Vidas paralelas
atom orbit in spacealeksandarnakovski via Getty Images

Les voy a contar algo muy raro. En realidad no es tan raro... De hecho, me parece de lo más normal. Habrá todo tipo de teorías al respecto, pero yo me estoy elaborando la mía. A lo largo de la vida cada uno tiene sus inquietudes, sus neuras y sus etapas más o menos existencialistas. Con el tiempo me voy dando cuenta de que lo que a mí me tira de verdad es un asunto del que no tengo ni idea: la física cuántica. Y a falta de pan, es decir, conocimientos suficientes para hablar del tema con propiedad, les voy a hablar de tortas.

Ya que hay tantas incógnitas sobre el tema y nadie viene a darnos explicaciones claras y definitivas que disipen nuestras dudas sobre el mundo cuántico y cómo nos afecta: teoricemos, que es gratis y divertido. Estoy cerca de concretar una teoría patillera del porqué de los déjà vu y esa sensación repentina y extraña que a veces nos hace odiar o adorar a una persona que acabamos de conocer o, en ocasiones, ni eso. En mi cabeza, alborotada por los átomos, esas sensaciones tendrían que ver con la teoría del caos. Sí, el famoso aleteo de mariposa, pero repetitivo y aleatorio. Todos esos movimientos impredecibles e incontrolables, serían los causantes de un constante saltar de unas circunstancias a otras.

Estoy cerca de concretar una teoría patillera del porqué de los 'déjà vu' y esa sensación repentina y extraña que a veces nos hace odiar o adorar a una persona que acabamos de conocer...

Haciéndonos vivir nuestra vida en diferentes espacios temporales casi simultáneamente; olvidando las putadas sufridas en “otro mundo” y las caras de los héroes que nos sacaron de algún apuro. Consecuencias de un viaje tan veloz, que dejaría KO a nuestra conciencia. No así a nuestra memoria emocional que, después de cada viaje a la velocidad de la luz, transformaría los recuerdos de esas experiencias, en reacciones inconscientes del “presente”, a menudo incomprensibles para nuestro razonamiento lógico.

Si este fuera el proceder de las leyes que rigen nuestra existencia, se explicarían el “ahora sí, ahora no”, “te quiero, pero te odio”, “ni contigo ni sin ti” o el clásico “para qué lo compré si jamás me lo voy a poner” (este último tal vez sería otro tema). Supongo que entienden la idea. No es tan rara, ¿no? Por mi parte, seguiré teorizando. Que por mucho que digan que es imposible y que las cosas son de otro modo, también dijeron un día que la Tierra era plana.

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