Convulsión en el PSOE: mirando a Susana

Convulsión en el PSOE: mirando a Susana

A Zapatero, el hombre que más veces ha implorado a Madina en los dos últimos años que se presente a las primarias, se le atribuye una operación para aupar a Susana Díaz a la secretaría general. Sostiene que no hay otra salida; que la presidenta de la Junta tiene el liderazgo político, orgánico y social del PSOE y que por ella y por nadie más pasa el futuro inmediato del socialismo.

Alfredo Pérez Rubalcaba carga con el resultado de las elecciones europeas. Se va. Convoca congreso extraordinario para el 19 y el 20 de julio. Unos dicen que para inhibir de facto las primarias abiertas que iban a elegir candidato a las generales de 2015 en noviembre; otros, que porque carecía de legitimidad para convocarlas. Un "gesto de grandeza" que puede ser leído como un intento de usurpar la voz de la militancia. Da igual. Al hombre que se impuso a Carme Chacón en el Congreso Federal de Sevilla se le ha cuestionado desde el primer día por una cosa y por la contraria: por radical y por pactista; por aferrarse al sillón y por marcharse... La convocatoria del cónclave que anunció ayer ante la Ejecutiva le honra, pero no evita lecturas conspiratorias. Ése es el PSOE que de nuevo convulsiona tras el resultado de las europeas. Si no hay intrigas y confabulaciones no sería el PSOE.

La Ejecutiva Federal libró ayer un debate a cara de perro entre los partidarios de adelantar las primarias y los que preferían un congreso extraordinario. Rubalcaba, su fiel escudero, Jaime Lissavetzky, y los secretarios generales que forman parte de la dirección -con la excepción de un ausente Javier Fernández- no veían más salida que la inminente convocatoria de un cónclave en el que votan sólo los delegados. El resto se alineó con las primarias abiertas, un procedimiento que Rubalcaba prefiere dejar en manos de una nueva dirección federal. El primero en intervenir fue uno de los aspirantes a la carrera sucesoria, Eduardo Madina, para defender el procedimiento que otorga voz a los ciudadanos y cumplir con la prometida apertura del partido. Antes, en su cuenta de Twitter, Carme Chacón había hecho lo propio. Patxi López, el tercero en discordia, se posicionó a favor del congreso extraordinario. Había división de opiniones y, aunque Rubalcaba no dimitió de palabra pero sí de hecho -de haberlo verbalizado, una gestora decidiría el futuro inmediato-, se impuso el método tradicional, en el que en principio eligen sólo al secretario general los delegados. Y decimos en principio porque está por decidir si finalmente se emula el proceso del último conclave del PSdG donde toda la militancia -y no sólo los compromisarios elegidos por los aparatos- participa mediante voto directo al secretario general y, después, los delegados, al resto de la dirección.

Se espera a que Susana Díaz emita. Y en Ferraz se temen que no sea muy partidaria de la elección directa del secretario general como tampoco fue nunca una entusiasta de las primarias. A saber: porque es su nombre el que está en las conversaciones y maniobras de todo el socialismo. Tanto es así que a Zapatero , el hombre que más veces ha implorado a Madina en los dos últimos años que se presente a las primarias, se le atribuye una operación para aupar a Susana Díaz a la secretaría general. Sostiene que no hay otra salida; que la presidenta de la Junta tiene el liderazgo político, orgánico y social del PSOE y que por ella y por nadie más pasa el futuro inmediato del socialismo. Quienes acompañan al ex presidente del Gobierno en esta maniobra no han reparado en que la presidenta de los andaluces debe reafirmar la fortaleza que le dieron el domingo en las urnas en unas elecciones autonómicas. Y que compatibilizar el gobierno de la Junta con la secretaría general del PSOE y además hacer oposición durante un año y medio sin tener presencia en el Parlamento español es misión casi imposible. Claro que los que la conocen sostienen que hay quien especula con su nombre gratuitamente y que ella mantendrá los dos pies en Andalucía que son los que hoy le dan la fortaleza en Madrid. Son los mismos que hablan de otra ocurrencia de la Factoría Zapatero.

Conspiraciones aparte, en lo que todos coinciden es en que la sevillana hará todo lo posible por buscar el equilibrio y la unidad en el Congreso Federal de julio. Una afirmación para la que también hay traducción libre: "A la presidenta de Andalucía le interesa un secretario general débil para acompasar la escena federal a sus tiempos". La pregunta, pues, está servida: si no es Susana, ¿quién dará el primer paso para hacerse con la secretaría general en julio? Deslegitimado Patxi López, tras los resultados de las europeas en Euskadi, con la deslegitimación que Madina hizo ayer del cónclave y con Chacón defendiendo las primarias, ¿quién está dispuesto a inmolarse para un liderazgo cuestionado por el procedimiento y condicionado a los tiempos de otros? Como dice Emiliano García Page, habrá que esperar porque es importante saber "qué tiene Susana en la cabeza". El secretario general de Castilla-La Mancha ya dijo que de aquellos polvos vendrían estos lodos: que si se hubieran celebrado primarias antes de las europeas, el PSOE no estaría hoy en este debate. O sí. Quién sabe.