Ya se sabe cómo será el “pasaporte sanitario” de la Unión Europea

Ya se sabe cómo será el “pasaporte sanitario” de la Unión Europea

Se trata de un documento provisional que perderá su vigencia cuando la OMS declare el final de la pandemia.

Thierry Breton, comisario europeo para el Mercado Interior, presentó este domingo 28 de marzo el futuro "pasaporte sanitario" europeo en la televisión francesa.LE GRAND JURY RTL - LE FIGARO - LCI

Un certificado en código QR que estará disponible en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea (UE) antes de julio. Así lo explicó el domingo 28 Thierry Breton, comisario de la UE para el Mercado Interior, en el plató del telediario francés Grand Jury RTL. Su objetivo: facilitar el turismo de verano entre países de la UE a aquellas personas que ya estén vacunadas contra el coronavirus.

¿Y qué datos contendrá exactamente? “Constará vuestro nombre, vuestra fecha de nacimiento, el número del pasaporte con el código QR, si os habéis vacunado o no, qué vacuna habéis recibido y si habéis pasado o no la enfermedad”, enumeró Breton, encargado de la campaña de vacunación en la UE.

Se tratará de un documento provisional que perderá su vigencia cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el final de la pandemia. Sin embargo, no será un requisito obligatorio para la libre circulación dentro de la UE. “Para quienes no hayan recibido la vacuna ni hayan superado la enfermedad, se pedirá una PCR y se atenderá al resultado”, precisó Thierry Breton. Este certificado estará disponible en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea.

“En cuanto estemos seguros de que todo ciudadano europeo que desee vacunarse puede acceder a la vacuna de forma equitativa, que será el caso en los próximos tres meses, será algo positivo disponer de un certificado sanitario que confirme que una persona de verdad se ha vacunado”, explicó.

Es una medida muy solicitada por las aerolíneas y por los países cuya economía depende en buena medida del turismo, como Grecia o España. Otros países han puesto de manifiesto sus reticencias por el riesgo de propagación del coronavirus y por la posible discriminación de las personas que no hayan podido vacunarse todavía, que en la actualidad siguen siendo la inmensa mayoría de los europeos.

Hay quienes consideran que esta medida supone una injerencia excesiva de la UE en las competencias de Sanidad de cada país, y suscita también otras dudas desde el punto de vista científico, ya que todavía no hay suficientes datos sobre la capacidad de infección de las personas vacunadas que contraen el virus de forma asintomática.

Así será el futuro certificado sanitario europeo que se pondrá en marcha a mediados de junio. Un recordatorio importante: la vacunación no será obligatoria.

Muchas personas han transmitido su preocupación por la privacidad de sus datos, pero Bruselas promete un “altísimo grado de protección” y asegura que el país de destino de los viajeros no podrá conservar dichos datos personales.

Por otro lado, son muchos quienes consideran “un avance” este nuevo pasaporte sanitario. “Queremos ayudar a los estados miembros a restablecer la libertad de circulación de forma segura, responsable y digna de confianza”, explicó la semana anterior Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Las personas que no hayan sido vacunadas por no formar parte de los grupos prioritarios (o porque no hayan querido vacunarse) también podrán viajar, acogiéndose a medidas como PCR o cuarentenas. Eso sí, el país que imponga PCR o cuarentenas a los viajeros que tengan el pasaporte sanitario en regla deberá responder ante Bruselas.

Lo que sí dependerá del criterio de cada estado miembro será el uso del pasaporte de vacunación como requisito para otras actividades, como el acceso a restaurantes o espectáculos. “Tendremos muy en cuenta los principios de proporcionalidad y de no discriminación, y respetaremos el derecho europeo”, aseguró la Comisión.

Los Estados Miembros tendrán la potestad, pero no la obligación, de aceptar en sus respectivos pasaportes otras vacunas, como la china (Sinopharm) y la rusa (Sputnik V).

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.