Hay un país donde ha habido más vacunaciones irregulares que en España

Hay un país donde ha habido más vacunaciones irregulares que en España

En Perú se ha vacunado hasta el expresidente y su mujer.

Una sanitaria recibe la vacuna contra el coronavirus de Sinopharm en Lima (Perú), el 11 de febrero.Alex Rosemberg/picture alliance via Getty Images

El expresidente peruano Martín Vizcarra, su mujer y hasta 485 personas más  recibieron en secreto y “de cortesía” vacunas de Sinopharm, un grave escándalo que abre una nueva crisis política en Perú y ha levantado profundas dudas sobre todo el proceso experimentación y aprobación de la vacuna en el país.

Estas inoculaciones, realizadas en secreto y bajo criterios de selección aparentemente arbitrarios, se llevaron a cabo entre septiembre y enero. En su mayoría, las recibieron altos cargos con poder para influir sobre la compra de las mismas, lo que ha provocado este domingo una serie de renuncias aceptadas de inmediato por el actual mandatario, Francisco Sagasti.

En las últimas horas se ha conocido además que la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, también fue vacunada en este proceso irregular ya conocido como ‘vacunagate’.

“Estoy indignado y furioso por esta situación que pone en peligro todo el esfuerzo de los peruanos que trabajan en primera línea”, expresó Sagasti en declaraciones al programa Cuarto Poder.

Estoy indignado y furioso por esta situación que pone en peligro todo el esfuerzo de los peruanos que trabajan en primera línea
Francisco Sagasti, presidente de Perú

“En nuestro país desgraciadamente hemos visto el mal ejemplo de malos gobernantes”, añadió el actual presidente en referencia a su antecesor Martín Vizcarra (2018-2020), que dijo haberse vacunado con una dosis de la fase experimental de Sinopharm en Perú.

El Ministerio Público ha confirmado la apertura de una investigación preliminar contra Vizcarra “por la presunta comisión de los delitos contra la administración pública, colusión y negociación incompatible o aprovechamiento del cargo”.

Después de estar en el candelero desde el jueves en que reveló haber sido inmunizado, Vizcarra publicó un vídeo en sus redes sociales en el que se defendió de las acusaciones de haber recibido directamente las dosis de Sinopharm y reiteró su versión de que fue uno de los voluntarios en los ensayos en el país, algo que ha negado la Universidad Peruana Cayetano Heredia, a cargo de ese proceso.

“Le comenté a mi esposa y a mi hermano mayor mi intención de participar de esa fase experimental y ellos decidieron también formar parte de este proceso, así fue que el 2 de octubre recibí la primera dosis”, detalló Vizcarra.

El exmandatario pidió disculpas por no haber informado al país sobre este hecho y dijo someterse a las investigaciones iniciadas, aunque considera que no ha cometido delito alguno.

La revelación del exmandatario disparó un reguero de rumores sobre la posibilidad de que otros funcionarios del Ejecutivo pudieran haber accedido a las dosis que Sinopharm envió a Perú para los ensayos de la última etapa de pruebas.

Sagasti informó de que el nuevo ministro de Salud, Óscar Ugarte, recibió el sábado la renuncia del viceministro de Salud Pública, Luis Suárez, que ya aceptó, y que este domingo él ha recibido la renuncia de la ex canciller Elizabeth Astete, que también ha aceptado.

“La asignación de 2.000 dosis adicionales para el equipo de investigación y personal relacionado con el estudio no fue en momento alguno materia de decisión por parte del Gobierno actual”, indicó el mandatario sobre el lote de vacunas enviado junto a las dosis para el ensayo con 12.000 voluntarios en su país.

Sagasti agregó que, “ante la revelación de que algunos altos funcionarios públicos se habrían vacunado con estas dosis adicionales, el Ministerio de Salud ha dispuesto una investigación sumaria para esclarecer estos hechos”.

El ministro de Salud explicó que la investigación “determinará cómo llegó ese lote y quién decidió que vaya aquí o a allá”. El presidente Sagasti, por lo pronto, “ha dado esa orden: todo aquel que está vacunado queda fuera”.

Tanto es así que todos los congresistas deberán enviar una declaración jurada de no haber recibido la vacuna, declaración que posteriormente se cotejará con el listado de personas que recibieron la “cortesía”.

Con respecto a la canciller Astete, Ugarte confirmó que su inmunización se hizo en enero pasado, “después de la firma del contrato” de compra de 38 millones de vacunas con Sinopharm, de las cuales el primer lote con un millón de dosis se acaba de recibir en el país.

Astete dijo que aceptó el ofrecimiento de hacerse inocular la primera dosis de la vacuna de Sinopharm el 22 de enero pasado “de lo que entendía se trataba de un remanente del lote de vacunas a cargo de la Universidad Cayetano Heredia”. Lo hizo, explicó, por “no poder darse el lujo de caer enferma” en el contexto de su labor en la lucha contra la covid-19.

Pilar Mazzetti, la ministra de Salud que dirigió las labores de lucha contra el covid-19 durante la mayor parte de la pandemia, también renunció a su puesto el viernes pasado, pero no fue hasta el lunes cuando se conoció que Mazzetti había recibido también la vacuna.