La gestora entra en fase crepuscular

La gestora entra en fase crepuscular

Las claves de la semana

Si es sábado, en la calle Ferraz se celebra Comité Federal del PSOE. Ya saben aquello de que en política hay amigos, enemigos y compañeros de partido. Los socialistas van siendo pocos (hoy, por cierto, se cierra el censo) y mal avenidos. Y esto de las primarias pinta peor que nunca. Por más que se empeñen -los menos- en subir el listón y presentar la consulta como algo positivo, la tensión no ceja. Y eso que esta semana que acaba por fin se ha resuelto el debate sobre la financiación de la campaña de Pedro Sánchez. Nunca antes el Tribunal de Cuentas emitió un informe con tanta celeridad. Si el rifirrafe socialista ha servido para que el máximo órgano fiscalizador del Estado se ponga las pilas, igual hay que estimular más la disputa.

De momento, la gestora del PSOE empieza su cuenta atrás. En palabras de Javier Fernández, entra en "fase crepuscular", que es tanto como decir que debería pasar a la invisibilidad y trabajar sólo para que el proceso de primarias sea lo más garantista posible. Han pasado seis meses desde que la dirección interina entró en Ferraz después del desgarrador Comité Federal del 1 de octubre y, aunque la temperatura ha bajado, la fractura sigue intacta y nadie sabe si perdurará una vez celebrada la consulta de la que saldrá el nuevo secretario general.

SIN NOTICIAS DEL QUÉ

La reunión del máximo órgano entre congresos será de trámite, igual que las palabras que Fernández pronuncie ante el plenario. El asturiano ya ha dicho en estos meses todo lo que tenía que decir sobre la convulsión del PSOE. Ha sido, de hecho, el único que ha hablado alto y claro sobre los males que acechan al socialismo desde hace años. En el último Comité Federal tomará la palabra tan sólo para dar cuenta del acuerdo que ha salvado la relación PSOE-PSC hasta el próximo asalto, anunciar el calendario y el reglamento de primarias y esbozar las líneas de la ponencia política que discutirá el Congreso Federal. Un texto, por cierto, que quienes lo tienen que aprobar no conocerán hasta unas horas antes de tenerlo que votar. Hoy nadie tenía noticias sobre la tan cacareada y poco lucida ponencia política, lo que para la candidatura de Patxi López parece poco razonable a tenor de que la gestora ha tenido seis largos meses para preparar el documento. Los "sanchistas" lo califican directamente de "tomadura de pelo".

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Y es que si hay algo en lo que ha fracasado la gestora ha sido en su intento de imponer en estos meses el debate del qué sobre el quién. De hecho el documento político ha pasado sin pena ni gloria, pese al esfuerzo de sus coordinadores por trasladar un trabajo que sólo a los participantes ha interesado. Quizá porque en el fondo el propósito no fuera más que ganar tiempo hasta que Susana Díaz anunciara su Anunciación.

LA SOMBRA DE LA PARCIALIDAD

La gestora llega al arranque de las primarias perseguida por la sombra de la parcialidad. Mucho más su portavoz, Mario Jiménez, que su presidente, ya que es el que se ha dedicado estos meses casi en exclusiva a lo orgánico con no pocas críticas del equipo de Pedro Sánchez por ser persona de confianza de Susana Díaz y además compatibilizar este cargo con el de portavoz en el Parlamento de Andalucía. El asturiano, a diferencia de Jiménez, nunca tuvo vocación de secretario de Organización y se ha reservado estrictamente para lo político.

UNA URNA PARA INCIDENCIAS

Para evitar abrir nuevos frentes, la gestora aplicará en estas primarias el mismo Reglamento que rigió para las de 2014, si bien renuncia a la elaboración de una ponencia sobre el nuevo modelo de partido para no tener que pronunciarse sobre aspectos como las consultas a los militantes o en quién tiene la última palabra en las mociones de confianza a un secretario general. La dirección interina ha preferido elaborar un índice con temas a debatir en el Congreso Federal que también votará el Comité Federal y que tampoco se ha distribuido aún.

El lugar donde votarán los afiliados directos ha sido sin embargo motivo de fricción hasta el último momento entre la gestora y el "pedrismo". Al final, como en el asunto del crowdfunding, se ha impuesto la posición de la gestora, que es que los militantes no adscritos a ninguna agrupación voten en las sedes provinciales, donde además de una urna específica para su voto se habilitará otra para posibles incidencias. La decisión disuade, a juicio de la candidatura, la participación.

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MÁS MOVILIZACIÓN QUE EN LAS ELECCIONES GENERALES

A falta de dos meses para las primarias, los socialistas ya tienen el tan demandando calendario orgánico (recogida de avales entre el 20 de abril y el 4 de mayo y votación, el 21) y unas estructuras territoriales mucho más movilizadas que en las últimas elecciones generales. Lo que está en juego no es sólo el nombre del próximo secretario general, sino el ser o no ser de un partido centenario y si hay o no día después. Si gana Susana Díaz o Patxi López el PSOE seguirá siendo el PSOE. SI gana Sánchez, hay riesgo de que el socialista sea en adelante un partido muy distinto al que hemos conocido. Y esta sentencia no sólo la hacen los antipedristas partidarios de preservar el statu quo, ya que el último vídeo difundido por la candidatura de Sánchez sitúan a la marca al lado de los manifestantes del 15-M y muy lejos de un PSOE al que identifican, por su abstención a la investidura de Rajoy, con Bárcenas, Granados y la corrupción del PP.

Igual que hay dos Españas, hay dos PSOE, y quizá uno de ellos también acabe helando el corazón. Sólo quedan dos meses para saber cuál será.