado para la conexión con el informativo.

Las reacciones de solidaridad han sido incontables. Entre las más llamativas, la de Gabriel Rufián, que ha señalado que “hacerle esto a una trabajadora con un micro en la calle es de energúmeno. Lleves la bandera que lleves en el cuello. Ya basta”.

También ha reaccionado Risto Mejide, para quien la escena es “lamentable”. “Quien no respeta la libertad de prensa nos está insultando a todos” y cierra mandando “todo mi apoyo a Laila Jiménez”.

El conocido periodista José Javier Santos -conocido como J.J.Santos- ha escrito otro tweet: “Conozco a Laila Jiménez lo suficente para decir que es una gran periodista y mejor persona. Hay que ser muy miserables y cobardes para agredir e intimidar así de alguien. Os merecéis lo peor, escoria”.

Además, han sido innumerables las muestras de apoyo del resto de la comunidad tuitera, que se han dirigido a la cuenta de la periodista para mandarle un mensaje de ánimo y de condena a los actos que ha sufrido.