'Viaje al fin de la noche', de Céline, la novela favorita que acompaña a Carlos Wynter

Con «una de las más grandes novelas del siglo XX», Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Céline, empezamos en WMagazín, con el apoyo de Endesa, la serie El libro que te acompaña. Es la obra elegida por el el autor panameño Carlos Wynter Melo. En esta serie los escritores cuentan en un vídeo cuál es el libro de otro autor que los suele acompañar o que últimamente lo hace, tras lo cual leen uno de sus pasajes favoritos. WMagazín completa el vídeo con la transcripción de los motivos por los cuales el escritor ha hecho esa elección y la reproducción de un fragmento de una crítica o estudio de referencia sobre la obra citada.

Es la segunda serie con la cual WMagazín y Endesa apoyan la lectura y a las librerías y buscamos despertar el interés de los lectores a través de la recomendación de escritores y libreros. La primera serie es El libro que regalarían los libreros donde ellos nos hablen como lectores de novelas, cuentos, poemarios, ensayos, biografías, teatro, cómic y cualquier libro de otro género que les guste tanto que regalarían simbólicamente. Misericordia, de Pérez Galdós, fue la obra elegida por Pilar Eusamio, de librería Los editores, de Madrid.

Te dejamos con Viaje al fin de la noche, de Céline, y por qué es una obra que acompaña al autor Carlos Wynter:

El escritor panameño Carlos Wynter Melo, en la serie ‘El libro que te acompaña’, de WMagazín.

El libro que acompaña a Carlos Wynter (escritor panameño, su última novela es Las impuras):

«Hablaré y leeré un pasaje de Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Céline, pero separo de una vez la figura del autor de la persona porque para muchos es alguien que resulta muy antipático debido a su filonazismo. La verdad es que esta novela fue la raíz de la que surgieron árboles literarios muy poderosos, como fue, por ejemplo la Generación Beat con Ginsberg, Kerouac o Bukowski, este último reconoció a Céline como una influencia poderosa. Leeré un pasaje en que el personaje principal, llamado Bardamu, se encuentra con una pareja ya conocida cuando él está en plena desgracia económica, sin un peso en el bolsillo, y le pide a ella que lo ayude».

«Louis-Ferdinand Céline (Louis-Ferdinand Destouches, 1894-1961), personaje denostado por su antisemitismo y filonazismo, se dio a conocer con esta novela, publicada originalmente en 1932, con la que sorprendió por su lenguaje violentamente satírico, rupturista e incluso obsceno. Ni su siguiente obra, Muerte a crédito, ni sus novelas más autobiográficas y nihilistas como Norte, De un castillo a otro o la póstuma Rigodón alcanzaron la misma fuerza y poder de seducción»: Editorial Edhasa.

Por John Banville (fragmento del prólogo en Edhasa)

«Es una de las más grandes novelas del siglo XX, además de ser la mejor novela escrita por un simpatizante de la ultraderecha política, como después tildaron a su autor los críticos literarios de la posguerra.

Se describía a sí mismo como un lírico cómico, y si bien hay mucho de comedia y de alta lírica en Viaje…, la brutalidad de su visión lo coloca a la par de los trágicos griegos. En general, Viaje… es considerada una novela sobre la Primera Guerra Mundial, pero lo cierto es que la secuencia inicial ambientada en la guerra representa sólo una pequeña porción de la narración. Para Céline, la guerra es una suerte de número circense homicida. “Pensé, ¡presa del espanto!”, dice Bardamu, el protagonista, “¿seré pues el único cobarde de la tierra?… Perdido entre dos millones de locos heroicos, furiosos y armados hasta los dientes… Somos vírgenes del horror, igual que del placer”. Atrapado en este círculo homicida, Bardamu pronto pierde la inocencia y aprende la lección fundamental: “Los hombres son de temer, siempre, los hombres más que cualquier otra cosa. ¿Y qué es un hombre? ¿Habéis visto la broma que gastan, por nuestros pagos, en el campo a los vagabundos? Les llenan un monedero viejo con las tripas podridas de un pollo. Bueno, un hombre, os lo digo yo, es exactamente igual, sólo que más grande, móvil y voraz y con un sueño dentro”. El inesperado fulgor que cierra este símil desagradable es típico del estilo de Céline.

Viaje… puede parecer un confuso amasijo pergeñado por un misántropo en apuros, pero de hecho el libro está construido con enorme cuidado y, ciertamente, con belleza. En los intervalos de la furibunda lucha de Bardamu contra el mundo, el humo de los cañones se esfuma y podemos asomarnos a otro paisaje, donde son posibles la paz y la hermosura».

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