28 de septiembre: historia de un gran día

28 de septiembre: historia de un gran día

"Todo hombre, por naturaleza, desea saber", ya lo decía Aristóteles y es lo que nos distingue a los humanos de los demás seres. Queremos saber. Y saber más en materia pública nos ha hecho avanzar por fin como lo hicieron antes nuestros vecinos europeos, dotándonos de un derecho al que aspiramos muchos años.

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1er premio del 2º Concurso infantil sobre Transparencia. Autor: Jairo Martín Lucas, 9 años.

"Todo hombre, por naturaleza, desea saber", ya lo decía Aristóteles y es lo que nos distingue a los humanos de los demás seres. Queremos saber.

Y saber más en materia pública nos ha hecho avanzar por fin como lo hicieron antes nuestros vecinos europeos, dotándonos de un derecho al que aspiramos muchos años. Un derecho ya reconocido incluso por Naciones Unidas en un Día Internacional del Derecho a Saber.

En esa jornada, todos los países que creen que la transparencia es algo que hay que celebrar permanentemente conmemoraron aquel acuerdo adoptado en Berna en 2009, que señalaba el 28 de septiembre de cada año como una fiesta de la participación y de la democracia abierta y dialogada.

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno por segundo año consecutivo, se unió a esta celebración con varios actos que, además de festivos, tuvieron un importante trasfondo.

El programa de 2016 tenía algunos guiños, todos ellos importantes. Al comenzar el día, se puso en marcha en la sede del Consejo de Transparencia un maratón de preguntas. Un reto y, a la vez, una prueba.

Con la colaboración de las organizaciones de la sociedad civil Civio, Access Info Europe, OpenKratio y ACICOM y con la suma de instituciones como el Ayuntamiento de Alcobendas, se facilitó el acceso a la información pública sin necesidad de llaves, de claves, de identidades o de cuentas bancarias. Con los certificados electrónicos de las ONG que nos acompañaron se remitieron al portal de transparencia 160 preguntas en un solo día.

Si el portal ha recibido 5.992 solicitudes de acceso en casi dos años, hagamos una reflexión lógica basada en una sencilla cuenta. ¿No será que las dificultades de acceso a través de múltiples exigencias, a veces incompatibles con la accesibilidad universal, es, como ya reconocen incluso instituciones muy relevantes del Estado, un elemento disuasorio?

La evidencia es concluyente. No es cierto que la transparencia no interese, tampoco lo es que nuestros ciudadanos (aquellos que conocen la Ley y su derecho) no sean responsables y no deseen participar en el escrutinio público, es quizá que el camino no está despejado y la Administración está obligada a hacerlo transitable.

Para ello, primero, es necesario saber que existe una Ley, y con ella un derecho que a la vez que nos hace dueños de la información nos forma y nos convierte en ciudadanos más críticos.

Después, la Administración debe facilitar que podamos acercarnos al ejercicio del derecho de forma sencilla, abierta, como se acerca un propietario a su casa, porque la verdadera transparencia no es abrir una ventana y dejar que se vea lo que la Administración quiere mostrar, no es el derecho a mirar, es el derecho a conocer y comprender. Es abrir la puerta y transitar por los datos hasta llegar, de forma fácil, a la información que buscamos y que además nos pertenece.

Por último, es necesario querer. Esto se llama confianza y solo se genera con una gran dosis de ética pública y de compromiso.

Aquel que en la Administración está más cerca del poder, de la toma de decisiones, del manejo de fondos, está más obligado a cumplir y mostrar el valor del servicio público. La ejemplaridad es el camino para avanzar en la buena dirección.

Si 200 ciudadanos anónimos quisieron saber más el día 28 de septiembre, podríamos decir que, probablemente, muchos más querrían también saber más cualquier día si se facilitaran los mecanismos necesarios para el ejercicio del derecho.

Comenzó la jornada, por tanto, con una grandísima primera conclusión, si queremos abrir este derecho habrá que facilitar su acceso, su conocimiento y la confianza en las instituciones y así se irá evolucionando hacia una sociedad más comprometida. ¡Quitemos las barreras y sigamos a los ciudadanos!

La tarde nos citó en el CSIC con un nutrido grupo de "nativos transparentes", niños de entre 6 y 16 años que participaron en un concurso y que trabajaron en un dibujo y en una redacción que respondía a una sencilla pregunta ¿Qué es para ti la transparencia?

Se pusieron manos a la obra 103 niños y niñas y, una vez más, nos sorprendieron a todos con sus trabajos.

"Si no riegan los valores no crecerán las flores". Un grupo de macetas que llevaban nombre: honestidad, servicio ético, verdad, regadas por un agua con nombre: transparencia. Así dibujó y pensó la transparencia una niña de 7 años.

El ganador fue un dibujo que representaba un hemiciclo en el que un speaker se dirigía a todos los representantes de los partidos y les decía "si no sois transparentes no tenéis derecho de estar sentados ahí". El niño premiado tiene 9 años.

Segunda conclusión. Hay un futuro que es ya presente y nos asegura que no va a existir retroceso en la transparencia y que la evolución de los valores de la democracia participativa irán creciendo, junto con nuestros nativos, regados por la transparencia.

El final del día nos acogió en la Residencia de Estudiantes. No era una casualidad, allí, entre unas paredes renovadas pero llenas de historia, resonaban las ideas de grandes pensadores, Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén, artistas, como Luis Buñuel o Salvador Dalí, destacados científicos, como Severo Ochoa, o inmortales compositores, como Manuel de Falla. El espíritu de debate, el intercambio de ideas, la apertura intelectual que allí se respira acompañó el acto académico bajo el lema "Si tú sabes, sabemos todos".

Y así acabó este día, en el que algunos españoles de distintas edades celebraron con nosotros que la transparencia se haya convertido en indicador, el más importante de la calidad democrática. Todos coincidimos en que sin debate no hay progreso, que hablar de transparencia es tender puentes que nos hacen más grandes, que asumir el nuevo derecho hace más relevante la participación democrática y que no importa la edad, la identidad, o la posición ideológica, sin transparencia no podemos estar sentados.... ¡en ningún sitio!

También, ese día de gran celebración para todos, nos ha dejado una nueva publicación. Su nombre, "Transparenta", un nuevo medio, digital e interactivo, que aspira a ser el foro de la transparencia, el espacio que reúna y aglutine todas las voces, opiniones y debates sobre el derecho a saber.

El año que viene volveremos a citarnos el 28 de septiembre y celebraremos que juntos avanzamos hacia una nueva relación de los ciudadanos con las Administraciones y los poderes públicos, y veremos cómo nos vamos haciendo cada día más críticos, más formados, más ciudadanos y más demócratas impulsando la transparencia en España.

28 de septiembre: Día Internacional del Derecho a Saber