Fracaso absoluto de la moción de Vox

Fracaso absoluto de la moción de Vox

La ultraderecha pierde la votación y sólo la apoyan sus 52 diputados frente a 298 'noes'.

AbascalEFE

Se acabó el show. El Congreso ha tumbado la moción de censura presentada por Vox para echar al Gobierno de coalición de La Moncloa después de dos días en los que Santiago Abascal ha desplegado un discurso lleno de mentiras, bulos, con aire trumpiano y sin apenas propuestas para el día a día de los ciudadanos.

La moción sólo ha contado con los votos a favor de los 52 diputados de la ultraderecha. El peor resultado del las cinco presentadas durante la historia democrática al contar con la cifra absoluta de 298 votos en contra y cero abstenciones.

Han sido dos intensos días en los que Vox sabía que perdería la quinta moción de censura de la democracia (y la que menos apoyos ha tenido de la historia), pero que ha querido utilizar como un gran plató para intentar coger aire después de meses de caída en las encuestas y con la intención de presionar al Partido Popular y presentarse como la verdadera oposición a Sánchez. Aunque el tiro le ha salido por la culata: Casado ha sorprendido a todos y ha salido a arrasar a la ultraderecha con su discurso moderado y sensato.

Después de unas bronquísimas sesiones de control en las últimas sesiones, los principales grupos han intentado no entrar en las provocaciones de Vox y muchos de los miembros del PSOE y del PP miraban sus móviles mientras hablaba el líder de la ultraderecha. Su única medida concreta: un Gobierno de emergencia nacional y elecciones este mismo año.

Vox ha sado su lado más ultra durante estos dos días, llegando a acusar al Gobierno de “criminal” y culpabilizando al PSOE y a UP de los muertos de coronavirus. Por cierto, de sanidad, no ha hablado mucho este partido. Lo que sí ha hecho es llamarlo “el virus chino”, imitando al gurú Trump.

Un discurso de Abascal a lo largo de la moción con fuertes tintes antieuropeos, demonizando a Bruselas, y con toques racistas sobre los inmigrantes irregulares y los ‘mena’. Asimismo, entres las cosas que se han tenido que escuchar en el Hemiciclo ha sido la equiparación otra vez de la democracia con la dictadura, ya que Vox considera que este es el peor Gobierno en los últimos ochenta años (es decir, los de Franco eran mejores).

El “NO” de Casado: corta con Abascal

La gran incógnita que ha sobrevolado durante esta moción era qué iba a hacer el Partido Popular, aunque ya había anunciado hace meses que no la apoyaría. ¿No o abstención? Era esa la duda. Hasta el último momento, el líder conservador, Pablo Casado, no ha dicho el color del botón a pulsar. Finalmente: “no”

Un “no” muy duro en un discurso inesperado del líder del PP: “Hasta aquí hemos llegado”. “No somos como usted”, ha proclamado en la tribuna el líder del PP, que se ha presentado como la alternativa “sensata y moderada”. Se ha tratado de una “moción de impostura”, para Casado, que ha dicho que Abascal es la “muleta” de Sánchez. “El socio en la sombra”, ha ahondado”.

Casado ha sorprendido a todos por sus hachazos a Abascal y su forma de presentarse como la derecha moderada

“Es un mentira más para que siga Sánchez”, ha soltado Casado, ante un Abascal que se ha declarado “perplejo” ante las palabras del popular. Precisamente el líder de Génova 13 se ha quejado de los dos años de insultos de la ultra derecha contra el PP.

“No somos cobardes, no somos como usted”, se ha defendido Casado, mientras Abascal le pedía que le diera al menos las “gracias” por apoyar los gobiernos de Madrid, Andalucía y Murcia.

Esta moción era en buena parte también una presión a los populares, en disputa electoral constante con Vox. Para el PP la moción se ha tratado de una “tomadura de pelo” y una “pérdida de tiempo”. Una sensación compartida también por el otro partido de derechas, Ciudadanos, cuya líder, Inés Arrimadas, le echó en cara a Abascal que “no es alternativa responder a los ataques al rey echando de menos el franquismo ni el antieuropeísmo”.

Este giro inesperado ha llevado a que el presidente del Gobierno tomara la palabra a última hora y anunciara que para la reforma del Poder Judicial para intentar pactarlo con el PP -además del TC y el Defensor del Pueblo-.

El Gobierno sale unido

Lo que deja esta moción también es la sensación de que el Gobierno de coalición sale más fortalecido y unido ganando esta votación. A pesar de que el reglamento deja al Gobierno la opción de intervenir o no, ha decidido responder durante el debate. La mayoría de la oposición se ha reconocido que quedan años de PSOE y UP. En La Moncloa se sopesó la posibilidad de no hacerlo, pero al final se consideró que había que responder directamente y desmontar las mentiras de Abascal.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo hizo el miércoles y afeó a Abascal su operación “de propaganda” para derramar “discordia y odio”. “La ultraderecha será derrotada por España”, avanzó Sánchez, quien también miró mucho durante su discurso a Casado, a quien pidió expresamente el “no” y que “corte con la ultraderecha”, como han hecho otros socios conservadores europeos como Angela Merkel.

La coalición sale fortalecida y Sánchez para la reforma del Poder Judicial como gesto a Casado

Entre los propios grupos hubo también dudas sobre cómo responder a Vox, pero casi todos decidieron debatir. El más cortante fue el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que despachó en menos de dos minutos su cara a cara con Abascal. Muchos de los diputados entendieron que sí había que hablar y no ignorar, pensando en lo que pasó en las primeras elecciones con Donal Trump en EEUU.

Una de las críticas que se han repetido en la tribuna a lo largo de los dos días es que la moción de Vox ha paralizado durante esa semana la actividad parlamentaria, en un duro momento con la segunda ola sin control y registrando España ya más de un millón de contagiados desde que se inició la pandemia.

El fracaso absoluto de la moción de Vox.